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Valle Salvaje Capítulo 259 263 Adriana confiesa al Duque AVANCE vallesalvaje EnglishMovie cdrama drama engsub chinesedramaengsub movieshortfull
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00:00La semana del 22 al 26 de septiembre en Valle Salvaje estuvo marcada por decisiones, confesiones
00:08y revelaciones que alteraron por completo el equilibrio en la casa grande y la casa pequeña.
00:14Pepa resolvió al fin sus dudas al elegir a Martín, dejando a Francisco herido, aunque
00:20decidido a mantener la amistad. En paralelo, la llegada de Tomás desató una tormenta en
00:27la vida de Luisa, obligándola a confesar a Mercedes su relación pasada con él, un secreto
00:33que amenazaba con fracturar la armonía de su nuevo hogar con Alejo. El duque José Luis
00:39se debatió entre la ilusión de ser abuelo y la sospecha de que el hijo de Adriana pertenecía
00:44a Rafael. La joven, incapaz de sostener más la mentira, confesó al fin la verdad, desatando
00:51un torbellino emocional que puso en riesgo la estabilidad familiar. En paralelo, la fiesta
00:58de los varones se erigió como escenario de tensiones. Bárbara se preparaba con un vestido
01:03rojo confeccionado por Matilde, mientras insistía en que Irene la acompañara, aún sabiendo que
01:09la velada podía convertirse en una trampa. El clímax de la semana lo protagonizó Úrsula,
01:17agotada por la persecución de Rafael. Buscando alivio, confesó su crimen a Victoria, quien
01:24lejos de condenarla, la acogió como cómplice. Sin embargo, esa confesión no era un acto de
01:31confianza, sino la entrega de un arma peligrosa a la duquesa, que ahora tenía en sus manos la
01:38verdad como instrumento de poder. En conjunto, los capítulos mostraron que en Valle Salvaje
01:45nada permanece oculto para siempre. Los secretos encuentran caminos insospechados para salir a la
01:52luz, y cada decisión acarrea un precio. El futuro de Adriana, Rafael, Luisa y hasta Úrsula pende de
02:01hilos cada vez más frágiles. Donde el amor, el miedo y la ambición dictan el rumbo de todos,
02:08Eva había sido insistente durante días, visitando la cocina con cualquier excusa para empujar a Pepa
02:16a decidir entre Francisco y Martín. La joven, cansada de las presiones y de su propia indecisión,
02:24sabía que había llegado el momento de pronunciarse. Había convocado a Martín en un rincón apartado del
02:31huerto, donde la tranquilidad le permitiría hablar sin interrupciones. Cuando él llegó,
02:38se mostró sereno. Como siempre, no exigió nada, no la presionó, simplemente esperó. Ese gesto,
02:47tan sencillo, fue el que finalmente inclinó la balanza. Martín, dijo Pepa con voz temblorosa,
02:54he pensado mucho y he decidido, quiero estar contigo. El alivio se reflejó en su rostro al
03:03pronunciar esas palabras, como si al fin hubiera soltado una carga que la mantenía encadenada.
03:10Martín, sorprendido pero emocionado, apenas logró esbozar una sonrisa.
03:16Gracias por elegirme, susurró tomando sus manos. La sencillez de su respuesta fue un bálsamo para
03:25Pepa. No necesitaba grandes declaraciones, solo la certeza de que él la aceptaba con la misma
03:33calma con la que siempre la había tratado. Sin embargo, la decisión traía consigo una sombra
03:40inevitable. Francisco, Pepa sabía que tarde o temprano él se enteraría y temía herirlo más de
03:48lo necesario. Martín, por su parte, se debatía entre la felicidad de ser elegido y la lealtad hacia su
03:56amigo. En su interior, prometió que no permitiría que esta elección destruyera la amistad que los
04:04unía desde hacía años. Francisco, al enterarse, reaccionó con una mezcla de resignación y orgullo
04:11herido. Fingió madurez al buscar a Martín y proponerle un pacto. Lo que haya decidido Pepa
04:19no debe romper lo nuestro. Sigamos siendo amigos. Martín aceptó, aunque percibió en su mirada un
04:29destello de frustración. En realidad, Francisco no lograba asimilar la derrota. Había estado convencido
04:37de que su simpatía y su insistencia serían suficientes para conquistarla. Que Pepa hubiera
04:44preferido la calma de Martín antes que su fogosidad era un golpe a su ego. Y aunque sus palabras sonaban
04:52conciliadoras, en su interior hervía la amargura. Pepa, ajena a esa lucha secreta, respiró con alivio.
