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  • hace 17 horas

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00:00Se dice muchas veces que el cine es un espacio seguro, que dentro de una película soñamos,
00:05nos evadimos, vivimos otras vidas, nos ponemos en el lugar del otro, comprendemos otras realidades
00:09y somos mejores personas. A veces cuesta creerlo o defenderlo, la verdad, quizás sea cierto,
00:15pero también lo es que cuesta pensar que esas jornadas de haters que pululan y atacan
00:18en las redes sociales sean mejores personas si van al cine. El odio que se respira en
00:23Twitter o en Instagram es tremendo, basta decir una cosa que ataque la gordofobia, que
00:27defienda lo queer o el feminismo, que vendrán a gritarte e insultarte, no ofrecerte una opinión
00:31contraria, sino a ir a por ti. Es verdad que pesa sobre algunas personas más que sobre otras.
00:36Durante mucho tiempo los bullies de la derecha insultaron a cada actor o actriz que decía
00:40algo que no les gustaba, que se quejaba del precio de la vivienda, de la guerra o de los
00:44recortes sanitarios, cosas que como ven son de sentido común. Recuerden esa portada de
00:49cierto periódico contra Mario Elverdu y Candela Peña. Hace poco ese odio ha ido contra Paulo
00:55Ortiz por el pregón de las fiestas del Pilar. También contra Sara Sálamo, actriz y directora
00:59a quienes los machirulos no le perdonan que opinen. Y por supuesto contra Javier Calvo
01:03o Javier Ambrosi solo por separarse. Estas últimas semanas hemos vivido el odio contra
01:07Edu Casanova simplemente por aparecer en las redes sociales y por atreverse a estrenar una
01:11serie. Según ellos no tiene derecho a hacerlo ni a estar subvencionado, algo que es totalmente
01:15falso. El odio contra el cine español no ha desaparecido y algo tenemos que hacer al respecto.
01:19Esas dinámicas de acosadores no benefician a nadie. Deberíamos no callarnos y defendernos
01:24porque el silencio es también cómplice. Nada más hay que ver las críticas a las películas
01:28sociales o con un cierto contenido político y aquellos críticos que a veces las defienden.
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