Mi amiga drogaba mis bebidas todos los días. Me sorprendió saber la razón

  • hace 4 años
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Hola, chicos. Me llamo Michelle. Recientemente, mi vida personal se desmoronó, y casi tuve que ir al hospital. Y todo esto sucedió porque la persona que creía que era mi amiga, me estaba envenenando lentamente.

Pues bien, este es mi novio, Matt, hemos estado saliendo por más de un mes, y recientemente me pidió hacer una cita doble. Se suponía que íbamos a ser Matt y yo, y su amigo con su novia. Sonaba interesante y nos reunimos para dar un paseo por el parque. Greg y Dina también habían empezado su relación hace un par de semanas, y me parecieron muy amables. Lo único extraño era que Dina se quedaba a menudo en silencio y nos miraba a mi novio y a mí con nerviosismo. Supongo que se sentía un poco incómoda con el nuevo grupo. Bueno, empezamos a vernos más a menudo, pero pronto empezaron a suceder cosas extrañas. Y yo estaba un poco avergonzada porque yo estaba interrumpiendo nuestras reuniones. Quiero decir, ¡no a propósito!

Recuerdo la noche en que ocurrió por primera vez. Teníamos grandes planes. Íbamos a ir al cine, luego a un café, y luego a una pequeña fiesta en la casa de Greg. Matt y yo hacíamos cola para las entradas, y Greg y Dina vinieron con un montón de comida y sodas. Estábamos muy emocionados y pensábamos en lo genial que iba a ser nuestra noche. Pero, por desafortunadamente, no pude ir a la fiesta. Mientras veíamos la película, empecé a sentirme mal. Empecé a tener un fuerte dolor de cabeza, y solo quería dormir. De verdad quería seguir pasando el rato, pero no podía. Lo lamentaba, pero le pedí a Greg que me llevara a casa. Sabía lo mucho que quería seguir divirtiéndose, pero él fue comprensivo. Sabía que no lo hacía a propósito. Pero unos días después volvió a suceder. Los cuatro estábamos en un parque de diversiones, y después del almuerzo, tuve los mismos síntomas y tuve que irme otra vez. No sabía lo que era. Todos los síntomas siempre desaparecían a la mañana siguiente. Luego se repitió varias veces más. Honestamente trataba de combatirlo. Soportaba los dolores de cabeza y la somnolencia, pero aun así “contagiaba” la fiesta con mi mal humor. Estaba muy avergonzada de ello. Además, podía ver que Matt se estaba cansando de ello. Imagina a tu novia diciéndote que es hora de irse en medio de la diversión una y otra vez. Así que a menudo él se molestaba. No me decía nada al respecto, pero su paciencia pronto se acabó

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