05:02Al fin había escuchado a su corazón y había tomado una decisión que le daba paz. La amistad entre
05:09Francisco y Martín parecía mantenerse en pie, pero todos sabían que esa herida, aunque invisible,
05:16marcaría sus relaciones en adelante. El sol se ocultaba tras los montes, tiñendo de rojo el cielo.
05:25Para Pepa y Martín, aquel atardecer significaba el inicio de algo nuevo. Para Francisco, era la
05:32confirmación de una pérdida que lo acompañaría en silencio. La elección estaba hecha, y con ella
05:39comenzaba una nueva etapa en la vida de todos. La llegada de Tomás a la casa pequeña fue como una
05:47piedra arrojada en un estanque. Las ondas del impacto se extendieron rápidamente y alcanzaron a
05:53todos los miembros de la familia. Se presentó con cortesía, recordando viejas historias y amistades,
06:00pero detrás de cada sonrisa se ocultaba un propósito. «Sólo quiero quedarme unos días»,
06:07Mercedes pidió con aparente humildad. Mercedes, fiel a su carácter generoso, no supo decir que no.
06:17«Eres bienvenido», respondió, aunque en el fondo le sorprendía aquella petición tan repentina. Para
06:25ella, recibir a un visitante era una forma de demostrar hospitalidad, sin imaginar que aceptarlo
06:31significaría alterar la armonía del hogar. Luisa, en cambio, reaccionó con un gesto de incomodidad
06:40que no pudo ocultar. Apenas vio a Tomás cruzar el umbral, sus manos temblaron. Alejo lo notó de
06:48inmediato. La forma en que ella evitaba la mirada de aquel hombre y cómo forzaba una sonrisa de
06:54relataban que algo no estaba bien. El joven se mantuvo alerta, observando cada detalle. Tomás se
07:03instaló con naturalidad, como si siempre hubiera pertenecido a la casa. Conversaba con Pedrito,
07:10ayudaba a Mercedes en lo cotidiano y se mostraba atento con todos. Pero Luisa sentía que cada palabra
07:18suya era un recordatorio de un pasado que había intentado enterrar. En las noches, apenas podía
07:26conciliar el sueño, atormentada por recuerdos que prefería olvidar. Alejo, cada vez más suspicaz,
07:34comenzó a formularse preguntas. ¿Qué historia compartían Luisa y Tomás? ¿Por qué ella se mostraba
07:41tan alterada en su presencia? La inquietud crecía en su interior y, aunque no quería herirla con sus
07:48dudas, necesitaba respuesta. Mercedes también empezó a notar contradicciones. Tomás hablaba de negocios y
07:57de contactos, pero nadie lo veía realmente ocupado en nada concreto. ¿Su estancia se prolongaba y la
08:04tensión aumentaba? Durante una cena, Pedrito, con su inocencia habitual, preguntó si Tomás se quedaría
08:12mucho tiempo. El silencio que siguió fue incómodo. Tomás rió con un solo unos días, pero Luisa bajó la
08:22vista, incapaz de disimular su malestar. La convivencia se volvió pesada. El aire en la casa pequeña,
08:30antes cálido y sereno, estaba cargado de desconfianza. Cada gesto de Tomás parecía calculado,
08:39cada palabra dirigida a despertar algo en Luisa. Ella, atrapada, no sabía cómo explicar su rechazo
08:47sin revelar lo que tanto había callado. La presencia de Tomás no era una simple visita,
08:53sino una amenaza latente. Nadie lo decía en voz alta, pero todos lo intuían. Aquel hombre había
09:01vuelto con un propósito que aún no se revelaba del todo, y hasta que no se marchara, la casa pequeña
09:07no volvería a ser la misma. La noticia del embarazo de Adriana había llenado la casa grande de una
09:13ilusión inesperada. José Luis, con lágrimas en los ojos, había recibido la confirmación de que el
09:21bebé seguía con vida, y durante un instante se permitió soñar con abrazar a su nieto. Sin embargo,
09:30la sospecha empezó a germinar en su mente como una espina que no podía ignorar. Y si el niño no
09:37era de Julio, sino de Rafael, la idea lo atormentaba día y noche. Recordaba la cercanía entre Rafael y
09:46Adriana los silencios compartidos, las miradas que escapaban a la discreción. Mientras Julio vivía,
09:54nunca había dudado, pero ahora todo parecía encajar de manera inquietante. El duque sabía
10:01que si su intuición era correcta, la verdad podría cambiarlo todo. Una tarde decidió confrontar
10:09directamente a Rafael. Lo citó en el despacho, un lugar cargado de solemnidad. Cuando su hijo apareció,
10:17lo recibió con gesto severo. Rafael comenzó. Necesito que me digas la verdad. ¿Ese niño que
10:26espera Adriana es de Julio? La pregunta cayó como un golpe seco. Rafael se tensó, sorprendido. Su corazón
10:36latía con fuerza, pero procuró mantener la calma. Sabía que la respuesta debía ser calculada. Si decía
10:44la verdad, el bebé estaría en peligro. Si mentía, cargaría con un peso doloroso pero necesario.
