Tímidamente al principio, con empuje después, ya ha sonado el clarín de la batalla. Las fuerzas se organizan, trazan los planes de ataque y defensa, las estrategias que estimen más propicias, las maniobras que el alto estado mayor considera más oportunas: los potentes altavoces, las proclamas que serán lanzadas desde los más diversos sistemas de comunicación, la alegría los himnos y de las banderas, los recuerdos históricos y los futuribles, el grito de las pancartas il'esgarip de las manifestaciones ... Por todos los rincones de la verdad y de la mentira se alza la orden inapelable: A las trincheras! A luchar! A combatir hasta la victoria! Donde nobis, sed ómnibus Sigillum militum Xpist