El día que la Dana azotó Valencia, se cobró 229 vidas y un sinfín de bienes y recuerdos. Un día que España nunca olvidará. 75 poblaciones arrasadas, miles de millones de euros en daños materiales y muchas preguntas todavía por responder. La recuperación está enredada en el papeleo y la falta de coordinación institucional. Hay ayudas, la economía se reactiva, pero también vecinos confinados y familiares de fallecidos reclamando justicia. Ha pasado un año y el avance es pausado, «lentísimo» para los vecinos y también para quienes son la primera línea política en los pueblos. «Tardaremos años», confesaba Paco Comes, de Massanassa. Nadie baja los brazos y eso se traduce en notas de esperanza, como la recuperación de infraestructuras como el metro o la reactivación de la economía, que ya se detecta. Los vecinos piden que no los olviden.
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