10:52Padre, ese hijo es de Julio, afirmó con firmeza, aunque sus ojos delataban la tormenta interior.
10:59José Luis lo observó en silencio, intentando leer más allá de las palabras. La duda persistía como
11:07una sombra que no desaparecía. Victoria, que había escuchado fragmentos de la conversación,
11:14intervino con frialdad. ¿De verdad esperas que lo confiese? Ese niño puede ser de cualquiera,
11:21y Rafael no será tan ingenuo como para admitirlo. Sus palabras avivaron aún más las sospechas del
11:28duque. La tensión entre padre e hijo quedó suspendida en el aire. José Luis quería creer en
11:36Rafael, pero su instinto le decía lo contrario. Lo único que lo consolaba era la ilusión de ese
11:43nieto, aunque su origen estuviera rodeado de incógnitas. Sin embargo, en su interior juró que
11:51seguiría buscando respuestas, aunque tuviera que arrancarlas con sus propias manos. La duda del
11:57duque se convirtió en un nuevo conflicto que atravesaba la casa grande. Sumando más presión
12:03a un ambiente ya cargado de secretos y traiciones, Adriana no pudo soportar más la presión. Durante
12:12días había intentado sostener la mentira de que el hijo que esperaba era de Julio, pero cada vez que
12:19se encontraba frente al duque sentía que su silencio se volvía insoportable. José Luis la
12:26había llamado a su despacho con un gesto severo que no admitía evasivas. «Necesito que me digas la
12:33verdad, Adriana». «¿De quién es ese niño?», exigió con voz grave. La joven respiró hondo, intentando
12:42mantener la calma. Sabía que de su respuesta dependía no solo su propio destino, sino también la seguridad
12:50de Rafael y del bebé. Durante unos segundos pensó en repetir la versión oficial, pero la mirada del
12:58duque la atravesaba como una espada. «No me mientas, muchacha», añadió él, golpeando suavemente
13:06la mesa. «He preguntado a Rafael y no me convenció. Ahora quiero escucharlo de tus labios». Las lágrimas
13:15empezaron a brotar de los ojos de Adriana. El recuerdo de Julio, la presión de Victoria, las amenazas
13:23veladas que flotaban en la casa, todo se arremolinaba en su interior. Finalmente, incapaz de soportar el peso
13:31de la mentira, susurró. «El padre de mi hijo es Rafael». El silencio posterior fue aterrador.
13:41José Luis se quedó inmóvil, como si el aire hubiera desaparecido del despacho. Sus ojos se abrieron con
13:48asombro, y por un instante la nostalgia de su hijo perdido se mezcló con la ira. Rafael repitió,
13:56incrédulo. Adriana sintió con la cabeza, temblando. El duque se levantó lentamente, caminando por la estancia,
14:07con pasos pesados. «Me mintieron, me mintió él, me mentishtatú», murmuró. La decepción se reflejaba en cada palabra.
