Soy vegetariana y mi familia lo odia

  • hace 5 años
Ella es Mary y es vegetariana. No es lo primero que le dice a las personas que conoce, pero su historia trata de eso.
Mary creció en una familia muy conservadora, y la comida siempre fue una parte muy importante de sus vidas. Sus padres, sus abuelos y casi todos los familiares que conoce aman la cocina. Mary no sabe cómo comenzó, pero le contaron que su tátara-tatarabuelo era un chef mundialmente famoso o algo así. La única persona en su familia que nunca disfrutó cocinar es su tía Annie, ¡y todos hablan como si hubiera algo malo con ella!
Y, por supuesto, cada comida incluye algo de carne. Pue
de ser tocino o jamón o pollo o filete… Es decir, de cualquier tipo, y cocinada de mil maneras diferentes. Ella nunca tuvo problemas con eso durante la infancia, porque no sabía que había otra posibilidad.

Las cosas cambiaron hace unos cuantos meses. Mary tenía una amiga en la escuela llamada Julia, y sus padres eran vegetarianos. Ella siempre había tenido la elección de comer o no comer carne, y decidió ser vegetariana como ellos.

Julia le habló mucho acerca del trato ético a los animales y del vegetarianismo. Mary nunca había pensado en esas cosas antes, cuando era más pequeña. Se interesó mucho por el tema y comenzó a indagar más.

Estaba conmocionada e inspirada al mismo tiempo. Por un lado, descubrió muchas cosas terribles que le ocurrían a millones y millones de animales a diario. Por otro lado, había algo que podía hacer para ayudar. Ese “algo” era dejar la carne.

Supo desde el primer momento que no había manera posible de dejar la carne sin que sus padres lo supieran. Reunirse a comer a la mesa cada noche era obligatorio para ellos. Mary sabía que guardar un secreto como ese sonaba absurdo, pero deberías conocer a su familia.

“¡¿A qué te refieres con “dejar la carne”?!”, fue lo primero que dijo su mamá cuando habló con ella. Ese fue el momento en que Mary supo que las cosas no saldrían bien. Su madre interrumpió la explicación de su hija, no quería oírla. Dijo que solo la carne contiene las proteínas y las vitaminas necesarias para cada humano, especialmente para una adolescente.

Pero Mary tenía a la ciencia de su lado. Pasó la noche siguiente investigando sobre proteínas, vitaminas y una dieta vegetariana saludable. A las 2 de la mañana estaba lista para escribir un libro sobre por qué no hay nada de malo en dejar la carne a los catorce.
A la mañana siguiente se quedó dormida y se perdió el desayuno. Pasó todo el día en la escuela repasando su poderoso monólogo. Planeaba llegar a casa y hablar con su mamá.

Pero, cuando regresó, descubrió que sus abuelos también estaban en casa. Y la primera pregunta de su abuela fue: “¡¿De verdad dijiste que ya no quieres comer carne?!”, como si su nieta se hubiera vuelto loca o algo así.

Luego llegó su papá, que también parecía estar al tanto de todo. Se sentaron todos a cenar, con todo tipo de carnes en la mesa, por sup

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