Cirugia de cambio de sexo (Transexualismo)

  • hace 15 años
La cirugía del transexualismo ha exigido a la cirugía plástica una de las revoluciones más destacadas de su historia, tanto en el ámbito técnico como en el ámbito humano. El manejo de este tipo de pacientes ha exigido que el cirujano plástico, como en otras circunstancias, se integrara en equipos multidisciplinares (“gender team”) que ofrecieran un tratamiento global. La historia de la reconstrucción y construcción del pene ha discurrido paralela a la historia de la cirugía plástica, creando mayores expectativas a medida que se mejoraban las técnicas. La primera reconstrucción fue descrita en 1936 (Bogoras), aunque fue la faloplastia con colgajo tubular abdominal de Gillies el punto de referencia durante varias décadas.
En 1953 Goodwin y Scott introdujeron una nueva técnica en dos tiempos tomando como zona donante la piel escrotal ventral, aportando parte de sensibilidad al nuevo pene. El uso de colgajos regionales y musculocutáneos redujo los tiempos quirúrgicos y mejoró los resultados funcionales y estéticos. Puckett fue pionero en el uso de prótesis de pene asociadas a la reconstrucción de pene en un paciente transexual (tomando como base un colgajo inguinal en 7 tiempos y añadiendo el clítoris para aumentar la sensación erógena).
La era de la microcirugía permitió el uso de tejidos bien vascularizados con mínimos defectos en las zonas donantes. En 1984 Chang y Hwang describieron el uso del colgajo radial libre para la reconstrucción del pene, dando una función semieréctil con cartílago autólogo. Posteriormente, se introdujeron varias modificaciones, destacando la anastomosis entre los nervios sensitivos del colgajo con los nervios pudendos, que aportaba sensibilidad erógena al neofalo y sensibilidad discriminativa, permitiendo la asociación de prótesis.

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