00:12Y bueno, yo creo que un poco de inseguridades también, la televisión te lleva a eso.
00:20Y yo entré, recuerdo que yo me lo voy a poner.
00:24Fui un día a un centro estético y me dijeron, mira, para rellenarte aquí, rellenarte, ay sí, los labios, pónme, tranquila, yo lo hago.
00:35¿Y sin mayor, digamos, conocimiento de la sustancia?
00:37Nada, yo no sabía nada de eso y yo quería cambiar, yo quería verme más bella, más espectacular.
00:43Te iba arrastrando la televisión, pues, entiendes, ya yo estaba haciendo Caína, Caína era un personaje antagónico,
00:50éramos siete mujeres, paralizábamos la televisión a las nueve de la noche, toda Venezuela iba a ver esa telenovela.
00:58Y yo recuerdo, Shirley, que yo, César Miguel Rondón, entré hoy e hice unas escenas, y la siguiente escena, ya yo tenía la boca así.
01:09Y me dijo, Daisy, ¿qué te hiciste?
01:11Y yo le dije, me dijo, guau, te deformaste toda la cara.
01:15Y allí yo entendí el error que había cometido.
01:19Ya lo tenía dentro de mi cara, yo solamente me puse en la cara, o sea, en los pómulos y en los labios,
01:27y ya yo dije, bueno, tengo que manejar esto de la mejor manera.
01:31A lo largo del tiempo, ellos estaban bien, estaban perfectos.
01:34Una vez, hace como tres años, tres, cuatro años, empezaron a emigrar, gracias a Dios, cuento con una de las mejores dermatólogos del país, que es Susana Mexicones.
01:45Y me los tiene súper controlados.
01:48Y ahorita, ¿qué hago?
01:49Cuando el público, cuando nacen las redes sociales, no sé si qué te pasa, qué te hiciste, qué te inyectaste, ¿no?
01:56Ya seguir con eso y a la señora que te lo dice, bueno, señora, gracias a Dios, usted está bello, usted está espectacular.
02:03No lo haga, no permita que nadie lo haga.
02:06Y vivir con esto, porque, bueno, podemos hacerlo.
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