Victimas de las sectas (2)

  • hace 15 años
En muchos casos se atraen a los nuevos miembros predicando soluciones fáciles a los problemas de la vida, salidas inmediatas a situaciones de opresión personal o crisis depresivas, el pasaporte al paraíso luego de la muerte o la iluminación en vida.
Los líderes de este tipo de grupos poseen habitualmente una fuerte y carismática personalidad, e inducen a sus miembros a creer en una verdad «más profunda» que la de las demás personas o religiones, utilizando lo que vulgarmente se conoce como lavado de cerebro. Logran así que en forma paulatina los seguidores obedezcan ciegamente el dogma, sin espacio para opiniones o sentimientos personales de libertad de criterios, abandonando gradualmente el propio discernimiento.
Generalmente una secta tiene un fin dogmático o espiritual, o al menos eso se les hace creer a los prosélitos. De la mano del desarrollo económico y tecnológico han surgido nuevas sectas cuyo fin aparenta ser el desarrollo personal.

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