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Valle Salvaje Capítulo 274 José Luis y Victoria AVANCE vallesalvaj EnglishMovie cdrama drama engsub chinesedramaengsub movieshortfull
Transcript
00:00Todo el dolor que le procure a mi hermano, todo, se lo voy a devolver. No sé ni cómo ni cuándo, pero le juro ante Dios que así será.
00:09El capítulo 270 y 4 de Valle Salvaje culmina con el juicio de victoria y el cierre de un ciclo de traiciones, fuego y redención. La duquesa, símbolo del poder corrupto, es finalmente desterrada, pero deja tras de sí una advertencia. El pasado no muere, solo esperaba.
00:31Rafael emerge como el heredero moral del valle, guiado por la compasión de Mercedes y la fe de Adriana, cuyo embarazo representa la renovación.
00:42Alejo, Luisa, Matilde y los demás encuentran en la verdad un nuevo propósito. Mientras las ruinas del incendio sirven de cimiento para un futuro distinto, el Valle Salvaje, una tierra marcada por la lucha entre amor y ambición, se despide de su mayor sombra.
01:00Sin embargo, bajo la calma, persiste la certeza de que toda paz es frágil y que incluso la redención más pura necesita vigilancia constante.
01:11El humo del sótano se elevaba en columnas grises cuando Alejo y Luisa emergieron jadeando al patio trasero. La lluvia comenzaba a caer, arrastrando con ella el olor a hollín y aceite quemado.
01:25Luisa, empapada, lo tomó del brazo con desesperación.
01:31¿Está muerto? Preguntó con voz quebrada. Alejo respiró con dificultad.
01:36No lo sé.
01:39Cayó y el fuego empezó a extenderse.
01:43No tuve tiempo de mirar.
01:46Dios mío, exclamó ella, llevándose las manos a la boca.
01:50No querías hacerle daño. Solo quería detenerlo.
01:56Respondió él, mirando la talla de oro que aún apretaba en la mano, pero ese hombre eligió su camino.
02:04De pronto, una figura surgió entre el humo del portalón.
02:08Era Pepa, que había corrido desde la cocina al ver las llamas.
02:12¿Qué demonios pasó aquí? Gritó.
02:15El almacén arde como un infierno.
02:18Alejo se volvió hacia ella.
02:21Pepa, avisa a los hombres.
02:24Traigan cubos de agua antes de que se propague.
02:27¿Y Tomás? Preguntó la anciana.
02:30Alejo vaciló.
02:32No lo sé.
02:34Puede que siga adentro.
02:35Sin dudarlo, Pepa corrió hacia la entrada, pero Alejo la detuvo.
02:41No entre.
02:42El humo es demasiado espeso.
02:45Si ese desgraciado muere calcinado, su alma no descansará jamás.
02:51Murmuró la mujer, persignándose.
02:54Luisa, temblando, se arrodilló bajo la lluvia.
02:59Todo es culpa mía.
03:01Si no lo hubiera protegido, Alejo se arrodilló frente a ella.
03:06No llegas de eso.
03:08Él era el culpable, no tú.
03:11Ya no podía cambiar.
03:13Mientras hablaban, varios jornaleros llegaron corriendo con cubos de agua.
03:19Entre ellos estaba Martín, el hermano de Matilde, y Atanasio,
03:23que no tardó en tomar el mando, echen agua por la entrada del sótano,
03:28y rápido.
03:30El fuego crepitaba con furia, pero la lluvia ayudaba a sofocar las llamas.
03:37Cuando finalmente lograron controlarlo,
03:40solo quedaron brasas humeantes y un olor a madera chamuscada,
03:44uno de los hombres, al remover los escombros, exclamó,
03:48Aquí hay alguien.
03:50Todos cogieron.
03:51Entre los restos ennegrecidos, encontraron el cuerpo de Tomás,
03:57apenas respirando, con el rostro cubierto de hollín.
04:01Está vivo, murmuró Alejo.
04:04Luisa se llevó una mano al pecho, a medio camino entre el alivio y el horror.
04:09Gracias a Dios.
04:11Gracias a la lluvia, replicó Pepa con dureza.
04:14Porque si dependiera de su suerte, ya estaría ardiendo en el infierno.
04:20Llamaron a Mercedes, que llegó acompañada por Rafael y dos guardias del valle.
04:26Al ver la escena, Rafael frunció el ceño.
04:30¿Qué ha pasado aquí?
04:32Alejo de un paso adelante.
04:34Encontré la talla de San Miguel escondida en el sótano.
04:38Tomás estaba allí.
04:40Intentó escapar, y el fuego empezó.
04:44Mercedes lo miró con incredulidad.
04:48¿Tomás?
04:49¿Robando de nuevo?
04:50Pepa intervino.
04:52Así es.
04:54Y Luisa lo sabía.
04:56No, gritó Luisa, desesperada.
05:00No lo sabía todo.
05:02Emma omenazó.
05:04Me dijo que si lo denunciaba, revelaría cosas del pasado.
05:08Cuando Rafael la miró con dureza.
05:11¿Y preferiste calar?
05:14Luisa rompió en llanto.
05:16Pensé que podría detenerlo sola.
05:19Mercedes suspiró.
05:21Apoyando una mano en su hombro.
05:24A veces, el silencio hace más daño que la verdad, hija.
05:29Rafael ordenó a los guardias.
