La mujer en el espejo es una telenovela colombiana de RTI Televisión para Telemundo y Caracol Televisión en 2004. Es una readaptación de la telenovela colombiana homónima "La mujer en el espejo" producida por RTI Producciones en 1997.
Protagonizada por Paola Rey y Juan Alfonso Baptista, y con las participaciones antagónicas de Gabriela Vergara, Paulo Quevedo y Rossana Fernández Maldonado. Cuenta además con las actuaciones estelares de Natasha Klauss, Kristina Lilley y Javier Gómez.
Juliana Soler es una joven sencilla, tierna y sumamente inteligente. Su madre, Regina Soler, fue una modelo de renombre que está obsesionada con la belleza física y siempre ha hecho creer a su hija que es fea, por lo que Juliana no da importancia a su aspecto físico. A pesar de sus burlas, Juliana adora a su madre por encima de todo.
Mercedes, tía de Juliana, siempre la ha querido y apoyado tal y como es y la ha consolado ante los insultos y críticas de su madre. Juliana ha aprendido a preparar con ella todo tipo de mejunjes y pócimas con hierbas. Mercedes guarda un gran secreto: un espejo mágico preparado por ella misma que Juliana debe utilizar luego de la muerte de su tía.
Gracias al espejo mágico, Juliana se convierte en la hermosa Maritza Ferrer, una ingeniera química capaz de conseguir todo lo que se propone con una sonrisa. Sin embargo, ese sueño sólo durará de día, pues al caer la noche Juliana volverá a ser la misma chica de siempre.
Siendo Maritza (ya que es la única forma de que se fije en ella), Juliana conoce a Marcos Mutti, hijo adoptivo de Gabriel Mutti, dueño de la mayor marca de cosméticos del país. El joven se convierte en el gran amor de Maritza y confidente de Juliana sin saber que se trata de la misma mujer.
Juliana, como Maritza, queda embarazada de Marcos y deciden casarse, pero Bárbara junto con Alberto y Romero idean un plan para mandar a Maritza a la cárcel. El día del matrimonio de Maritza (Juliana) y Marcos, aparecen unos policías buscando a Maritza Ferrer con una orden de arresto. El maestro de danza, Paco Tapia, padrino de Juliana y conocedor del secreto del espejo le aconseja huir; pero los policías comienzan una persecución. En el camino se encuentran con una ladrona que, tras haber robado una estación de gasolina los toma de rehenes para escapar sin darse cuenta de que los perseguía la policía. Le dispara al Maestro Tapia y lo abandona en el carretera quedándose sólo con Maritza. La persecución para atrapar a Maritza sigue y en ésta pierden el control del carro en el cual iban y caen por una colina bastante empinada, donde muere la delincuente.
