La menopausia es una fase natural de la vida, no una enfermedad o un trastorno, y por eso no necesita por sí misma de tratamientos específicos. Pero si los efectos se ponen graves y causan problemas, los tratamientos médicos pueden ser un útil alivio.
La utilización de las hormonas sexuales femeninas está siendo una de las posibilidades de tratamiento más utilizadas y que más discusión han generado por alguno de los riesgos y efectos secundarios que producen.
La terapia hormonal de estrógenos, es eficaz para el control de los síntomas vasomotores, reduciendo la frecuencia e intensidad de los sofocos. Los estrógenos, han demostrado ser eficaces en el tratamiento de los síntomas vaginales, siendo mayor la eficacia y con menores riesgos y efectos secundarios, si se utilizan por vía vaginal en forma de cremas, supositorios, óvulos o anillos.
En el tratamiento de la incontinencia urinaria, la primera medida es la realización de ejercicios para fortalecer la musculatura pélvica, además de estudiar y, tratar si es el caso, otros problemas asociados, como es la existencia de infección urinaria.
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