Ese mal hábito afecta muchísimo a la salud mental y física de los niños de varias maneras. Uno de los problemas principales es que cuando ves televisión tu mente deja de trabajar y tu cuerpo está inactivo. En vez de correr, saltar e inventar juegos los niños dependen cada vez más del televisor para divertirse. A causa de este vicio muchos niños no logran cumplir con la recomendación de hacer 60 minutos de ejercicio al día. También los estudios han mostrado que los niños que pasan más tiempo viendo televisión comen menos verduras y frutas, comen mucho más comida chatarra y tenden a aumentar más del peso.