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#ValleSalvajeLeonardo #Tomás #noche
Leonardo y Tomás: la noche de los secretos prohibidos
En el corazón del palacio de los Duques de Luján, una sola noche desata un torbellino de pasiones, traiciones y redenciones imposibles. Tomás, dispuesto a todo por limpiar el nombre de su padre, se adentra en la capilla prohibida para robar una reliquia que oculta la verdad. Pero su destino se cruza con el de Leonardo, un hombre quebrado por el orgullo y el peso de su linaje. Mientras tanto, Irene lucha contra el mandato de un matrimonio forz ...
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Transcripción
00:00Leonardo y Tomás. La noche de los secretos prohibidos. En el corazón del palacio de los
00:16duques de Luján, una sola noche desata un torbellino de pasiones, traiciones y redenciones imposibles.
00:22Tomás, dispuesto a todo por limpiar el nombre de su padre, se adentra en la capilla prohibida
00:30para robar una reliquia que oculta la verdad. Pero su destino se cruza con el de Leonardo,
00:38un hombre quebrado por el orgullo y el peso de su linaje.
00:44Mientras tanto, Irene lucha contra el mandato de un matrimonio forzado, Bárbara se consume en su
00:50desesperación, y Luisa paga con lágrimas el precio de una promesa que no entiende.
00:57En los salones, el poder cambia de manos, en los pasillos, la rebelión se gesta en silencio,
01:04y en la oscuridad, un solo grito rompe el equilibrio del palacio.
01:10Nada volverá a ser igual en Valle Salvaje, donde cada secreto tiene un precio y cada alma guarda una herida.
01:16El aire en el palacio de los duques de Luján se había vuelto denso, casi irrespirable,
01:25cargado con el peso de las palabras no dichas y los secretos que supuraban por las grietas doradas de sus muros.
01:33Cada pasillo era un testigo silencioso de las conspiraciones que se tejían en la penumbra,
01:38cada salón un escenario para las batallas de voluntades que se libraban con sonrisas heladas y miradas afiladas como dagas.
01:47La noche caía sobre Valle Salvaje, pero en el interior del palacio, nadie encontraría descanso.
01:56La oscuridad era simplemente un velo para ocultar los movimientos desesperados de almas atrapadas en una jaula de oro y deber.
02:03Tomás sentía el latido de su propio corazón como un tambor de guerra en sus oídos.
02:14El sudor frío perlaba su frente mientras repasaba, una y otra vez, cada detalle del plan en el lienzo oscuro de su mente.
02:22No era un simple robo, era un acto de redención, la única llave que podría abrir la puerta a un futuro que se le había negado.
02:35El objeto de su deseo, la antigua talla de madera del arcángel Miguel, una reliquia olvidada en un rincón polvoriento del ala oeste, era más que un trozo de arte.
02:45Era la prueba que necesitaba, la pieza que exoneraría a su padre de una acusación injusta que lo había consumido en vida y que seguía manchando su memoria.
03:00La talla contenía un compartimento secreto, y dentro, una carta que lo cambiaría todo.
03:06Pero para llegar a ella, necesitaba un peón, una distracción, un sacrificio.
03:15Y ese sacrificio tenía nombre, Luisa.
03:19La encontró en la lavandería, sus manos enrojecidas por el trabajo, pero su mirada perdida en un punto lejano, una ventana que solo mostraba la negrura creciente del exterior.
03:30Su rostro era un mapa de miedo y resignación. Tomás se acercó, su sombra cubriéndola antes de que sus palabras lo hicieran.
03:42Es esta noche, Luisa. No hay más tiempo. Ella se estremeció, volviéndose hacia él.
03:52Sus ojos, normalmente llenos de una luz dulce y resiliente, ahora eran dos pozos de pánico.
04:00Tomás, por favor. Alejo sospecha. Me mira como si ya no me conociera. Si me descubre contigo otra vez, lo perderé para siempre.
04:11No puedo hacer esto. La voz de Tomás se endureció, un filo de acero forjado en la desesperación.
04:21Se apoderó suavemente de sus brazos, su toque una mezcla de súplica y amenaza. No tiene selección.
