Barack Obama vuelve a dejarlo claro: él no lucha por la vicepresidencia, sino por ser el presidente de Estados Unidos. El candidato demócrata a la Casa Blanca responde así a su rival de partido, Hillary Clinton, quien invitó a Obama a ocupar un segundo puesto en una candidatura liderada por ella. Eso a pesar de que Hillary cuenta con la mitad de delegados y de victorias que Obama. Hoy ambos aspirantes se enfrentan a las primarias de Mississippi, en las que Obama parte como favorito.