14:17Sin embargo, en medio de su enojo, también apareció un rastro de ternura. El recuerdo de Julio era
14:26imborrable, pero la criatura que venía en camino también llevaba su sangre. Aunque fuera a través
14:32de Rafael, Adriana, entre sollozos, suplicó «No le haga daño». Le mentí porque quería protegerlo. Si
14:43supieran la verdad, tanto él como el bebé correrían peligro. Sus palabras calaron en el corazón del duque,
14:51que se debatía entre la ira y el deber de proteger a su familia. En ese momento comprendió que la
14:58situación era mucho más delicada de lo que había imaginado. Su nieto sería, en realidad, hijo de
15:05Rafael, y eso lo obligaba a replantearse todo lo que había soñado. El legado de Julio no seguiría con
15:13ese niño, pero el futuro de la familia, sí. Cuando Adriana salió del despacho, exhausta y llorosa,
15:22supo que había dado un paso que cambiaría su vida para siempre. El secreto ya no era secreto,
15:28y ahora dependía de la voluntad del duque decidir cómo manejarlo. El miércoles amaneció con un aire
15:36de esperanza para Luisa y Alejo. Al fin podían instalarse en el altillo que habían preparado con
15:43tanto esfuerzo. Con la ayuda de Mercedes, habían limpiado muebles viejos, retirado polvo acumulado
15:50durante años y convertido aquel espacio olvidado en un nuevo hogar. Cuando subieron sus pocas
15:57pertenencias, Alejo sonrió satisfecho. Aquí empezaremos de nuevo, mamá. ¿Será nuestro lugar?
16:05Luisa intentó compartir ese entusiasmo, pero en su interior pesaba la presencia de Tomás en la
16:11casa pequeña. Aunque debía sentirse feliz por el altillo, la tensión de convivir con aquel hombre
16:18empañaba cualquier alegría. Mientras Alejo organizaba las sábanas y colocaba flores en un
16:24jarrón, ella permanecía distraída, mirando por la ventana con un gesto sombrío. Mercedes notó esa
16:32falta de entusiasmo. Deberías estar contenta, hija. Este es un nuevo comienzo, le dijo con cariño.
16:41Luisa sintió débilmente, sin atreverse a confesar lo que realmente la atormentaba. Tomás rondaba por la
16:48casa con su sonrisa habitual, conversando con Pedrito y ofreciendo ayuda en las labores. Pero
16:55cada vez que su sombra se cruzaba con la de Luisa, ella sentía un escalofrío. Alejo tampoco podía
17:01ignorar lo evidente. Había visto cómo el rostro de su madre se tensaba con cada palabra de Tomás,
17:08cómo sus manos temblaban cuando él se acercaba demasiado. Esa inquietud lo llevaba a preguntarse
17:15qué vínculo habían compartido en el pasado. En las noches, cuando Luisa creía que todos dormían,
17:22Alejo la escuchaba llorar en silencio y su corazón se llenaba de dudas. El altillo,
17:29que debía ser un refugio, se convirtió en un lugar de lucha interna. Luisa trataba de mantener la calma
17:37por Alejo, pero el pasado la perseguía. Recordaba viejas promesas rotas y heridas que nunca cerraron.
17:45La idea de compartir techo con Tomás la asfixiaba, pero callaba por miedo a desatar un conflicto mayor.
17:54Mientras tanto, Mercedes comenzaba a abrir los ojos. Aunque siempre había defendido la hospitalidad,
18:01Tomás empezaba a percibir que la presencia de Tomás no era tan inocente como parecía. Alejo,
18:09con la confianza de un hijo que busca respuestas, se acercó a ella y le confesó.
18:14Mamá, no está bien. Yo creo que algo pasó entre ellos. Sus palabras fueron un golpe duro para Mercedes,
18:22que comprendió que debía intervenir. El nuevo hogar de Luisa y Alejo en el altillo se alzaba como un
18:29símbolo de esperanza, pero la sombra de Tomás lo cubría todo. Lo que debía ser un comienzo feliz se
18:37transformó en un recordatorio constante de un pasado doloroso y, aunque nadie lo decía abiertamente,
18:45todos presentían que la verdad no podría permanecer oculta por mucho tiempo. Las sospechas crecientes de
18:53Alejo y la mirada cada vez más penetrante de Mercedes fueron debilitando a Luisa. Durante días intentó
19:01sostener la apariencia de normalidad, pero cada encuentro con Tomás la hacía tambalearse. Él, con su sonrisa
19:09calculada, parecía disfrutar de su incomodidad, como si se alimentara de su miedo silencioso. Una tarde, incapaz de
19:17seguir ocultar la verdad, Luisa decidió hablar. ¿Mercedes la encontró en la cocina, con los ojos
19:24enrojecidos y las manos inquietas sobre el delantal? Hija, dime qué ocurre. Le pidió con voz firme pero
19:33llena de ternura. Luisa guardó silencio unos segundos, hasta que finalmente las palabras brotaron
19:41entre sollozos. Hace años, Tomás y yo estuvimos juntos. Fue un error del que me he arrepentido
19:49siempre. Mercedes quedó paralizada. Aquello confirmaba las sospechas que empezaban a tomar
19:57forma en su mente. ¿Juntos? ¿Cómo? preguntó con cautela. Luisa sintió, incapaz de dar más detalles,
20:06pero lo suficiente para que Mercedes comprendiera la gravedad del asunto. Él no ha venido por
20:12cortesía. Ha vuelto porque quiere recuperar lo que alguna vez creyó tener conmigo, añadió,
20:19con voz quebrada. El silencio se llenó de ecos del pasado. Mercedes, aunque sorprendida,
20:27no juzgó a Luisa. Al contrario, la abrazó con fuerza. No tienes que cargar sola con esto.