04:30¿Crees que yo quiero ponerte en esta situación? ¿Crees que disfruto viendo el miedo en tus ojos?
04:36Todo lo que hago es por mi familia, por limpiar un nombre que fue arrastrado por el fango por la misma gente que ahora pasea por estos salones con la cabeza alta.
04:44Necesito que distraigas a doña Isabel. Habla con ella sobre los nuevos bordados, sobre el tiempo, sobre cualquier cosa.
04:57Solo necesito 20 minutos. 20 minutos, Luisa, y todo habrá terminado. Seremos libres.
05:03La palabra libres colgó en el aire, una promesa tan tentadora como venenosa. Luisa miró las manos de Tomás, luego las suyas.
05:17Estaban atrapados, ambos, en una red que no habían tejido. Asintió, una capitulación silenciosa.
05:24El precio de la libertad de Tomás podría ser su propia felicidad, pero el camino de la negación ya estaba cerrado.
05:36Mientras tanto, en los opulentos salones del piso superior, se libraba una guerra mucho más silenciosa pero igual de devastadora.
05:43Bárbara, con el rostro pálido y los ojos hinchados por lágrimas que ya no se molestaba en ocultar, se enfrentó a Irene.
05:55La tensión entre ellas era una cuerda a punto de romperse.
05:59Tienes que hacerlo. Suplicó Bárbara, su voz un susurro roto.
06:07Tienes que casarte con Leonardo. Irene la miró, la incredulidad luchando contra la compasión.
06:13Ver a Bárbara, siempre tan fuerte y controlada, reducida a esta figura temblorosa era desconcertante.
06:25Bárbara, ¿te estás escuchando? ¿Después de todo lo que ha pasado? ¿Después de que él me haya dejado claro que me desprecia?
06:31¿Quieres que me ate a un hombre que cree que soy una traidora?
06:34Es la única manera de detener este sufrimiento. Exclamó Bárbara, agarrando las manos de Irene con una fuerza febril.
06:44Don Hernando no se detendrá. Nos está aplastando, a él y a mí. Su obsesión por esta unión es una enfermedad que nos está consumiendo a todos.
06:55Leonardo, él no te odia, Irene. Se odia a sí mismo por amarte. Está atrapado entre su deber hacia su padre y lo que su corazón le grita.
07:06Si te casas con él, si entras en su vida de forma definitiva, podrás romper las cadenas que su padre le ha impuesto.
07:19Podrás salvarlo, y al salvarlo a él, nos salvarás a todos. Por favor, Irene, te lo ruego no como una rival, sino como una mujer que ya no puede soportar más dolor.
07:29La sinceridad en la voz de Bárbara era una lanza que atravesó las defensas de Irene.
07:39No era una trampa. Era una rendición. Una petición de ayuda desesperada. La idea era monstruosa. Un sacrificio en el altar de una paz incierta.
07:51Pero la imagen del tormento en los ojos de Leonardo, esa furia que era solo una máscara para un dolor profundo, la asaltó.
07:59¿Y si Bárbara tenía razón? ¿Y si la única forma de llegar a él era cruzar la línea que él mismo había trazado en la arena?
08:09Con el corazón palpitando con una nueva y terrible resolución, Irene buscó a Leonardo.
08:17Lo encontró en la biblioteca, de espaldas a la puerta, contemplando la oscuridad a través del gran ventanal.
08:24La rigidez de su postura hablaba de una tensión insoportable.
08:31Leonardo, dijo ella, su voz más firme de lo que se sentía.
08:38Él se giró lentamente. Su rostro era una máscara de fría indiferencia, pero sus ojos delataban la tormenta interior.
08:44¿Qué quieres, Irene? ¿Has venido a disfrutar del espectáculo de mi humillación? Bárbara ha hablado conmigo.
08:56Me ha pedido, me ha suplicado que me case contigo. Una risa amarga y sin alegría escapó de los labios de Leonardo.
09:03Ah, Bárbara, siempre tan dispuesta al sacrificio. Qué conmovedor. ¿Y tú qué has decidido? ¿Aceptarás el papel de mártir para satisfacer los planes de mi padre?
