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💋 En el Capítulo 256 de Valle Salvaje, el momento más comentado se hace realidad: Peppa y Martín comparten un beso que conmociona al Valle.
Un gesto inesperado que mezcla amor, ternura y polémica, y que puede cambiar las relaciones entre varios personajes.

Mientras Mercedes observa con discreción, Victoria no tarda en utilizar la noticia como arma, y Adriana se debate entre la sorpresa y la curiosidad.
Este beso promete dividir al público y marcar un antes y un después en la historia.

⚠️ ¿Será el inicio de un verdadero romance o solo un impulso pasajero?
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Transcript
00:00El capítulo 256 de Valle Salvaje estuvo atravesado por revelaciones íntimas,
00:08nuevos romances y la irrupción de un personaje que promete traer intrigas al valle. Irene
00:14confesó abiertamente su atracción hacia Leonardo, lo que desató una feroz confrontación con Bárbara
00:22y quebró definitivamente una amistad que había resistido desde la infancia. Esa tensión,
00:29afectó también a Leonardo, quien se vio obligado a reafirmar su amor frente a la sombra persistente
00:36de Irene. En paralelo, Victoria, todavía herida por la bofetada de Matilde, buscó vengarse con
00:47amenazas. Sin embargo, la joven demostró que ya no tenía miedo y reveló que conocía la verdad sobre
00:55Gaspar, dejando a la duquesa en un estado de vulnerabilidad inédito. Mientras tanto,
01:03la trama romántica tomó un giro inesperado cuando Pepa besó a Martín, confirmando un sentimiento
01:10largamente contenido y provocando el dolor de Francisco. El triángulo amoroso se transformó
01:17en un campo de batalla emocional que cambió para siempre la relación entre los tres. La esperanza
01:25renació en la vida de Adriana y Rafael tras la confirmación del galeno de que el bebé seguía
01:31vivo. Esa noticia consolidó su unión y fortaleció la determinación de Rafael de enfrentar las intrigas
01:39de José Luis y Úrsula. Sin embargo, el respiro de alegría contrastó con la soledad y la desesperación
01:48creciente de Victoria, cada vez más acorralada por sus propios secretos. Finalmente, la llegada de Tomás
01:58Requena como supuesto amigo de Luisa abrió un nuevo frente. Su misteriosa conexión con ella y sus
02:05insinuaciones de una verdad oculta dejaron claro que un nuevo conflicto se avecina. Así, el capítulo
02:15concluyó con un delicado equilibrio entre esperanza y amenaza, presagiando que lo peor aún está por
02:22venir. Pepa no pudo dormir aquella noche. El beso que le dio a Martín había removido sentimientos que
02:31llevaba tiempo ocultando y aunque sabía que había herido a Francisco, no podía negar lo que su corazón
02:39le gritaba. Al amanecer, lo buscó en los establos, donde él se encontraba preparando los caballos.
02:50Martín, sorprendido, dejó las riendas y la miró con el ceño fruncido.
02:57Peppa, no debiste hacerlo. Murmuró, intentando sonar firme, pero ella lo interrumpió. Acercándose
03:09con decisión, sí debía. No podía seguir callando lo que siento. Ese beso no fue un error. Martín,
03:19¿fue la verdad que tanto tiempo escondí? Sus palabras lo dejaron sin aliento. Había soñado
03:26escuchar algo así, pero no en un momento tan desgarrador, con Francisco herido en medio. Martín
03:35apartó la mirada, luchando consigo mismo. Francisco no se merece esto. Es mi hermano en todo. Y ahora
03:46siente que lo traicionamos. Pepa tomó sus manos con suavidad. No quiero lastimarlo. Martín, pero
03:56tampoco puedo seguir negándome a mí misma. Lo que siento por ti es real. Y tú lo sabes. Él no pudo
04:05evitar sonreír entre lágrimas. Luce. Pepa. Siempre lo supe. ¿Y por eso pensé en marcharme? Porque no
04:17soportaba cargar con este amor prohibido. La joven lo abrazó con fuerza, como si temiera que se desvaneciera
04:25entre sus brazos. Entonces no te vayas, le rogó. Quedad conmigo. Aunque tengamos que enfrentar al mundo,
04:36el beso que siguió fue más profundo que el anterior. Un pacto silencioso entre dos corazones que habían
04:44resistido demasiado tiempo. Sin embargo, la sombra de Francisco se cernía sobre ellos. El joven,
04:53al enterarse por los murmullos de los criados, de que Pepa había buscado a Martín de nuevo,
05:00sintió cómo el suelo se desmoronaba bajo sus pies. Así que es verdad, susurró con amargura.
