Mamá siempre dijo que papá era un mal hombre, pero lo encontré y descubrí la verdad
- hace 5 años
¡Nuevas historias animadas de 2019 que sucedieron de verdad!
Hola, chicos. Mi nombre es Kira, y ella es mi hermana, Leia. Recientemente cruzamos la mitad del país para encontrar a nuestro padre, a quien nunca habíamos visto en nuestras vidas.
Sí, nunca conocimos a nuestro papá. En nuestra familia esto es… algo así como una maldición familiar. Durante casi ochenta años, todas las mujeres de nuestra familia han vivido sin hombres. Nuestro bisabuelo murió en la guerra, y mi abuela creció sin un padre. Entonces, su esposo la dejó, y ella crió a nuestra madre sola. Y nuestro padre se fue cuando yo nací y Leia tenía 3 años. Mamá dijo que él no quería tener un segundo hijo. Entonces, cuando ella quedó embarazada de mí, él se fue. Y eso era todo lo que sabíamos sobre él. Por supuesto, no era un misterio, esas eran solo circunstancias que se habían desarrollado para que fuéramos la cuarta generación que carecería de atención masculina. Mi hermana mayor quería romper la maldición y casarse rápidamente. Y ella tuvo éxito. Tan pronto como Leia cumplió 18 años, su novio le propuso matrimonio. Pero un evento oscuro cambió nuestras vidas.
Una noche recibí una llamada. Mi mamá estaba en el hospital. Ella estuvo involucrada en un accidente camino a casa desde el trabajo. Me apresuré a ir al hospital a una velocidad vertiginosa, pero no pude llegar a tiempo, y mi madre no resistió. Ni siquiera pude despedirme. Eso es lo peor que me ha pasado a mí y a mi hermana. Lloramos mucho, y simplemente estábamos rotas. Además de esto, tuvimos muchos otros problemas. La cuestión es que todavía era menor de edad y necesitaba un tutor. Leia, como mi hermana adulta, quería ser una para mí, y no se suponía que tuviéramos ningún problema de custodia. Pero su nuevo esposo intervino. No quería que su nueva familia de repente tuviera una niña de 15 años viviendo con ellos. Así que le dio una opción: era yo o él. No quería que ella arruinara su matrimonio por mi culpa. Eso continuaría con nuestra maldición familiar y nunca podría perdonarme. Entonces, el primo de mi madre fue designado como mi tutor. Él vivía en otra ciudad, y tuve que mudarme. Mi hermana estaba molesta, pero la animé y le dije que todo estaría bien. En tres años tendría 18, y podría regresar a mi ciudad natal.
Viví con esa extraña familia durante un año. Y, desafortunadamente, nunca pude sentir que estaba en casa. Aunque eran esencialmente mis parientes
Hola, chicos. Mi nombre es Kira, y ella es mi hermana, Leia. Recientemente cruzamos la mitad del país para encontrar a nuestro padre, a quien nunca habíamos visto en nuestras vidas.
Sí, nunca conocimos a nuestro papá. En nuestra familia esto es… algo así como una maldición familiar. Durante casi ochenta años, todas las mujeres de nuestra familia han vivido sin hombres. Nuestro bisabuelo murió en la guerra, y mi abuela creció sin un padre. Entonces, su esposo la dejó, y ella crió a nuestra madre sola. Y nuestro padre se fue cuando yo nací y Leia tenía 3 años. Mamá dijo que él no quería tener un segundo hijo. Entonces, cuando ella quedó embarazada de mí, él se fue. Y eso era todo lo que sabíamos sobre él. Por supuesto, no era un misterio, esas eran solo circunstancias que se habían desarrollado para que fuéramos la cuarta generación que carecería de atención masculina. Mi hermana mayor quería romper la maldición y casarse rápidamente. Y ella tuvo éxito. Tan pronto como Leia cumplió 18 años, su novio le propuso matrimonio. Pero un evento oscuro cambió nuestras vidas.
Una noche recibí una llamada. Mi mamá estaba en el hospital. Ella estuvo involucrada en un accidente camino a casa desde el trabajo. Me apresuré a ir al hospital a una velocidad vertiginosa, pero no pude llegar a tiempo, y mi madre no resistió. Ni siquiera pude despedirme. Eso es lo peor que me ha pasado a mí y a mi hermana. Lloramos mucho, y simplemente estábamos rotas. Además de esto, tuvimos muchos otros problemas. La cuestión es que todavía era menor de edad y necesitaba un tutor. Leia, como mi hermana adulta, quería ser una para mí, y no se suponía que tuviéramos ningún problema de custodia. Pero su nuevo esposo intervino. No quería que su nueva familia de repente tuviera una niña de 15 años viviendo con ellos. Así que le dio una opción: era yo o él. No quería que ella arruinara su matrimonio por mi culpa. Eso continuaría con nuestra maldición familiar y nunca podría perdonarme. Entonces, el primo de mi madre fue designado como mi tutor. Él vivía en otra ciudad, y tuve que mudarme. Mi hermana estaba molesta, pero la animé y le dije que todo estaría bien. En tres años tendría 18, y podría regresar a mi ciudad natal.
Viví con esa extraña familia durante un año. Y, desafortunadamente, nunca pude sentir que estaba en casa. Aunque eran esencialmente mis parientes