05:31Llévenlo al granero.
05:33¿Que el médico lo vea?
05:35Si sobrevive, responderá ante la hermandad.
05:40Mientras se llevaban a Tomás, Alejo se quedó quieto, empapado bajo la lluvia.
05:46Rafael se acercó.
05:47¿Tuviste suerte de no morir ahí dentro?
05:50No fue suerte, respondió él.
05:54Fue rabia.
05:56Y miedo.
05:57Entonces canaliza ambos para proteger, no para destruir, dijo Rafael antes de marcharse.
06:04Cuando todos se dispersaron, Pepa y Mercedes ayudaron a Luisa a regresar al interior.
06:10En la cocina, el calor de la chimenea contrastaba con el frío del exterior.
06:16Luisa, aún temblando, miraba el fuego como si pudiera volver a ver las llamas devorando el sótano.
06:23¿Qué va a pasar con él?
06:25Preguntó en voz baja.
06:27Mercedes respondió sin dudar.
06:29La hermandad decidirá.
06:33Pero pase lo que pase, tú ya hiciste lo correcto al decir la verdad.
06:38Aunque haya sido tarde.
06:40Luisa se cubrió el rostro con las manos.
06:43¿No puedo evitar pensar que pude evitarlo todo?
06:47Ya no pienses en eso, dijo Pepa, sirviendo el té caliente.
06:52Hay gente que solo aprende cuando toca el fuego.
06:56Tomás era uno de ellos.
06:58Afuera, la lluvia seguía cayendo con fuerza, lavando las cenizas y el hollín del suelo.
07:06Alejo, de pie bajo el aguacero, observaba cómo los guardias se alejaban con el cuerpo de Tomás.
07:14Apretó los puños y murmuró.
07:16¿Esto aún no termina?
07:18La tormenta se llevó su voz, pero no su promesa.
07:21El día amaneció con una quietud engañosa.
07:26En los corredores de la casa grande se respiraba el polvo del silencio.
07:31Interrumpido solo por el eco de pasos nerviosos, Alejo caminaba con paso firme,
07:38sosteniendo un papel arrugado entre los dedos.
07:40Lo había encontrado por casualidad o quizá por destino en el armario de Luisa.
07:46El mismo plano que Tomás había dibujado semanas atrás, con cada rincón, cada pasadizo y cada entrada secreta de la casa,
07:55Su corazón latía con furia mientras volvía a examinarlo.
08:02Había marcas rojas en los márgenes, líneas torcidas que apuntaban hacia el sótano donde se guardaban las reliquias
08:09y la pequeña talla de oro que tanto valor tenía para la familia Guzmán.
08:14Todo encajaba.
08:16Tomás planeaba un robo y Luisa, por compasión o miedo, estaba implicada.
08:22Alejo dobló el papel con cuidado y salió al patio.
08:27Allí la vio, de espaldas, recogiendo ropa mojada de una cuerda.
08:32Luisa la llamó con voz contenida.
08:36Ella se giró, sorprendida por el tono seco.
08:40—¿Qué ocurre, Alejo?
08:43—Necesito hablar contigo —respondió, acercándose.
08:47—¿Y quiero que me digas la verdad?
08:49Luisa bajó la vista.
08:52—¿Verdad sobre qué?
08:54—¿Sobre esto?
08:56Alejo extendió el plano frente a ella.
08:59El color abandonó el rostro de Luisa.
09:03Dio un paso atrás, temblando.
09:06—Yo puedo explicarlo.
09:09—No me expliques nada —la interrumpió.
09:12—Sólo dime si lo hiciste tú o ese desgraciado.
09:15—¿Las palabras le dolieron más que un golpe?
09:20—¿No sabes lo que dices?
09:23—Si lo sé —replicó él, elevando la voz.
09:27—Sé que ese hombre te está usando.
09:29—¿Que te arrastra otra vez a su miseria, igual que antes?
09:34—Luisa negó con la cabeza.
09:37—No es eso.
09:39Tomás me homenazó.
09:40—Dijo que si no lo ayudaba, contaría cosas del pasado.
09:45—¿No podía permitir que todo saliera a la luz?
09:49—Alejo respiró hondo, intentando contener su rabia.
09:53—¿Y preferiste ser su cómplice?
09:56—No lo soy —respondió ella, con lágrimas en los ojos.
10:00—Sólo traté de proteger y y proteger a todos.
10:06El joven apretó los puños.
10:08—No necesito protección.
10:11—Necesito justicia.
10:14Durante un instante, ambos se miraron en silencio.
10:17El viento, agitando las sábanas tendidas entre ellos.
10:22Luego Alejo bajó la voz.
10:24—Dime dónde está ahora.
10:25En las chimeneas, susurró ella, revisando los ductos del alasur.
10:33Dice que necesita limpiar, pero no confío en él.
10:38Alejo asintió.
10:40—No te preocupes.
10:42—Yo me encargaré.
10:44—Por favor, suplicó ella, sujetándole el brazo.
10:48—No hagas nada imprudente.
10:51—Ya es tarde para la prudencia.
10:53Se soltó bruscamente y se marchó, dejando atrás el olor a ropa húmeda y culpa.
11:00Luisa se dejó caer sobre una silla, llorando en silencio.
11:04Pepa la encontró minutos después.
11:07—¿Qué has hecho ahora, criatura?
