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  • 8/11/2015
La araña stegodyphus lineatus hembra, que se encuentra en el sur de Israel (en el Neguev) y en otros hábitats semi áridos del Mediterráneo, recientemente ha sido objeto de una observación científica que corroboró que esta especie se alimenta por matrifagia. La matrifagia es una peculiar forma de alimentación, la hembra dispone los huevos ya fecundados en una especie de saco, cuando hacen eclosión, las arañitas aún no están bien desarrolladas, por lo que la madre las alimenta durante varios días con un líquido nutritivo, producto de su propia digestión, que regurgita. Pasados estos días, las arañitas ya están en condiciones de comer algo sólido, y lo que tienen más cerca es… el cuerpo de la madre. Ésta se deja devorar poco a poco por sus propias hijas, que terminan por dejar el exoesqueleto completamente vacío. Desde un punto de vista evolutivo, la matrifagia (el nombre que los etólogos han dado a este comportamiento) tiene un claro sentido. El ciclo de vida de esta especie hace que no puedan aparearse con mucha frecuencia. Por lo tanto, una vez conseguido un apareamiento, si el sacrificio de la madre permite que casi todas las arañas lleguen a adultas, los genes que portaba la madre (y ahora los hijos) se habrán extendido. Mor Salomon, del Instituto Cohen Israel para el Control Biológico, un instituto de investigación del gobierno en Yehud-Monosson, cerca de Tel Aviv, descubrió el fenómeno con colegas de la Universidad Hebrea y Ben Gurión del Néguev, mientras observaban a las arañas en arbustos cerca de los lechos resecos de los ríos en el desierto de Neguev.

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