09:18El desdén en su voz era como un golpe físico. Irene sintió como la ira comenzaba a arder, quemando la vacilación.
09:25¿De verdad crees que se trata de eso? ¿Crees que soy tan superficial, tan manipuladora?
09:34Mírame, Leonardo, mírame de verdad, por una vez. No soy tu enemiga.
09:42Nunca lo he sido. Te amo, y me está matando ver cómo te destruyes. ¿Cómo dejas que el veneno de tu padre te consuma?
09:48El amor no es suficiente. Replicó él, su voz elevándose, el control finalmente rompiéndose.
10:00El amor no borra la traición. El amor no repara la confianza rota. ¿Qué esperas que haga?
10:06¿Que olvide todo y corra tus brazos mientras mi padre maneja los hilos, moviéndonos a ambos como a sus marionetas personales?
10:13Entonces corta los hilos, gritó Irene, dando un paso hacia él, sus ojos brillando con lágrimas de frustración.
10:26Sé el hombre que sé que eres, no la sombra de tu padre. Lucha por nosotros, o si no puedes luchar por nosotros, al menos lucha por ti mismo.
10:34Él la miró, una batalla campal librándose en su interior. El anhelo, la duda, el orgullo herido, el amor que se negaba a morir.
10:49Pero el muro que había construido a su alrededor era demasiado alto, demasiado grueso.
10:54Se apartó, dándole la espalda de nuevo. Vete, Irene. Por favor, vete.
11:04El rechazo fue tan absoluto, tan final, que Irene sintió como si el suelo desapareciera bajo sus pies.
11:13Se dio la vuelta, con el corazón hecho pedazos, y huyó de la biblioteca, dejando a Leonardo solo con los fantasmas de lo que podrían haber sido.
11:24Mientras tanto, la maquinaria de poder del palacio seguía girando. Adriana y Rafael saboreaban su victoria.
11:33El nuevo acuerdo con José Luis les otorgaba un control sin precedentes sobre las finanzas y la gestión de las propiedades, marginando efectivamente a Victoria.
11:42Rafael, sintiéndose magnánimo en su triunfo, se acercó a su tío. Tío José Luis, ahora que las cosas están más calmadas, quizás sea el momento de tender un puente.
12:00Alejo es un buen hombre. Un malentendido no debería separaros para siempre.
12:05José Luis, que estaba revisando unos documentos, ni siquiera levantó la vista.
12:09Su voz era gélida. Ese buen hombre cuestionó mi honor y mi juicio. Hay puentes que, una vez quemados, no deben reconstruirse.
12:23El tema está zanjado. Su tono no admitía réplica. Rafael comprendió que había heridas demasiado profundas para sanar con simples palabras.
12:32Esta nueva dinámica de poder había convertido a Victoria en una leona enjaulada.
12:40Frustrada, humillada y despojada de su influencia, canalizó toda su rabia hacia el eslabón más débil que pudo encontrar.
12:47Martín, el joven ayudante de cocina.
12:50Lo sometió a un castigo desproporcionado por una nimiedad, obligándolo a fregar los suelos de piedra del patio exterior en la noche fría, una tarea interminable y humillante.
13:03Pero la tiranía de Victoria había llegado a un punto de quiebre. En las cocinas, el personal murmuraba, sus rostros sombríos por la injusticia.
13:15La solidaridad, esa fuerza silenciosa de los oprimidos, había fermentado hasta convertirse en rebelión.
13:27Martín, con las manos agrietadas y el cuerpo dolorido, finalmente se hirió. Ya no tenía nada que perder.
13:34No más. Dijo en voz baja, pero con una claridad que resonó en toda la cocina. No voy a seguir soportando esto.
13:47Dejó caer el cepillo con un ruido sordo y se dirigió hacia la puerta, con la intención de enfrentarse a la duquesa.
13:56Los demás lo observaron, una mezcla de miedo y admiración en sus ojos.
14:00Sabían que ese acto de valentía tendría consecuencias, pero no podían imaginar cuán graves serían,
14:07ni cómo la onda expansiva de esa confrontación alcanzaría a Adriana, a quien Victoria ya consideraba la instigadora de toda su desgracia.
