Llegaste a mi vida como un libro sin portada, me atreví a abrirte y cada página hablaba de un mundo oculto que en silencio me aguardaba, con tinta eterna, de esa que el tiempo no borra nada.
Tus palabras eran ramas que florecían despacio, y yo, que cargaba eternos otoños en los brazos, sentí que mi invierno se rompía en mil pedazos cuando tu risa sopló como un verano escaso.
Y ahora mi corazón baila como hojas en el viento, tú llegaste y me reescribiste el cuento, capítulo nuevo, sin borradores, solo besos y tiempo. Una letra que canta y en tu ritmo se agiganta. Woah-oh
Trajiste colores que mi mundo no tenía, y un pulso tibio que ordenó mi desvarío; si este amor es un libro, que nunca cierre el mío, que tus páginas me encuentren incluso en la despedida. Woah-oh,
Eres ese carpintero que sana lo que duele, que lijó mis temores hasta que el peso pierde. Iluminaste esquinas donde la esperanza muere, y ahora mi pecho late como un bosque que se enciende.
Y si mañana el viento cambia de camino, prometo seguir tu voz, como hoja sin destino. Porque en tus manos mi caos encontró sentido, y hasta mis silencios quieren quedarse contigo.
Y ahora mi corazón baila como hojas en el viento, tú llegaste y me reescribiste el cuento, capítulo nuevo, sin borradores, solo besos y tiempo. Una letra que canta y en tu ritmo se agiganta. Woah-oh
Trajiste colores que mi mundo no tenía, y un pulso tibio que ordenó mi desvarío; si este amor es un libro, que nunca cierre el mío, que tus páginas me encuentren incluso en la despedida. Woah-oh
Eres ese carpintero que sana lo que duele, que lijó mis temores hasta que el peso pierde. Iluminaste esquinas donde la esperanza muere, y ahora mi pecho late como un bosque que se enciende.
Y si mañana el viento cambia de camino, prometo seguir tu voz, como hoja sin destino. Porque en tus manos mi caos encontró sentido, y hasta mis silencios quieren quedarse contigo.
Y ahora mi corazón baila como hojas en el viento, tú llegaste y me reescribiste el cuento, capítulo nuevo, sin borradores, solo besos y tiempo. Una letra que canta y en tu ritmo se agiganta. Woah-oh
Trajiste colores que mi mundo no tenía, y un pulso tibio que ordenó mi desvarío; si este amor es un libro, que nunca cierre el mío, que tus páginas me encuentren incluso en la despedida. Woah-oh
Si el miedo vuelve a tocar la puerta algún día, déjame ser tu capa, tu tinta, tu melodía. Que aunque no sé cuánto dura esta sinfonía, yo escribiría mil vidas si tu alma lo pedía.
Fuiste la brújula en mis mares sin carteles, la tinta firme en mis páginas más frágiles. Sembraste calma donde solo había papeles Y ahora cada duda se rinde a tu mirada, como la madera al fuego cuando es llamada.
Y ahora mi corazón baila como hojas en el viento, tú llegaste y me reescribiste el cuento, capítulo nuevo, sin borradores, solo besos y tiempo. Una letra que canta y en tu ritmo se agiganta. Woah-oh
Trajiste colores que mi mundo no tenía, y un pulso tibio que ordenó mi desvarío; si este amor
Sé la primera persona en añadir un comentario