05:08La perdí. Francisco pasó la tarde vagando por los campos, tratando de ordenar sus pensamientos.
05:16Una parte de él lo impulsaba a odiar a su amigo, pero otra lo recordaba como un hermano.
05:24No puedo enfrentarlo, se repetía. No puedo odiarlo. El dolor era insoportable,
05:32pero también lo era la idea de romper la hermandad que siempre los había unido.
05:36Los criados, testigos silenciosos de todo, se dividían en bandos. Algunos apoyaban a Francisco,
05:48creyendo que había sido víctima de una traición. Otros defendían a Pepa. Convencidos de que el amor
05:55verdadero no podía reprimirse, el valle entero parecía girar en torno a este triángulo,
06:02convertido ahora en una herida abierta que nadie sabía cómo cerrar. Martín, esa noche,
06:12se arrodilló junto a su cama y rezó en silencio. Dame fuerza para no perder a mi hermano. Aunque el
06:20amor me lleve a Pepa. Pepa, en su habitación, se dejó caer sobre la almohada con lágrimas de
06:30felicidad y culpa mezcladas. Y Francisco, bajo las estrellas, juró que encontraría la manera de
06:39sanar. Aunque eso significara renunciar al amor que tanto había anhelado, Rafael había recuperado
06:48algo de esperanza al enterarse de que el hijo de Adriana seguía vivo, pero eso no disminuía su
06:55furia contra José Luis y Úrsula. Para él, la confirmación del embarazo era un motivo más para
07:04redoblar su juramento de proteger a Adriana de todos los engaños que la rodeaban. Esa mañana,
07:12mientras la sostenía entre sus brazos, le susurró con una firmeza que nacía del alma,
07:18nada ni nadie volverá a hacerte daño. Nuestro hijo crecerá libre del veneno de mi padre. Adriana
07:27lo escuchaba con lágrimas en los ojos. Tengo miedo. Rafael, José Luis no se detendrá. Y Úrsula buscará
07:38cualquier oportunidad para destruirnos. No quiero que nuestro hijo nazca en medio de tanta maldad. Él
07:45tomó sus manos y las apretó con fuerza. No estaremos solos. Mercedes. Bárbara.
07:55Hasta Atanasio, todos lucharán con nosotros. Pero yo seré tu escudo. Te lo prometo.
08:03La juventud. Dejando que su frente descansara sobre el pecho de Rafael, eres mi fuerza. Rafael,
08:15si no fuera por ti, me habría derrumbado hace mucho. Él la levantó suavemente, mirándola a los ojos.
08:25No lo olvides nunca. Lo único verdadero es lo que sentimos. No importa lo que digan ni lo que hagan.
08:35Nuestro amor es nuestra verdad. Mientras tanto, en la hacienda, José Luis intentaba urdir nuevas
08:45artimañas. Su objetivo era desgastar a Adriana. Sembrar dudas en su corazón y aislarla de Rafael.
08:54Había ordenado a Úrsula que vigilara cada uno de sus pasos, convencido de que tarde o temprano
09:01encontraría un resquicio para quebrarla. Pero lo que no calculaba era la fuerza renovada que le daba
09:08la certeza de llevar vida en su vientre, Rafael no tardó en enterarse de que su padre planeaba
09:15acercarse de nuevo a Adriana con promesas vacías. Enfurecido. Fue directamente a enfrentarlo.
09:24No vuelvas a usarla en tus juegos, padre. La gritó. José Luis lo miró con desdén. Como quien contempla
09:35a un hijo rebelde que no merece consideración, siempre tan impulsivo. Rafael, algún día entenderás
09:44que todo lo que hago es por el poder y la estabilidad de esta familia. El joven no pudo contenerse. No,
09:53lo haces por ambición, por tu orgullo enfermo. Pero yo no seré como tú. Y te lo advierto, si intentas
10:03dañar a Adriana o a nuestro hijo, me tendrás de frente. Aunque seas mi propio padre, el choque fue
10:12brutal. José Luis, aunque intentó mantener su serenidad, sintió en esas palabras una amenaza real.
