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  • 5/10/2012
En el río Tinto pululan multitud de microorganismos extremófilos que nos pueden ayudar a entender cómo fueron los comienzos de la vida en la Tierra. La vida quiere ser, quiere seguir existiendo, quiere seguir propagándose. Para ello utilizará todos los mecanismos de la evolución para poder adaptarse o para adaptar el medio que la alberga. A un organismo unicelular, cuya sucesión de generaciones es más rápida, le será más fácil evolucionar o adaptarse. Los reyes de la biosfera son los microorganismos y nosotros, como seres pluricelulares que somos, sólo ocupamos el rincón de complejidad que ellos nos dejan. Estaban aquí miles de millones de años antes de que apareciéramos sobre la faz de la Tierra y continuarán por aquí mucho tiempo después de que nos hayamos ido. No es de extrañar que sean precisamente los microorganismos los que se hayan adaptado a los ambientes más inhóspitos posibles. A estos seres los llamamos extremófilos por vivir en lugares extremos.

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Aprendizaje

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