La fiesta de la que nadie queda fuera: el Clásico Regio. Para este encuentro, absolutamente todo Nuevo León se paraliza para poner los ojos en la esférica, en la de gajos, en la número cinco que es custodiada y deseada por los guerreros amarillos y blancos.
Tigres y Rayados volverán a verse las caras en una nueva edición del encuentro más pasional del norte del país, donde no solo los aficionados se involucran, sino también los representantes políticos que viven con emoción la antesala del partido más esperado del año.
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