La cúpula de Vox intensificó la presión sobre su organización juvenil, Revuelta, durante el mes de octubre, según audios y correos electrónicos internos a los que ha tenido acceso la prensa. Siete meses después de que se detectaran remanentes contables potencialmente irregulares a mediados de marzo, la formación política aún no había iniciado acciones legales concretas (algo que no se anunciaría hasta diciembre), pero sus dirigentes sí comenzaron a fiscalizar al número dos de Revuelta, Pablo González Gasca. La investigación interna fue liderada por la secretaria general adjunta de Vox, Montse Lluis, y más tarde se unió Jorge Buxadé, coordinador jurídico. Lluis reclamó a González Gasca, en un correo electrónico del 11 de octubre, que "justifique correctamente" los gastos de representación que cargó a Vox, ante la sospecha de que correspondían en realidad a Revuelta. El objetivo del partido era "determinar así qué importes no corresponde asumir a Vox y, por tanto, deben ser devueltos al partido". La dureza de la cúpula quedó patente el 9 de octubre, cuando Lluis citó a González Gasca para acusarle directamente de "robar" al partido, poniendo como ejemplo a Rodrigo Rato. Las exigencias de control también se extendieron a la actividad política de González Gasca fuera de España. Lluis le reclamó un listado de todos sus "viajes o actos fuera de España" a los que asistió "en nombre de Vox o como joven de Vox", anunciándole que la dirección sería quien valoraría en el futuro si podía asistir, "Y cómo". La escalada de la crisis llevó al responsable nacional de prensa de Vox, Juan Pflüger, a reunirse con González Gasca el 23 de octubre para aconsejarle sobre su posible despido. Pflüger le instó a ser firme en la negociación de la indemnización, pero le advirtió de las consecuencias de actuar de manera desleal. "Tú no juegues sucio. No renuncies a tus derechos y te vienes con tu abogado, [que saque] todo lo que pueda", le explicó Pflüger, sugiriéndole una estrategia para asegurar su futuro económico: "Porque tú piensa que si tú te vas de aquí con 40.000 euros, o 30.000 euros de indemnización más dos años de paro, ya te solucionan cuatro años. Cuatro años de mantenerse. Tiempo te da para que encuentres algo razonablemente bueno". Pflüger reiteró la advertencia: "Tú no juegues sucio", y le aconsejó directamente en contra de instalar "micrófonos". Además, hizo notar que su situación personal "no está tan condicionada" al no tener hijos detrás.
Sé la primera persona en añadir un comentario