20:36Si Tomás está aquí para atormentarte, tendrá que enfrentarse conmigo. Sus palabras devolvieron un
20:43poco de calma al corazón de Luisa, que se dejó sostener por el calor de aquel abrazo. Mientras
20:50tanto, Alejo seguía acumulando dudas. Había oído lo suficiente para intuir que entre su madre y Tomás
20:57había existido algo más que amistad, pero no comprendía el alcance. Mercedes, al ver su inquietud,
21:05decidió mantenerlo al margen de los detalles, aunque juró protegerlo de cualquier daño que
21:11ese hombre pudiera provocar. La confesión de Luisa abrió un nuevo escenario. Ahora,
21:18la casa pequeña ya no era solo un espacio de convivencia incómoda, sino un campo minado
21:24donde cada gesto de Tomás podía ser interpretado como una amenaza. Mercedes comenzó a observarlo
21:32con ojos distintos, buscando confirmar que sus intenciones eran menos inocentes de lo que decía.
21:39Aquella noche, Luisa durmió algo más tranquila. Por primera vez en años, había compartido su secreto
21:46con alguien de confianza. Pero al mismo tiempo, temía las represalias de Tomás, que no se detendría
21:54fácilmente si descubría que su pasado estaba saliendo a la luz. El peso del silencio se había
22:01aliviado, pero la batalla apenas comenzaba. Los preparativos para la fiesta de los varones
22:07llenaban de movimiento los pasillos de Montegrés. Aunque la celebración aún no había comenzado,
22:14todo parecía girar en torno a ese evento. Bárbara, consciente de la importancia de la ocasión,
22:21pidió a Matilde que le confeccionara un vestido nuevo. El rojo elegido, intenso y vibrante,
22:29era símbolo de valentía, pero también de un atrevimiento que podía despertar comentarios en
22:35la nobleza. Matilde, con manos rápidas y mirada concentrada, cosía a toda prisa para que la prenda
22:43estuviera lista a tiempo. Mientras observaba cómo el vestido iba tomando forma, Bárbara compartió con
22:51Irene sus inquietudes. No quiero ir sola, te necesito a mi lado, le rogó con una sinceridad
22:59que rozaba la desesperación. Irene, sin embargo, dudaba. Había prometido a Leonardo que, llegado el
23:08momento, intercedería ante su madre para defender la relación con Bárbara, pero también sabía que su
23:14presencia en la fiesta podía ser usada como pretexto para forzar un compromiso indeseado.
23:22Si asistes, corres el riesgo de que los Guzmán aprovechen para anunciarte como futura esposa de
23:28Leonardo, advirtió Bárbara. Pero Irene, con una sonrisa enigmática, no dio una respuesta clara.
