Rescatar de la ruina a un restaurante que no tiene éxito es desalentador en el mejor de los casos. Intentar hacerlo en dos días y con diez mil dólares podría resultar imposible. Pero el chef Robert Irvine está dispuesto a aceptar el desafío y usará un poco de ingenio al estilo MacGyver y mucho esfuerzo físico para salvar a estos lugares del colapso total.
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