Menopausia: THS (Terapia Hormonal Sustitutiva)

  • hace 11 años
Durante décadas, la terapia hormonal se presentó como la fuente de eterna juventud para las mujeres menopáusicas. Ideada para compensar la caída de estrógenos que se produce durante el climaterio, parecía que el tratamiento no sólo aliviaba los síntomas propios de esta etapa, sino que prometía prevenir enfermedades como la osteoporosis, el Alzheimer o las patologías cardiovasculares. Al menos, así fue hasta que los estudios empezaron a demostrar lo contrario. Primero fue con las mujeres que ya padecían enfermedad coronaria: las hormonas artificiales no prevenían un segundo evento cardiovascular, sino que incrementaban el riesgo de sufrirlo de nuevo. El gran varapalo llegaría en julio de 2002, cuando el mayor ensayo clínico realizado hasta la fecha, tuvo que se suspendido repentinamente: también en mujeres totalmente sanas, tomar la terapia durante un tiempo prolongado tenía más riesgos que beneficios.