Los 300 migrantes que pretendían llegar a España y que fueron desalojados de la alambrada de Melilla que separa los reinos español y marroquí ya han sido enviados los límites con Argelia, en pleno desierto a donde serán abandonados a su suerte para que de ahí regresen a sus países de origen. El gobierno español no tomó en cuenta supropia ley y los expulsó, dejándo sólo a cinco de ellos para que sean atendidos de las heridas que sufrieron en su intentona de cruzar a Europa. teleSUR