11:10—le dije a Alejo la verdad.
11:12Respondió entre sollozos.
11:15—Va a buscar a tu más.
11:17Pepa se persignó.
11:20—Dios nos protea.
11:21—Ese muchacho tiene fuego en la sangre.
11:25Si los enfrenta, uno de los dos no saldrá vivo.
11:29Mientras tanto, Alejo atravesaba los corredores con paso decidido.
11:35El sonido de su respiración se mezclaba con el crujido de la madera bajo sus botas.
11:41Subió las escaleras, dobló por el pasillo del alasur y finalmente encontró la escalera que conducía a las chimeneas.
11:48Allí estaba Tomás, cubierto de hollín, agachado frente a un ducto abierto.
11:55Al oír los pasos, se giró con una sonrisa burlona.
11:59—Vaya, si es el perro guardián del valle.
12:03Alejo no respondió.
12:05—Avanzó hasta quedar a unos metros de él.
12:08—Sé lo que planeas.
12:10—Ah, ¿sí? Tomás se limpió las manos con calma.
12:15—Entonces, ahórrame explicaciones.
12:19Alejo sacó el plano del bolsillo y lo arrojó al suelo.
12:22—¿Buscas esto?
12:24Te vas a pudrir antes de tocar una sola moneda.
12:27Tomás soltó una carcajada.
12:29—¿Eres valiente, muchacho?
12:33—¿Pero no entiendes el juego?
12:35—Esta casa me debe demasiado.
12:38—Y pienso cobrarlo.
12:40—¿Rubando?
12:41—¿Llamemos la justicia?
12:43—Los Guzmán se alimentaron de nosotros toda la vida.
12:48—Es hora de equilibrar la balanza.
12:50Alejo se acercó un paso más.
12:54—No hables de justicia cuando tus manos están manchadas por traición.
12:58El ambiente se volvió espeso.
13:02Tomás lo miró fijamente, con los ojos encendidos de rencor.
13:07—¿Tú no sabes lo que es perderlo todo?
13:10—Sí lo sé —replicó Alejo.
13:13—Y por eso no voy a dejar que arruines lo poco que nos queda.
13:18Por un momento pareció que se lanzarían el uno contra el otro,
13:22pero Alejo se contuvo, dio media vuelta y dijo antes de marcharse.
13:27—Si te atreves a tocar algo que no te pertenece, no responderé por mis actos.
13:33Tomás lo observó alejarse con una sonrisa torcida.
13:37—Entonces prepárate muchacho.
13:40—Porque ya empecé.
13:41Luisa pasó el resto del día con el corazón en vilo.
13:46Cada sonido de pasos, cada puerta que se abría, la hacía estremecerse.
13:52Sabía que Alejo no era hombre de palabras vacías y que si encontraba a Tomás cometiendo alguna fechoría,
13:59lo enfrentaría sin pensar en las consecuencias.
14:02En la cocina, sus manos temblaban mientras pelaba papas.
14:07Pepa la observaba en silencio, hasta que no pudo más.
14:11—Luisa, mírame —le dijo, apoyando el cucharón sobre la mesa.
14:16—¿Estás pálida como la cera?
14:18—¿Qué demonios pasa con Chigo?
14:21Luisa se secó el sudor de la frente.
14:24—He metido a todos en peligro, Pepa.
14:27Alejo sabe lo del plano.
14:28—Pepa la miró horrorizada.
14:32—¿Y le dijiste que fue Tomás?
14:35—Sí —murmuró.
14:37—Y fue tras él.
14:39La anciana se persignó.
14:42—Santo Chelo.
14:44—Ese hombre no conoce límites y Alejo tampoco.
14:48Si se cruzan, el diablo se frota las manos.
14:53Luisa rompió a llorar.
14:55—No sé cómo llegué a esto.
14:57—Sólo quería ayudarlo.
15:00—Evitar que cometiera una locura.
15:02—Y en su lugar, lo empujaste más hondo —respondió Pepa,
15:07aunque su tono era más de tristeza que de reproche.
15:11—Luisa, tienes que entender algo.
15:13¿Hay hombres que nacen torcidos?
15:16—No importa cuánto los endereces.
15:18¿Siempre se doblan otra vez?
15:21Luisa asintió, ahogándose en su culpa.
15:24—Debí escucharles cuando me dijeron que me alejara.
15:28—Ya no sirve lamentarse —dijo Pepa, limpiándole las lágrimas con el delantal.
15:36—Ahora lo único que puedes hacer es hablar con Mercedes.
15:39—Ella sabrá cómo manejar esto.
15:42—Luisa negura pidamente —no.
15:46—Si Mercedes se entera, informará a Rafael y él mandará arrestar a Tomás.
15:53—¿Lo matarán en la cárcel?
15:55—Entonces dime tú, ¿qué solución tienes? —replicó Pepa con firmeza.
16:00—¿Esperar a que Alejo le abra la cabeza con una pala?
16:04—Luisa no respondió.
16:07—Solo se levantó, temblando.
16:10—Voy a detenerlos.
16:12—No sé cómo, pero lo haré.
16:15—Pepa la sujetó del brazo.
16:18—Luisa, no seas tonta.
16:21—Ese hombre te manipula.
16:24—Si te acercas, te arrastrará con él.
16:27—Prefiero caer con él que verlo muerto por mi culpa —susurró.
16:31—Antes de salir corriendo.