14:18En otra parte del palacio, la lealtad y el amor eran puestos a prueba de la forma más cruel.
14:23Alejo, con el corazón encogido por la duda, había seguido a Luisa a distancia.
14:31La había visto hablar con Tomás, había visto la angustia en su rostro y la presión en los gestos de él.
14:40Ahora, la vio escabullirse hacia el ala oeste.
14:43Su mente, envenenada por la sospecha, solo podía llegar a una conclusión.
14:47La encontró de nuevo con Tomás, esta vez cerca de la galería de los retratos, susurrando febrilmente.
15:00Luisa, la voz de Alejo fue un latigazo.
15:03Ambos se giraron, congelados.
15:06La expresión en el rostro de Alejo era de una profunda y amarga traición.
15:09Así que esto es todo, dijo él, su voz temblando de dolor.
15:17No eran encuentros casuales.
15:22Hay algo entre vosotros, todas tus excusas, tus mentiras.
15:26Alejo, no es lo que piensas.
15:29Suplicó Luisa, dando un paso hacia él, pero él retrocedió como si ella lo quemara.
15:34No, ya no pienso nada.
15:39Solo veo, y lo que veo me rompe el corazón.
15:42No me busques más, Luisa.
15:46Se acabó.
15:47Se dio la vuelta y se marchó, cada paso un martillazo en el ataúd de su relación.
15:55Luisa se quedó allí, devastada, las lágrimas corriendo por sus mejillas.
15:59Tomás la miró, su rostro una mezcla de culpa y férrea determinación.
16:07Lo siento, Luisa, te juro que lo arreglaré.
16:11Pero ahora, tengo que terminar esto.
16:13Por favor.
16:17Rota y sin nada más que perder, Luisa se recompuso como pudo y continuó con su parte del plan.
16:22Se dirigió a los aposentos de Doña Isabel, dejando a Tomás solo en el pasillo silencioso,
16:32frente a la puerta de la pequeña capilla donde se guardaba la talla.
16:38El momento había llegado.
16:40El corazón de Leonardo era un nudo de hielo y fuego.
16:43Las palabras de Irene, lucha por nosotros, resonaban en su cabeza,
16:48un eco doloroso de todo lo que había perdido por culpa de su propio orgullo.
16:52Incapaz de quedarse quieto, salió de la biblioteca y comenzó a caminar sin rumbo por los pasillos del palacio,
17:01un fantasma atormentado en su propia casa.
17:06Sus pasos lo llevaron instintivamente hacia el ala oeste,
17:10una zona tranquila y raramente visitada,
17:13un lugar donde esperaba encontrar el silencio que su alma anhelaba.
17:16Mientras tanto, Tomás forzaba la cerradura de la capilla.
17:23El clic metálico fue ensordecedor en el silencio sepulcral.
17:30Se deslizó dentro.
17:31La habitación estaba fría y olía a incienso viejo y a polvo.
17:35A la luz de la luna que se filtraba por un vitral,
17:38vio su objetivo,
17:39la talla del arcángel Miguel sobre un pequeño altar.
17:44Era más pequeña de lo que recordaba,
17:47pero su presencia era imponente.
17:49Con manos temblorosas,
17:51la tomó.
17:54Le dio la vuelta,
17:56buscando el mecanismo oculto que su padre le había descrito
17:59en susurros febriles en su lecho de muerte.
18:01Allí estaba,
18:06una pequeña imperfección en la madera.
18:08Presionó,
18:09un compartimento se abrió,
18:11revelando una carta doblada y amarillenta por el tiempo.
18:16El alivio lo inundó,
18:18una ola tan poderosa que casi lo hizo caer de rodillas.
18:22Lo había conseguido.
18:23La prueba,
18:27la libertad.
18:28En ese preciso instante,
18:30la puerta de la capilla se abrió con un suave gemido.
18:36Tomás se congeló,
18:37la carta en su mano,
18:39el corazón detenido en su pecho.
18:41Se giró lentamente,
18:43esperando ver a un guardia,
18:44a un sirviente,
18:46a cualquiera que pudiera sellar su destino.