23:36La ambigüedad de su actitud sembró aún más incertidumbre en el corazón de su amiga. José
23:43Luis, por su parte, ya había decidido que Irene debía acudir, le gustara o no. Como duque, no podía
23:52permitirse que su hija faltara a una celebración de tanta relevancia social. Así, mientras Bárbara
23:59insistía en que su amiga la acompañara por apoyo, el duque la obligaba a hacerlo por deber. Irene,
24:05quedaba atrapada entre ambas presiones, y su verdadero plan seguía siendo un misterio. La
24:12tensión crecía con cada puntada que Matilde daba en el vestido. Para Bárbara, aquella prenda era mucho
24:19más que una simple indumentaria. Era su armadura en una batalla silenciosa por defender su amor y su
24:26libertad. Sabía que en la fiesta se jugaba más que un baile o un saludo. Se jugaba la posibilidad de
24:34que su relación con Leonardo se reconociera o se destruyera. En los pasillos de la casa grande,
24:41los rumores corrían con rapidez. Algunos criados comentaban que los marqueses de Guzmán preparaban
24:48un anuncio importante, lo que alimentaba el miedo de Bárbara de que la obligaran a aceptar un destino
24:55que no deseaba. Cada palabra que escuchaba reforzaba su necesidad de tener a Irene a su lado,
25:01aunque en el fondo temiera que la presencia de su amiga complicara aún más las cosas. Así,
25:08entre telas rojas y confidencias a medias, se levantaba el telón de una trama que prometía
25:14estallar en la fiesta. La amistad, el amor y la lealtad estaban en juego, y todos sabían que cualquier
25:22paso en falso podía marcar sus vidas para siempre. ¿Úrsula llevaba días soportando el asedio constante
25:29de Rafael? Cada conversación con él era un recordatorio de las sospechas que pesaban sobre
25:35ella por la muerte de Julio. El galve, obstinado, no dejaba de señalarla como responsable, y aunque
25:43Ana había asumido públicamente la culpa de servir la merienda, la presión seguía cayendo sobre sus
25:49hombros. Cansada, con el corazón lleno de rabia y el orgullo herido, decidió buscar un desahogo.
25:57Esa tarde, se encerró en un salón apartado de la casa grande junto a Victoria. Era la única persona
26:05en la que confiaba, la única que compartía su mismo espíritu frío y calculador.
26:11No aguantó más, murmuró con voz temblorosa. Mientras las lágrimas de furia se agolpaban en sus ojos,
26:18¿Rafael no cesa de perseguirme? Está convencido de que fui yo quien mató a Julio. Victoria la observó
26:27en silencio, dejando que sus palabras fluyeran. Úrsula, dominada por la necesidad de sentirse
26:34comprendida, dejó escapar la verdad que tanto había callado. Sí, lo hice. Fui yo. Julio murió por mi
26:44mano y no me arrepiento. El eco de esa confesión llenó la habitación como un secreto maldito. Victoria
26:53sonrió con una mezcla de orgullo y complicidad. Al fin lo dices, respondió con calma. ¿No tenías
27:01por qué cargar sola con esa culpa? En esta casa, lo que importa no es la verdad, sino lo que los demás
27:08creen. Úrsula sintió un extraño alivio al confesar su crimen, aunque fuera solo a su tía. La
27:17duquesa, lejos de condenarla, la abrazó con palabras envenenadas. Eres como yo sobrina. Tenemos el poder de
27:26decidir quién vive y quién muere. Y mientras estemos juntas, nadie podrá derribarnos. La complicidad entre
27:35ambas mujeres se reforzó en ese instante. El secreto compartido se convirtió en un pacto silencioso.
27:45Victoria sabía que esa confesión le daba un arma nueva contra su propia sobrina, pero también la
27:51convertía en su única aliada. Úrsula, en su desesperación no lo veía. Creía haber encontrado
27:59apoyo, cuando en realidad acababa de entregarse a las garras de alguien aún más peligrosa que Rafael.
28:05Mientras tanto, en otro rincón de la casa grande, Rafael seguía convencido de que la verdad, tarde o
28:13temprano, saldría a la luz. No sabía que Úrsula ya había hablado, pero con la persona menos indicada,
28:21y sin pruebas, su lucha contra ella parecía estancada. La noche cayó sobre Montegrés con un silencio
28:28pesado. Úrsula, por primera vez en mucho tiempo, durmió tranquila, creyendo que había liberado su
28:37carga. Victoria, en cambio, permaneció despierta, planeando cómo usar aquel secreto en su propio
28:45beneficio. El crimen de Julio ya no era sólo una sombra, sino un arma en manos de la duquesa,
28:52lista para cambiar el rumbo de todos los que habitaban la casa grande.
29:22Gracias.
29:23Gracias.
29:24Gracias.
29:25Gracias.
29:26Gracias.
29:27Gracias.
29:28Gracias.
29:29Gracias.
29:30Gracias.
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