16:34—Mientras tanto, Alejo vagaba por los pasillos del Ala Sur, buscando alguna señal de Tomás.
16:42No lo había visto desde el enfrentamiento en las chimeneas, pero algo le decía que el ladrón no se había rendido.
16:50Su intuición lo llevó hasta los almacenes subterráneos, donde se guardaban las herramientas de mantenimiento.
16:57Allí, encontró una puerta entreabierta.
17:02Entró con cautela, el corazón martilleándole el pecho.
17:07Dentro, una lámpara encendida sobre una mesa iluminaba un pequeño bulto envuelto en tela.
17:12Al acercarse, lo desató y vio brillar el dorado de la talla sagrada de San Miguel, la misma que había desaparecido del oratorio hacía tres días.
17:24—¡Maldito seas! —murmuró entre dientes.
17:27Una voz detrás de él respondió.
17:30—¿Llegaste más rápido de lo que pensé?
17:33Alejo se giró.
17:34Tomás estaba allí, con una sonrisa torcida y un cuchillo en la mano.
17:40—Te dije que no entendías el juego.
17:43—¿Vas a matarme? —preguntó Alejo, sin retroceder.
17:47—No quiero matarte —respondió Tomás.
17:51—¿Sólo quiero tiempo?
17:53Este valle le pertenece a los ricos, y ellos se han llenado los bolsillos a costa de nosotros.
18:00—Lo que hago no es robo, es justicia.
18:04—Eso no es justicia —replicó Alejo.
18:08—¿Es resentimiento disfrazado?
18:11Tomás lo miró con desprecio.
18:14—¿Hablas como un noble?
18:16—¿Crees que porque trabajas para ellos ya eres diferente?
18:20—¿Pero sigues siendo un peón?
18:23—Y tú sigues siendo un cobarde —escupió Alejo.
18:27Por un momento, el silencio los envolvió.
18:30La lámpara chispeó, proyectando sombras violentas sobre las paredes.
18:36Tomás apretó el cuchillo, pero Alejo no se movió.
18:41—Vete, muchacho —dijo finalmente Tomás.
18:44—No quiero hacerte daño.
18:47Esta pieza me dará lo suficiente para desaparecer y empezar de nuevo.
18:52—No te vas a llevar nada —respondió Alejo, con la voz baja pero firme.
18:59Tomás dio un paso al frente.
19:02—No te metas en esto.
19:05—Ya estoy metido.
19:06El ladrón lanzó una carcajada amarga.
19:09—Entonces, morirás por algo que no entiendes.
19:14Antes de que pudiera moverse, Alejo lo empujó con fuerza.
19:18El cuchillo cayó al suelo y ambos se lanzaron al cuerpo a cuerpo.
19:23La mesa se volcó, la lámpara rodó y el aceite encendido se derramó por el suelo.
19:29Un resplandor naranja iluminó el caos.
19:33—Te voy a matar, mocoso —gritó Tomás, intentando sujetarlo.
19:38Alejo, con la furia de quien defiende algo más que una reliquia, lo golpeó contra la pared.
19:44—No mientras respire.
19:46Un segundo golpe, luego otro.
19:50Tomás cayó al suelo, sangrando por la ceja, pero antes de perder el sentido, murmuró.
19:57—Esto no acaba aquí, Alejo.
20:01—Nunca acaba.
20:03El fuego comenzaba a lamer las tablas del suelo.
20:07Alejo tomó la talla dorada y corrió hacia la salida.
20:11Al subir las escaleras, oyó a alguien gritar su nombre.
20:16Era Luisa, que bajaba corriendo hacia él.
20:20—Dios mío, Alejo, ¿qué has hecho?
20:22Él apenas tuvo aliento para responder.
20:26—¿Salvarte?
20:27El amanecer siguiente trajo consigo un silencio pesado.
20:32El fuego del sótano había sido extinguido, pero el humo aún flotaba en los corredores de la casa grande,
20:39como un recuerdo que se negaba a desaparecer.
20:42Tomás permanecía inconsciente en el granero, con el cuerpo vendado y el rostro irreconocible por las quemaduras.
20:51Nadie sabía si sobreviviría al día.
20:54Mercedes y Rafael se reunieron en el despacho, donde los documentos chamuscados del inventario esperaban sobre la mesa.
21:02El daño fue menor, dijo ella, revisando los papeles, pero el escándalo será grande.
21:10Todos en el valle ya hablan del incendio.
21:14Rafael suspiró, frotándose el puente de la nariz.
21:18La justicia tarda, pero llega.
21:22Si Tomás despierta, será entregado a la hermandad.
21:26Y Luisa preguntó Mercedes.
21:28—¿Quedará bajo tu cuidado?
21:30—respondió él.
21:32—¿Nadie mejor que tú para enseñarle que la compasión no debe confundirse con debilidad?
21:39Mercedes asintió.
21:41Aunque su expresión era sombría, ha sufrido bastante,
21:45pero su silencio casi nos cuesta más que un robo.
21:50A veces el amor malentendido es la peor de las cadenas.
21:54Mientras tanto, en la habitación de servicio,
21:57Luisa se despertó sobresaltada.
22:01Había soñado con llamas, con gritos, con el rostro de Tomás mirándola entre el humo.
22:08Se incorporó sudando, con los ojos enrojecidos.