18:51Pero la figura que se recortaba en el umbral,
18:53bañada por el pálido resplandor del pasillo,
18:56no era la de un guardia.
19:01Era Leonardo.
19:02Sus miradas se encontraron a través de la penumbra.
19:05El shock fue mutuo y absoluto.
19:10Leonardo,
19:11con el rostro endurecido por su propia angustia,
19:14vio a Tomás con la reliquia en las manos
19:16y la carta que acababa de sacar de ella.
19:21Vio la culpa,
19:22el miedo y la desesperación en los ojos del otro hombre.
19:25El tiempo pareció detenerse.
19:29El primer instinto de Leonardo fue gritar,
19:33llamar a los guardias,
19:34exponer al ladrón.
19:35Era su deber,
19:40el señor de la casa.
19:41Pero entonces,
19:43vio algo más.
19:44Vio en Tomás,
19:45no a un simple criminal,
19:46sino a un hombre acorralado,
19:48un hombre que arriesgaba todo por algo
19:50que claramente significaba más que el oro.
19:55Vio un reflejo distorsionado de sí mismo.
19:57Un hombre luchando,
19:59de una manera equivocada y desesperada,
20:02contra un destino injusto.
20:07Las palabras de Irene volvieron a él.
20:09Sé el hombre que sé que eres.
20:11Tomás,
20:12esperando el grito que lo condenaría,
20:14vio cómo la expresión de Leonardo cambiaba.
20:17La furia inicial se disolvió en algo indescifrable.
20:23¿Comprensión?
20:24¿Duda?
20:25¿Quizás incluso piedad?
20:28¿Qué es eso?
20:30Preguntó Leonardo,
20:31su voz un susurro ronco,
20:33no una acusación,
20:35sino una pregunta genuina.
20:39Señaló la carta.
20:40Tomás tragó saliva,
20:42su mente corriendo a una velocidad vertiginosa.
20:48Podía mentir,
20:49podía intentar oír,
20:51o podía decir la verdad.
20:52Miró a los ojos de Leonardo y tomó una decisión.
20:57Es la prueba,
20:59dijo,
21:00su voz temblorosa pero firme,
21:02la prueba de que mi padre fue inocente.
21:06El marqués de Balbuena,
21:08su propio abuelo,
21:10lo acusó falsamente de traición para robarle sus tierras.
21:13Esta carta,
21:17escrita por el propio marqués,
21:19lo confiesa todo.
21:20La escondió aquí,
21:22en una talla religiosa,
21:23como una retorcida broma a Dios.
21:25Mi padre murió con su nombre deshonrado.
21:31Yo solo,
21:32solo quiero limpiarlo.
21:34Leonardo escuchó,
21:35su rostro impasible,
21:37pero algo en su interior se resquebrajo.
21:41La historia de una injusticia familiar,
21:44de un padre cuyo honor había sido manchado,
21:47resonó en lo más profundo de su ser.
21:49Su propia lucha con don Hernando,
21:54su propio sentido del honor pisoteado,
21:56todo convergió en ese momento,
21:58en esa capilla oscura.
22:03Vio el abismo que lo separaba de Tomás,
22:05pero también el puente de un dolor compartido.
22:10En ese momento,
22:12desde el patio principal,
22:14un grito desgarrador rompió la quietud de la noche.
22:20Martín se había enfrentado a Victoria
22:22frente al salón principal,
22:24justo cuando ella salía,
22:25satisfecha de su pequeño acto de crueldad.
22:31Basta ya, señora duquesa,
22:33había dicho él,
22:35su joven voz cargada de una dignidad
22:37que superaba su posición.
22:40No soy su esclavo,
22:42ninguno de nosotros lo es.
22:44Este castigo es injusto
22:45y no lo toleraré más.
22:49Victoria,
22:50sorprendida por la audacia,
22:52se recuperó rápidamente,
22:54su rostro contorsionado por la furia.
22:59¿Insolente?
23:00¿Cómo te atreves a hablarme así,
23:01miserable?
23:02Aprenderás lo que es el respeto.
