Maternidad en la carcel: Ieshia

Si bien las cifras oficiales arrojan números fluctuantes, se estima que en la provincia de Buenos Aires hay unos 80 niños menores de cuatro años que cumplen una doble condena: la penal que deben sufrir por los delitos cometidos por sus madres y la social -quizá la más injusta - que los obliga a vivir los primeros y más importantes años de sus vidas en condiciones que en algunos casos son de total reclusión. “Los hijos del encierro”; víctimas del sistema de derecho argentino, que en la provincia de Buenos Aires, estipula que deben permanecer con sus madres hasta los cuatro años de edad –con sus ventajas desde el vínculo natural y sus desventajas desde el punto de vista de los derechos básicos de los menores-. Las presas conservan la patria potestad si están procesadas. Una vez penadas, son los juzgados de menores los que deciden el destino del niño, que en los mejores casos es bajo la tutela de algún familiar o amigo, y en los peores, en un instituto.