Abuchean al viceprimer ministro británico mientras pronunciaba un discurso tras el atentado terrorista en una sinagoga de Mánchester.
El secretario de Justicia y viceprimer ministro del Reino Unido, David Lammy, fue abucheado durante una vigilia realizada cerca de la sinagoga Heaton Park Congregation en Mánchester, escenario de un ataque terrorista durante los rezos de Iom Kipur en el que dos personas fueron asesinadas.
De acuerdo con The Guardian, varias personas presentes en el acto interrumpieron su discurso con gritos como "¡Vergüenza!", "¡Vete a Palestina, déjanos en paz!", "Ustedes lo permitieron en los campus" y "¡Tienes sangre en las manos!". Una de las asistentes incluso dio la espalda a Lammy mientras intentaba pronunciar sus palabras de condolencia.
El clima de indignación reflejó la tensión que atraviesa la comunidad judía en el Reino Unido tras el atentado. Los congregantes no solo cuestionaron la respuesta del gobierno, sino también lo que consideran una falta de acción frente al aumento del antisemitismo en espacios públicos y universitarios.
Entre los testimonios recogidos, Joanne Lazarus, de 61 años y exmiembro de la congregación, expresó a la agencia P A que no confiaba en que a Lammy le importara la reacción negativa que recibió. "No creo que le afecte. Pero yo ya no soporto estas marchas", declaró en referencia a las manifestaciones semanales pro-palestinas.
"Cada sábado son lo mismo. He ido al centro de la ciudad un sábado y me gritaron que soy asesina de bebés y que me vaya a mi casa. Ya no puedo más", añadió, reclamando al gobierno medidas más firmes para frenar las protestas que, según ella, se han convertido en un espacio recurrente para consignas antisemitas y hostiles contra los judíos británicos.
El ataque en Heaton Park, ocurrido durante una de las fechas más sagradas del calendario judío, dejó a la comunidad local en estado de conmoción. La vigilia tenía como objetivo rendir homenaje a las víctimas y acompañar a sus familias, pero derivó en un acto marcado por la desconfianza hacia las autoridades.
La controversia en torno a la intervención de Lammy evidencia las crecientes presiones políticas y sociales en el Reino Unido, donde se multiplican los reclamos para que el Ejecutivo actúe con mayor firmeza frente a la ola de antisemitismo y al mismo tiempo responda al debate nacional sobre la guerra en Gaza y sus repercusiones internas.
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