23:07Levantó la mano para abofetearlo,
23:09pero una voz la detuvo.
23:11Victoria,
23:12José Luis había aparecido,
23:14atraído por el ruido,
23:15con Adriana y Rafael pisándole los talones.
23:17Vio la escena,
23:22su esposa a punto de golpear a un sirviente,
23:25el joven desafiante pero aterrorizado,
23:28y el resto del personal observando desde las sombras.
23:34Este,
23:34este gusano se ha atrevido a desafiar mi autoridad,
23:38si se o Victoria.
23:39Y seguro que ha sido instigado por tu sobrina,
23:42que no hace más que llenarles la cabeza de ideas rebeldes.
23:44Fue el error fatal de Victoria.
23:50Al intentar culpar a Adriana,
23:52desvió el foco de la insubordinación de Martín a su propia crueldad.
23:58José Luis miró el estado de Martín,
24:00sus manos en carne viva,
24:02su ropa húmeda en la noche fría.
24:07Miró la expresión de odio en el rostro de su esposa,
24:09y por primera vez en mucho tiempo,
24:12la vio con claridad.
24:16Vio la amargura,
24:17la mezquindad,
24:18la tiranía que había permitido que creciera bajo su techo.
24:25Suficiente,
24:26Victoria,
24:27dijo,
24:28su voz tranquila pero con un filo de acero.
24:31El castigo ha terminado.
24:32Martín,
24:36vuelve a las cocinas,
24:37y a partir de mañana,
24:39Adriana se encargará de la gestión de todo el personal de servicio.
24:45Tus decisiones,
24:47Victoria,
24:48han demostrado ser,
24:49perjudiciales para la moral de esta casa.
24:51El golpe fue devastador.
24:56Fue una humillación pública,
24:58una anulación completa de su poder.
25:03Victoria lanzó una mirada de puro veneno a Adriana
25:05antes de darse la vuelta y subir las escaleras,
25:08derrotada.
25:11El grito que habían oído Leonardo y Tomás había sido el suyo,
25:16un alarido de rabia impotente desde la seguridad de sus aposentos.
25:21En el patio,
25:23un silencio atónito fue seguido por un murmullo de alivio.
25:27Martín había ganado.
25:30Y con él,
25:32todos los demás.
25:33De vuelta en la capilla,
25:35el grito había roto el hechizo.
25:40Leonardo miró hacia la puerta,
25:42luego de nuevo a Tomás.
25:43Tomó una decisión que cambiaría el curso de su propia vida.
25:49Vete,
25:50dijo en voz baja,
25:51coge la carta y vete por la puerta trasera del jardín.
25:54Nadie te verá.
25:58Tomás lo miró,
25:59incrédulo.
26:00¿Por qué?
26:01Porque mi familia ya le debe demasiado a la tuya.
26:04Respondió Leonardo,
26:06su voz cargada de un peso que Tomás no podía comprender del todo.
26:11Y porque un hombre debe poder luchar por el honor de su padre.
26:15Ahora,
26:16desaparece antes de que cambie de opinión.
26:18Sin esperar respuesta,
26:23Leonardo salió de la capilla y cerró la puerta,
26:25dejando a Tomás dentro.
26:26se apoyó contra la pared fría del pasillo,
26:32el corazón latiéndole con fuerza.
26:35Por primera vez en meses,
26:37no había actuado como el hijo de don Hernando,
26:39sino como él mismo.
26:40Y en ese acto de inesperada gracia,
26:45sintió que una pequeña parte de su alma,
26:48que creía muerta,
26:49volvía a la vida.
26:53Tomás no perdió un segundo.
26:55Salió por donde Leonardo le había indicado y se perdió en la noche,
26:58con la carta que era su futuro a salvo en su bolsillo.
27:01Fue a buscar a Luisa.
27:05La encontró llorando en un rincón del jardín,
27:08sola y desolada.
27:12Cuando lo vio,
27:13se levantó de un salto.
27:15Tomás,
27:16¿qué ha pasado?
27:17Él le mostró la carta.
27:18Lo tengo, Luisa.
27:23Lo conseguí.
27:24Soy libre.