22:13Pepa la observaba desde la silla, donde había pasado la noche velándola.
22:17—¡Ya estás despierta! —dijo la anciana con suavidad.
22:22—Tranquila.
22:23—¿Todo terminó?
22:25Luisa negó con la cabeza.
22:27—Nada ha terminado.
22:30—Si Tomás muere, lo habré matado yo.
22:33Pepa suspiró.
22:35—Tú no lo mataste, criatura.
22:38Él se mató solo, con sus malas decisiones,
22:40pero yo lo dejé llegar tan lejos.
22:45—Porque creíste en él —replicó Pepa.
22:48—Y eso, aunque sea un error, no es pecado.
22:53Pero ahora aprende.
22:54Hay gente que solo ama el poder de arrastrar a otros con ellos.
22:59En ese momento, Mercedes entró, con paso lento pero firme.
23:04Luisa dijo,
23:05—Necesito hablar contigo.
23:08La mujer bajó la mirada.
23:11—Sé lo que va a decirme.
23:14—Entonces escúchame igual —continuó Mercedes.
23:17—No voy a huzgarte.
23:20—Ya has pagado bastante,
23:22pero debes prometerme algo,
23:24que no volverás a dejar que el miedo te haga mentir.
23:28Luisa levantó los ojos, llenos de lágrimas.
23:32—Lo prometo, señora.
23:34—Mercedes asintió.
23:37—Bien.
23:39—Porque si el perdón de Dios es infinito,
23:41el de los hombres no lo es tanto.
23:45Mientras en la casa pequeña reinaba la calma tensa,
23:49en el ala principal el marqués Hernando discutía con José Luis,
23:54el duque había pasado la noche sin dormir,
23:57atormentado por la confesión de victoria
23:59y por la carta úsula,
24:01que lo perseguía como un fantasma.
24:03—Esa mujer nos destruyó a todos —dijo Hernando,
24:07golpeando la mesa con el bastón.
24:09—Pero tú le diste poder por...
24:11—¿La dejaste moverse libremente mientras jugaba con nuestras vidas?
24:15José Luis lo miró con cansancio.
24:19—No lo niego,
24:20pero ya lo he pagado con creces.
24:23—Lo que me preocupa ahora no es ella,
24:27sino el futuro de este lugar.
24:29—Entonces deja que Rafael lo maneje —replicó el marqués.
24:33—¿Tú ya has tenido tu turno?
24:36—Eso haré —dijo José Luis,
24:39con un dejo de resignación.
24:41—Pero antes necesito enmendar un último error.
24:44—¿A qué te refieres?
24:47—José Luis abrió un cajón y sacó un sobresellado.
24:51—Este documento anula la deuda de Adriana
24:55y le otorga las tierras del llano sur.
24:58—Quiero que Rafael y su hijo tengan algo
25:01que ningún Guzmán pueda arrebatarles —Hernando frunció el seño.
25:05—¿Y crees que la corona aceptará eso?
25:09—Ya no me importa la corona —respondió el duque.
25:12—Sólo quiero morir en paz.
25:15En el granero, Tomás comenzó a moverse.
25:19El médico, que lo vigilaba desde la distancia,
25:22se apresuró a llamarle la atención a los guardias.
25:26—Está consciente.
25:27Uno de ellos corrió a informar a Rafael
25:30que llegó de inmediato.
25:32El ladrón abrió los ojos lentamente, confundido,
25:36y lo primero que vio fue el rostro del joven Guzmán
25:39mirándolo con frialdad.
25:41—Volviste del infierno —dijo Rafael.
25:45Tomás intentó hablar, pero la voz le salió ronca.
25:50—¿Dónde?
25:51—Estoy.
25:53—En el lugar donde pagarás lo que hiciste —respondió Rafael.
25:56—El hombre soltó una risa débil.
25:59—¿Y tú crees que esto acaba conmigo?
26:03—Siempre habrá otro Tomás en este valle.
26:06—La injusticia nunca muere.
26:08—Quizás no —replicó Rafael—, pero esta vez no triunfará.
26:15En ese instante, Luisa entró al granero.
26:19Su rostro estaba pálido como la cera.
26:22Tomás la miró y sonrió con burla.
26:25—Viniste a despedirte, amor.
26:29—Ella se arrodilló junto a él, con los ojos llenos de lágrimas.
26:34—No vine por ti.
26:36—Vine por mí.
26:38—Para pedirte perdón y para decirte adiós.
26:42Tomás la observó por un largo momento,
26:45y en sus ojos, por primera vez, se asomó un brillo de arrepentimiento.
26:50—Siempre fuiste demasiado buena —murmuró.
26:54—Y tú, demasiado orgulloso —respondió ella.
26:59El silencio llenó el granero.
27:02Afuera, el viento soplaba con fuerza,
27:06arrastrando consigo el último humo del incendio.
27:10Algo en el aire olía a cierre.
27:12Afinal, aunque nadie se atreviera a decirlo,
27:16la noticia del incendio y del enfrentamiento entre Alejo y Tomás
27:19se extendió como pólvora por el valle.
27:23En las tabernas, los campesinos hablaban con asombro,
27:27mezclando rumores y verdades.
27:30Algunos decían que Tomás había intentado robar la talla dorada
27:33para venderla a contrabandistas.
27:35Otros aseguraban que lo había hecho por venganza contra los Guzmán
27:39Nadie, sin embargo, dudaba de que el fuego
27:43había sido una señal de que la paz todavía era una ilusión.
