Aunque el conflicto que durante seis décadas enfrentó al estado español con el grupo armado separatista vasco ETA ha sido abordado con frecuencia por el cine, no son tantas las películas que han vuelto sobre el tema desde que la organización anunciara el cese definitivo de sus actividades en 2011. La infiltrada, de la cineasta bilbaína Arantxa Echevarría, es la más reciente de esas expresiones que se propusieron recrear algunas de las historias vinculadas con aquella tragedia. La película se basa en hechos reales que tuvieron lugar durante los años 90.
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