La fuerza del tifón Jelawat no ha pillado por sorpresa a los habitantes de las islas japonesas de Okinawa y Kagoshima. En las calles no hay ni un alma, y la fuerza de la tormenta campa a sus anchas arrasándolo todo a su paso. El viento ha alcanzado velocidades de casi 250 kilómetros por hora. Suficiente para mover las toneladas de peso de este camión o volcar por completo este otro coche. Al menos 31 personas han resultado heridas por objetos y escombros arrastrados por el vendaval y otras 300 han tenido que ser evacuadas a zonas más seguras. De momento y sin suministro eléctrico en gran parte de la región sur, Japón resiste el que ya es el tifón número 17 que golpea tierra este año.
Sé la primera persona en añadir un comentario