Torturado y apaleado por rusos. El manifestante ucraniano Dmytro Bulatov ha asegurado que las personas que le capturaron el pasado día 22 y que le dejaron en libertad este jueves eran de esa nacionalidad. Según dice desde el hospital privado de Kiev donde está siendo tratado, lo peor de todo el calvario que ha vivido fue el momento de la crucifixión.
El día anterior había sido hallado en un bosque con heridas en todo su cuerpo y una oreja rajada de la que ya ha sido operado. La policía ha abierto una investigación para saber qué ocurrió y también hay abierta otra contra él por su participación en las protestas.
Bulatov es el líder del Automaidán, un grupo opositor que utiliza vehículos para bloquear edificios oficiales, impedir el paso de las fuerzas de seguridad o hacer escraches.
El mismo día en que su rostro se convertía en reflejo de la violencia que vive el país, el presidente Víktor Yanukóvich, de baja por enfermedad, firmaba la amnistía y la revocación del polémico paquete de leyes aprobado el 16 de enero.