27:25Y tú también.
27:26Luego,
27:27le contó rápidamente la verdad de su encuentro con Alejo
27:30y por qué necesitaba su ayuda.
27:34No había traición,
27:36solo desesperación.
27:38Tienes que encontrarlo,
27:39dijo Tomás.
27:41Tienes que explicarle.
27:44El amor como el vuestro
27:46no merece morir por las mentiras de otros.
27:49Con una última mirada de gratitud,
27:51Tomás desapareció.
27:55Luisa,
27:56con el corazón lleno de una nueva y frágil esperanza,
27:59corrió a buscar a Alejo.
28:02Lo encontró ensillando su caballo,
28:05dispuesto a marcharse del palacio para siempre.
28:10Entre lágrimas y palabras atropelladas,
28:13le contó toda la verdad.
28:15La injusticia cometida contra el padre de Tomás,
28:18la carta,
28:19la desesperación.
28:24Alejo la escuchó,
28:25y a medida que ella hablaba,
28:27la dura máscara de la traición en su rostro
28:29se fue desmoronando,
28:31reemplazada por la comprensión
28:32y un profundo arrepentimiento.
28:34Luisa,
28:39perdóname,
28:40susurró,
28:41atrayéndola hacia sí.
28:42Fui un necio,
28:43estaba tan ciego de celos que no quise ver la verdad.
28:46Se abrazaron bajo la luz de la luna,
28:51un perdón silencioso sellando las heridas
28:53que casi los habían separado para siempre.
28:59Leonardo,
29:00mientras tanto,
29:01volvió sobre sus pasos,
29:02pero en lugar de a sus aposentos,
29:05se dirigió a los de Irene.
29:06Entró sin llamar.
29:10Ella estaba junto a la ventana,
29:12la misma postura que él había adoptado antes en la biblioteca.
29:17Se giró al oírlo entrar,
29:19preparada para otra batalla.
29:21Pero el hombre que tenía delante ya no era el mismo.
29:24La frialdad había desaparecido de sus ojos,
29:30reemplazada por una vulnerabilidad que la dejó sin aliento.
29:36Tenía razón,
29:37Irene.
29:38Dijo,
29:39su voz apenas un susurro.
29:41He estado dejando que el odio de mi padre me definiera.
29:46He estado construyendo muros para no sentir nada,
29:50y casi te pierdo en el proceso.
29:55Dio un paso hacia ella,
29:56y otro,
29:57no quiero ser la sombra de mi padre,
30:00quiero ser el hombre que merezca tu amor.
30:04Y voy a luchar por nosotros,
30:06si todavía me quieres.
30:07Las lágrimas brotaron de los ojos de Irene,
30:10pero esta vez eran de alivio.
30:15Corrió hacia él y se arrojó a sus brazos,
30:17y él la sostuvo con una fuerza que era a la vez protectora y desesperada.
30:24Siempre.
30:25Susurró ella contra su pecho.
30:27Siempre te he querido.
30:29Entonces nos casaremos.
30:31Dijo él,
30:32apartándola para mirarla a los ojos.
30:33Pero no será bajo los términos de mi padre.
30:39Será bajo los nuestros.
30:41Juntos,
30:42le haremos frente.
30:45Juntos,
30:46construiremos nuestro propio futuro.
30:48En ese momento,
30:50en esa habitación,
30:51con el caos del palacio finalmente asentándose en un nuevo orden,
30:55dos almas que se habían perdido en la oscuridad
30:57encontraron el camino de vuelta a la luz,
31:00de vuelta el uno al otro.
31:01La noche en Valle Salvaje había comenzado con la promesa de ruina y desesperación.
31:11Pero a medida que el primer y tímido resplandor del alba comenzaba a teñir el horizonte,
31:16traía consigo el eco de los secretos revelados,
31:19de las injusticias reparadas y de un amor que,
31:22tras haber sobrevivido a la más dura de las tormentas,
31:25demostró ser inquebrantable.
31:26El futuro seguía siendo incierto,
31:31pero por primera vez en mucho tiempo,
31:33para aquellos que habían luchado por él,
31:35estaba lleno de esperanza.
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