#Comunidad | Dicen que hay puertas que nunca deberían abrirse. Ocurrió en Oruro, febrero de 1991, un menor ingresó por curiosidad a una cueva del cerro San Pedro; desde entonces, su vida cambió por completo. Vecinos, familiares y pastores adventistas fueron testigos del único exorcismo documentado en Bolivia. Una historia tan perturbadora como real que aún hoy muchos prefieren no recordar.
00:00¿Sabía que el primer caso documentado de un exorcismo en Bolivia sucedió en Oruro?
00:05Era febrero de 1991, donde un menor llamado José, quien vivía en la zona de San Pedro,
00:12por curiosidad decidió subir a una cueva ubicada en la cima del Cerro San Pedro, al norte de la ciudad.
00:20Tras su visita a este lugar, no volvió a ser el mismo.
00:24Este cerro presenta una rajadura natural, la cual, según cuentan, fue y es usada para rituales con fines oscuros.
00:35Con tales antecedentes, el niño, con el pasar de los días, cada vez se veía más demacrado y delgado,
00:41pues su madre, quien mejor que nadie lo conocía, notó los cambios, ya que tres meses antes aseguraba que su hijo era robusto.
00:49Los vecinos fueron testigos de su transición.
00:53Indicaron que vociferaba cosas extrañas en idiomas que nunca escucharon.
00:58Además, José empezaba a gritar en la calle junto a actitudes extrañas.
01:03Sus actos alertaron a la comunidad de la zona, cual incluso atrajo la atención de la iglesia adventista de aquel entonces.
01:10El periodista, Humberto Cabezas, del periódico La Patria, quien registró el hecho, decidió intervenir junto a la familia y el pastor de la iglesia, Isidro Calderón.
01:21Un miércoles, al mediodía de aquel año, en una sesión con otros pastores, el niño acudió con su tío.
01:28El periodista describió que el niño se mostraba reacio.
01:31Incluso les atemorizó aquellas roncas carcajadas.
01:35Con cánticos y oraciones, los hermanos adventistas continuaron la sesión por casi 20 horas ininterrumpidas.
01:48En ciertos momentos titubeaba, ya que había una pelea interna.
01:53Cuando le consultaron qué ocurría, la respuesta los dejó helados.
01:57No voy a salir. El niño es mío. La familia es mía.
02:03No salgo.
02:05Culminada la sesión, iniciaron otra, donde los hermanos reforzaron la cadena de oración, junto a versículos de la Biblia.
02:17El niño, quien se retorcía y gritaba en diferentes idiomas, empezó a mostrar un cambio favorable.
02:23A las más de dos horas de aquel avance, José finalmente logró recuperar a sus hijos.
02:28Esta historia es un recordatorio de que hay puertas que la prudencia exige mantener selladas.
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