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  • 24/12/2019
Hablar del caimán es adentrarse en un mundo de reptiles que, aunque a menudo se confunden con el cocodrilo, tienen su propia personalidad y estilo de vida.

Estos animales, que habitan ríos, pantanos y lagunas principalmente en América, despiertan curiosidad por su ferocidad contenida, su dieta variada y su relación con los humanos.

¿Son tan peligrosos como los pintan?

¿En qué se diferencian de sus parientes crocodilianos?

Los caimanes pertenecen a la familia Alligatoridae, mientras que los cocodrilos forman parte de Crocodylidae. Esta distinción taxonómica ya marca diferencias claras. Si los miras de cerca, notarás que el caimán tiene un hocico ancho y en forma de U, ideal para triturar presas como crustáceos. El cocodrilo, en cambio, luce un hocico más estrecho y en V, perfecto para cazar peces o presas más grandes. Otra pista: cuando cierran la boca, los cocodrilos muestran sus dientes, mientras que los caimanes los esconden. Parece un detalle menor, pero dice mucho de su carácter.

Existen seis especies de caimanes vivas, todas en el continente americano salvo una excepción asiática. El caimán de hocico ancho (Caiman latirostris) reina en Sudamérica, desde Brasil hasta Argentina. El caimán yacaré (Caiman yacare) abunda en el Pantanal brasileño. El caimán negro (Melanosuchus niger), el más grande, puede superar los 4 metros y vive en la Amazonía. Luego están el caimán de anteojos (Caiman crocodilus), el caimán enano (Paleosuchus palpebrosus) y el caimán de Schneider (Paleosuchus trigonatus), cada uno con su nicho específico. Compara eso con las 14 especies de cocodrilos, que se extienden por África, Asia, Australia y América, y verás que los caimanes son más de casa.

En cuanto a ferocidad, los caimanes no suelen ser tan agresivos como los cocodrilos. Un artículo reciente de Science señala que el cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus) tiene una mordida brutal y un historial de ataques a humanos. El caimán, en general, prefiere evitar el drama. El caimán negro, eso sí, puede ser intimidante por su tamaño, pero rara vez busca pelea con nosotros. Su estrategia es simple: acechar en silencio y aprovechar el momento.

¿Qué comen? Los caimanes son oportunistas. Su menú incluye peces, aves, mamíferos pequeños y hasta carroña si escasea la comida fresca. El caimán de hocico ancho, por ejemplo, tiene debilidad por los caracoles, según National Geographic. Los cocodrilos, en cambio, van a por presas mayores: desde antílopes hasta, en casos extremos, humanos. La diferencia en la dieta refleja sus hábitats: los caimanes prosperan en aguas dulces y tranquilas, como pantanos y ríos, mientras que los cocodrilos también se aventuran en estuarios y zonas salobres.

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Animales

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