Investigaciones en curso han develado un preocupante eslabón en la cadena de venganzas que siguió al homicidio del joven de 22 años: el reclutamiento de un adolescente identificado bajo el alias "Sombra" para ejecutar un nuevo crimen.
Según fuentes vinculadas al caso, "Sombra" tendría entre 16 y 17 años y habría sido reclutado por la misma organización delictiva que opera en la zona. Su misión habría sido asesinar a un vecino específico del barrio, como parte de las represalias planificadas.
El pago pactado por el crimen incluiría una combinación de dinero en efectivo, dosis de droga y armas de fuego, según confirmaron las mismas fuentes. Este modus operandi reflejaría las tácticas de cooptación utilizadas por grupos delictivos para enganchar a jóvenes en actividades criminales.
La revelación ha encendido alarmas en las autoridades, no solo por la gravedad del homicidio original, sino por la peligrosa escalada que representa el reclutamiento de menores para continuar el ciclo de violencia. Expertos en seguridad han señalado que esta metodología evidencia la complejidad del entramado criminal en la zona.
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