Lectores, les voy a pedir un ejercicio de empatía e imaginación. Imaginen ustedes que justo antes de la DANA que acabó con la vida de 229 personas en Valencia les diagnostican un cáncer de mama. Ustedes se cogen la baja el 28 de octubre y el 29, la riada de agua y lodo destruye su modo de vida, el centro de yoga que con tanto esfuerzo han levantado. Y por si eso fuera poco se tienen que operar el día 5 de noviembre, pero no tienen coche, pues se lo ha llevado el agua, y tampoco nadie puede ir a buscarla porque la zona está impracticable. Así que hacen lo único que pueden hacer, irse andando desde Massanassa hasta Valencia para que la pueden operar. Esta historia parece una historia de terror, pero fue la verdadera historia de terror que vivió Bea.
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