Si hay una semana soñada para una artista, la de Dolores Fonzi es seguramente la que está terminando. La directora de Belén se encuentra en San Sebastián, ya que el film que también protagoniza forma parte de la Competencia Oficial de la muestra donostiarra y fue ovacionado el martes durante siete minutos en el cine del País Vasco. Pero en tierra rioplatense están los otros dos motivos: la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina eligió a Belén como la representante del cine nacional para pelear por una candidatura en los Premios Oscar y en los Goya españoles. Merecido, muy merecido para una actriz que con su segundo largometraje dirigido, tras su debut con Blondi, está demostrando también su talento detrás de cámara. Y merecido por su honestidad para abordar un tema que puede amplificarse a nivel mundial porque lo que narra Belén es algo con lo que puede identificarse el público de todo el planeta y, entre ellos, pueden ubicarse perfectamente los miembros de la Academia de Hollywood.
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