Es la flota de vehículos de Estado Islámico. Así los exhibe la policía de Irak después de haberlos incautado. En algún momento fueron coches normales pero el yihadismo los ha convertido en máquinas de matar, de guerra. Los usaban en Mosul contra los civiles, y en las batallas contra el Ejército de Irak. Con ellos también cometían atentados suicidas. Recubiertos de acero, quien los usaba se creía prácticamente invencible. Pero no. Los combates los han dejado destrozados por fuera. Algunos incluso tienen manchas de sangre. La autoridades irakíes cuentan que al acceder al interior descubrieron que estaban llenos de armas. Las usaban para proteger uno de sus bastiones, para hacer retroceder a las fuerzas armadas del país y a la coalición internacional. Es un ejemplo más del horror que estan viviendo los civiles en Mosul. En las últimas semanas, unas 160.000 personas han conseguido huir de la ciudad.
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