27:48Mientras tanto, en la casa pequeña,
27:51Matilde llegaba corriendo, empapada por la lluvia,
27:54tras enterarse de lo ocurrido.
27:57—¿Dónde está Martín? —preguntó con voz alterada.
28:01Mercedes la detuvo.
28:03—Tranquila, hija.
28:04—¿Está con Atanasio en el establo?
28:07—¿Están ayudando a limpiar los restos del incendio?
28:11—Matilde respiró con alivio.
28:14—Temí que le hubieran llamado para custodiar a Tomás.
28:17—No quiero que se acerque a él.
28:20—Ese hombre no volverá a levantarse fácilmente —dijo Mercedes.
28:25—¿Pero aún puede hacer daño con la lengua?
28:27—¿La gente como él muerde hasta con la sombra?
28:31—Matilde bajó la voz.
28:34—No confío en que lo dejen vivir.
28:37—Los guardias dicen que lo llevarán ante la Santa Hermandad
28:40apenas se recupere.
28:43—Así debe ser —replicó Mercedes.
28:46—No habrá justicia si no responde por sus actos.
28:50—Atanasio entró en ese momento, con el rostro cubierto de hollín.
28:56—El fuego no se extendió más —informó.
28:59—Pero el sótano está perdido.
29:02Rafael dijo que lo sellarán y nadie volverá a bajar allí.
29:07—Así es como se entierra un pecado —murmuró Mercedes, pensativa.
29:12Bajo piedra y silencio.
29:15—Matilde lo miró con preocupación.
29:17—Atanasio, ¿qué pasará con nosotros?
29:21—Victoria sigue en algún lugar.
29:24—¿Y José Luis está enfermo?
29:27—Siento que el valle se desmorona otra vez.
29:30—Él tomó su mano.
29:32—No todo se desmorona.
29:35—A veces, lo que cae sirve para construir algo nuevo.
29:39Esa misma tarde, Rafael fue a visitar a José Luis,
29:43que yacía en cama, con el rostro pálido, pero los ojos lúcidos.
29:49—Padre, ¿los hombres de la hermandad llegarán mañana?
29:53—¿Se llevarán a Tomás?
29:55—Déjalos hacer su trabajo —respondió el duque.
29:58—Pero antes quiero verlo.
30:01—¿Para qué? —preguntó Rafael.
30:03—José Luis lo miró con gravedad.
30:06—Porque también es mi culpa.
30:09—Ese hombre sirvió a nuestra casa durante años.
30:13—Lo vi hundirse y no hice nada.
30:17—Al igual que no hice nada cuando Úrsula cayó,
30:20cuando Victoria destruyó todo,
30:22he sido un espectador de mi propia ruina.
30:26—Rafael se sentó a su lado.
30:28—¿Aún puede remediar algo?
30:30—¿Con su testimonio puede limpiar el nombre del valle
30:33ante la hermandad?
30:35—¿Y el mío?
30:37—El suyo se limpiará con sus actos —respondió Rafael.
30:41—Oye Luis Chondry o débilmente.
30:44—Hablas como si fueras un sacerdote.
30:47—Sólo intento ser un hombre justo —dijo Rafael,
30:51apartando la mirada.
30:53Esa noche, José Luis pidió que lo llevaran al granero.
30:57—¿Por qué? —Mercedes se opuso, pero él insistió.
31:01—Necesito verlo —dijo con voz temblorosa.
31:04—Si no lo hago, moriré con la culpa.
31:08Cuando entró, Tomás yacía semiconsciente sobre la cama de paja.
31:14Sus ojos se entreabrieron al reconocerlo.
31:17—Así que viniste —murmuró con amargura.
31:20José Luis lo observó en silencio unos segundos antes de responder.
31:25—Vine a escucharte.
31:28—Si tienes algo que decir, hazlo ahora.
31:32—Toma a shotu un arishorunza.
31:35—Escucharme.
31:36—Cuando era tu sirviente, nunca lo hiciste.
31:39—Ahora es tarde, duque.
31:42—Tu arrepentimiento no me sirve de nada.
31:45—Quizá no —admitió She Luis.
31:47—Pero no vine por mí.
31:50—Vine por el valle.
31:51—Por las almas que destruiste con tus mentiras.
31:55Tomás lo miró con desprecio.
31:58—No fui yo quien las destruyó.
32:01—Fuiste tú y tu mujer y tus hijos con su poder y su hipocresía.
32:07—Yo solo recogí lo que ustedes dejaron caer.
32:10—El silencio fue denso como el aire antes de la tormenta.
32:14—José Luis raspiró ujondo.
32:17—Entonces muere creyendo eso.
32:19—Si te da consuelo, moriré libre.
32:22—murmuró Tomás.
32:24Cerrando los ojos, José Luis se levantó con dificultad.
32:29Antes de salir, dijo en voz baja.
32:32—No hay libertad para quien vive odiando.
32:35—Que Dios te perdone.
32:37—Si aún puede.
32:38—Al salir, Mercedes lo esperaba.
32:42—¿Y bien?
32:43—preguntó.
32:44—Su corazón está tan quemado como su cuerpo.
32:47—respondió él.
32:49—Pero el mío, por fin, empieza a enfriarse.
32:53En la madrugada, Matilde y Atanasio llevaron comida a los guardias del granero,
32:59pero al abrir la puerta encontraron la cama vacía.
33:03Tomás había desaparecido.
33:06—Por la santa hermandad —exclamó Atanasio.
33:09—¿Cómo escapó?
33:11Matilde corrió a avisar a Mercedes.
33:15En minutos, Rafael y Alejo ya estaban revisando los alrededores.
33:21Los perros olfateaban el barro y los arbustos,
33:24pero la lluvia de la noche anterior había borrado cualquier rastro.
33:29Luisa, al enterarse, quedó paralizada.
33:31—No puede ser.
33:34—No puede seguir vivo y libre.
33:37Peppa la abrazó.
33:39—Sí puede.
33:41El mal siempre encuentra una grieta por donde colarse.
33:45Desde lo alto de la colina, bajo la niebla,
33:48una figura cojeante avanzaba con dificultad,
33:51apoyándose en un bastón improvisado.
33:54Era Tomás.
33:55Sus pasos eran lentos,
33:58pero su mirada ardía con la obstinación de quien aún no acepta su destino.
34:04El amanecer encontró al valle sumido en un torbellino de rumores.
34:09Los campesinos aseguraban haber visto a un hombre herido cruzando el bosque.
34:13Otros decían que había sido devorado por los lobos,
34:17pero Rafael sabía que Tomás seguía con vida.
34:21Su instinto no se equivocaba.
34:24Un hombre como él no se rendía.
34:27No mientras quedara aire en sus pulmones,
34:30reunió a Alejo, a Tanacio y un grupo de guardias.
34:34Busquen desde el arroyo hasta las ruinas del viejo molino,
34:38ordenó.
34:40Debe estar escondido cerca del río.
34:43No llegará lejos con esas heridas.
34:45Alejo asintió, con los ojos encendidos.
34:49Si lo encuentro, ¿quiere que lo traiga con vida?
34:53Sí, respondió Rafael con firmeza.
34:57La justicia no se mancha con sangre.
35:00Si muere, que sea por el juicio de Dios, no por nuestra rabia.
35:06Sin embargo, en el corazón de Alejo,
35:09latía un fuego que no conocía de leyes ni de perdón.
35:13Mientras encillaba su caballo,
35:15pensaba en el rostro de Luisa,
35:17en las lágrimas que había derramado,
35:20en la humillación que Tomás le había hecho sufrir.
35:23Esta vez no escapará, murmuró.
35:26Mientras tanto, Luisa permanecía en su habitación,
35:30mirando por la ventana.
35:32La lluvia había cesado,
35:34pero el valle seguía cubierto de niebla.
35:37Pepa entró con una taza de caldo.
35:40¿Debes comer algo? dijo.
35:42Si te desmayas, no ayudas a nadie.
35:47Luisa tomó la taza sin mirar.
35:50¿Y si Alejo lo encuentra?
35:52Entonces, Dios decidirá qué hacer con él,
35:56respondió la anciana.
35:58No podemos controlar todo ello.
36:01Pero sí podemos elegir no volver a sufrir por quien no lo merece,
36:05añadió Mercedes, que acababa de entrar.
36:08Y, tú, Luisa, ¿mereces paz?
36:13¿Paz? repitió ella, con una risa amarga.
36:17¿Cómo se encuentra eso cuando todo lo que toqué termina en cenizas?
36:22Mercedes se acercó, le levantó la barbilla y la obligó a mirarla.
36:27La paz no se encuentra, se construye.
36:31¿Empieza por perdonarte?
36:34En ese momento, los ladridos de los perros rompieron el silencio.
36:39Afuera, Rafael y los hombres regresaban.
36:44Alejo venía al frente, empapado y con el rostro endurecido.
36:49¿Lo encontraron? preguntó Mercedes.
36:52Alejo desmontó del caballo.
36:54¿Sí?
36:57¿Estaba escondido en las cuevas del molino?
37:00Lo tenemos.
37:02Rafael, que venía detrás, bajó con calma.
37:06Está vivo.
37:08¿Pero apenas?
37:09Luisa se tapó la boca.
37:12¿Qué le hicieron?
37:13Nada, respondió Rafael.
37:17El frío y las heridas hicieron lo que nosotros no podíamos.
37:22Pidió que lo llevaran al establo.
37:23Tomás, envuelto en una manta, respiraba con dificultad.
37:29Cuando vio a Rafael acercarse, sonrió débilmente.
37:33Así que viniste a ver cómo muere un hombre.
37:36No vine a ver morir a nadie, respondió Rafael.
37:40Vine a ofrecerte una última oportunidad.
37:44Tomás soltó una carcajada ronca.
37:47¿Oportunidad?
37:48Ya no tengo nada.
37:49Sí, dijo Rafael, inclinándose.
37:54¿Tienes el poder de decir la verdad?
37:57Cuéntanos, ¿quién te ayudó a entrar al sótano?
38:00¿Quién te dio los planos?
38:02Los ojos de Tomás se entrecerraron.
38:05¿Y qué gano con eso?
38:08¿Ganas el descanso?
38:10Respondió Mercedes, que se había acercado silenciosamente.
38:13¿Ganas la posibilidad de que tu alma no se pierda por completo?
38:18El hombre la miró con una mezcla de burla y tristeza.
38:23El alma.
38:25¿Qué palabra tan bonita para los que pueden dormir tranquilos?
38:29Yo nunca tuve una.
38:31Luisa, que observaba desde la puerta, no pudo contenerse.
38:37Sí, la tuviste, Tomás.
38:39¿La perdiste cuando elegiste odiar?
38:42Él la miró con ojos vidriosos.
38:45Siempre supe que serías mi castigo.
38:49Y tú, mi lección, respondió ella, con una calma que sorprendió a todos.
38:54Rafael se inclinó de nuevo.
38:57Por última vez, Tomás.
38:59¿Quién te ayudó?
39:00El ladrón tosió y una mancha oscura se extendió sobre la manta.
39:06No, no fue solo por el oro, murmuró.
39:10Alguien quería que todo ardiera, que la casa se destruyera.
39:15Dijo que así se haría justicia.
39:18¿Quién exigió Rafael?
39:21Tomás sonrió con una mueca que era casi un espasmo.
39:26Victoria.
39:27El nombre cayó como un rayo.
39:30Mercedes se llevó una mano al pecho.
39:33Y Rafael sintió cómo la rabia le subía por la garganta.
39:36Victoria.
39:37Victoria.
39:38Tomás oscintió debilmente.
39:41Ella me dio el plano.
39:43Me prometió dinero y libertad.
39:46Dijo que quería ver caer esta casa.
39:48Que el fuego purgaría el apellido Guzmán.
39:52Rafael apretó los puños.
39:53Maldita sea.
39:55Pero antes de poder seguir interrogándolo, Tomás soltó un último suspiro.
40:02Su cuerpo se relajó y su cabeza cayó hacia un lado.
40:05Murió, dijo Atanasio en voz baja.
40:10Luisa lloró en silencio.
40:12Rafael se apartó, temblando de ira.
40:16Victoria no solo destruye a los vivos.
40:19Usa a los muertos para seguir envenenando todo.
40:22Mercedes lo detuvo.
40:25Rafael, no dejes que el odio te consuma.
40:29Si caes en su juego, ella habrá ganado.
40:33Él la miró con los ojos llenos de fuego.
40:36No, Mercedes.
40:38Esta vez, ella va a pagar.
40:41Y salió del establo bajo la lluvia, decidido a poner fin, de una vez por todas,
40:46al ciclo de venganza que había convertido el valle salvaje en un campo de ruinas,
40:53la tormenta no se detuvo durante el resto del día.
40:57Las nubes parecían haberse aferrado al valle,
41:00con la misma obstinación que la ira de Rafael.
41:04Caminaba solo por el sendero que llevaba hacia el antiguo caserón del norte,
41:08donde, según algunos informes, Victoria había sido vista por última vez.
41:14La lluvia empapaba su capa, pero él no se inmutaba.
41:19Cada gota parecía avivar más su determinación.
41:23Mercedes lo había intentado detener, pero no hubo manera.
41:28Rafael, no puedes ir solo, le había dicho.
41:32Victoria no es una mujer cualquiera.
41:35Es capaz de todo.
41:36Precisamente por eso debo ser yo, había respondido.
41:42Si mando a otros, ella huirá.
41:45Pero si me ve, sabrá que su tiempo terminó.
41:48A pocos kilómetros, en el refugio del caserón, Victoria permanecía en penumbra.
41:54La vela sobre la mesa temblaba con la corriente del viento.
41:58Frente a ella, un mapa del valle y varias cartas abiertas.
42:03Su mente trabajaba sin descanso.
42:06Tomás follow, murmuró parashimishma, y con su fracaso, mis aliados dudarán de mí, pero aún no he perdido.
42:16Tomó una de las cartas sellada con el escudo de Toledo.
42:21La leyó en silencio.
42:23Su rostro se ensombreció.
42:26Han suspendido el proceso.
42:28Susurró.
42:28El consejo no moverá un dedo sin más pruebas.
42:34Apretó el papel con rabia.
42:37José Luis, Rafael, aún no saben lo que soy capaz de hacer.
42:42El ruido de un caballo la hizo girarse bruscamente.
42:47Corrió hacia la ventana y vio una silueta aproximarse bajo la lluvia.
42:52Rafael desmontó y empujó la puerta sin anunciarse.
42:57Victoria sonrió.
42:58Sin sorpresa.
43:01Sabía que vendrías.
43:02Y sabía que te encontraría.
43:05Replicó él, empapado, con los ojos encendidos.
43:09Ella se acercó lentamente, con un aire casi maternal.
43:14Rafael, no cometas el mismo error que tu padre.
43:18No me amenaces.
43:20Hablemos.
43:22¿Hablar?
43:22Respondió con amargura.
43:25Después de usar a Tomás, de provocar el incendio,
43:28de poner en riesgo a todos.
43:31Tomás era un ladrón.
43:33Replicó ella con frialdad.
43:35Si fracasó, fue por su torpeza, no por mis planes.
43:39Yo solo le di una oportunidad.
43:43¿Qué culpa tengo de que los débiles siempre decepcionen?
43:49Rafael avanzó un paso más.
43:52Tu culpa es no haber amado nunca a nadie, ni siquiera a ti misma.
43:56Victoria lo observó con atención.
44:00¿Crees que el amor redime, verdad?
44:03¿Eres igual que Adriana, inocente, predecible?
44:06Adiós.
44:07Adiós.
44:07Gracias por ver el video.
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