10:23Rafael, por primera vez, hablaba no solo como un hijo que se rebelaba, sino como un hombre dispuesto
10:32a destruir a su propio padre. Si era necesario, Adriana, al enterarse de lo ocurrido, tembló de
10:41miedo y orgullo a la vez. Sabía que la confrontación directa con José Luis podía traer consecuencias
10:48fatales, pero también reconocía la fuerza del amor que Rafael le demostraba. En la intimidad de
10:56la casa pequeña, ambos se abrazaron con lágrimas en los ojos, jurando que ni el poder del duque ni las
11:04intrigas de Úrsula podrían romper lo que habían construido. El valle entero percibía que se avecinaba
11:11una tormenta. Rafael ya no era el muchacho obediente de antes, sino un hombre decidido a enfrentarse al
11:19tirano que lo había engendrado, y Adriana, fortalecida por la vida que llevaba en su vientre,
11:27se preparaba para luchar a su lado. La rutina de la casa pequeña se vio interrumpida por la llegada
11:34inesperada de un visitante, Tomá Shrekano. Un hombre de mirada astuta y sonrisa enigmática,
11:42se presentó con el pretexto de ser un viejo amigo de Luisa. Su presencia causó sorpresa,
11:51pues nadie lo esperaba, y menos aún con tanta familiaridad hacia la joven, Luisa, al verlo,
12:01palideció. Su reacción no pasó desapercibida para Mercedes ni para Alejo. ¿Quién es ese hombre?
12:09—preguntó Alejo en voz baja. Observando cómo Tomás se inclinaba cortésmente. ¿Un conocido de
12:18antaño? —respondió Luisa con nerviosismo. Intentando disimular el temblor de sus manos,
12:27Tomás se mostró encantador desde el primer momento, conversando con todos y halagando la
12:33hospitalidad de la casa. Sin embargo, bajo esa fachada de cortesía, había algo inquietante en su
12:42mirada. Alejo lo notó y se mantuvo alerta, como un perro guardián dispuesto a proteger a los suyos.
12:51Mercedes, siempre perceptiva, también sospechaba. Observó cómo Tomás buscaba constantemente la
13:01atención de Luisa, lanzándole comentarios velados que parecían tener un significado oculto en un
13:09momento cuando creyó que nadie escuchaba. Él le susurró. ¿Sabes que tarde o temprano tendrás que
13:18decir la verdad? Luisa se estremeció y se apresuró a alejarse, pero Mercedes alcanzó a escuchar la frase.
13:27Esa noche, en la intimidad de la casa, Mercedes confrontó a Luisa. ¿Quién es realmente Tomás
13:36Requena? ¿Qué verdad es la que no quieres contar? Luisa evitó responder directamente, murmurando que
13:44era alguien de su pasado que prefería olvidar, pero la inquietud ya se había instalado en todos.
13:51Alejo, decidido, prometió investigar. No permitiré que nadie perturbe la paz de esta casa. Si ese hombre
14:03trae problemas, lo sabremos pronto. Los criados también comentaban la llegada del extraño. Algunos
14:12lo describían como un caballero educado, otros como un oportunista con intereses ocultos. El rumor se
14:20extendió con rapidez. Tomás vino por Luisa y no se ira tan fácilmente. Mientras tanto, Luisa pasaba
14:30la noche en vela, atormentada por recuerdos que prefería mantener enterrados. La sola presencia
14:38de Tomás removía heridas que creía cicatrizadas. Su llegada no era casualidad, sino al inicio de una
14:46nueva intriga que amenazaba con arrastrarla a ella y, por extensión, a todos los que la rodeaban,
14:56Mercedes. Al ver su angustia, comprendió que se avecinaban días turbulentos. El valle nunca
15:04encontraba paz. Cuando un conflicto parecía resolverse, otro surgía de las sombras. Y ahora,
15:12con Tomás instalado en sus vidas. Todos presentían que un secreto incómodo estaba a punto de salir a la
15:22luz. La tensión en la hacienda alcanzó un punto insostenible cuando Bárbara decidió enfrentar
15:30directamente a Irene. El rumor de que la muchacha había confesado su atracción por Leonardo encendía
15:37su sangre como brazas al rojo vivo. Bárbara no podía soportar la idea de que alguien, a quien
15:43consideraba amiga, intentara acercarse al hombre que amaba. Menos aún, después de todas las intrigas
15:51que los rodeaban, la encontró en el corredor principal, ordenando a unos criados. Irene, al verla,
16:01trató de mantener la calma. Pero Bárbara no le dio tiempo a preparar defensas. ¿Es cierto lo que
16:10dijiste? La Alonzo Ushín preámbulos. ¿Reconociste estar atraída por Leonardo? Irene tragó saliva y,
16:20en lugar de negarlo, bajó la mirada. Sí respondió con voz apenas audible.
16:27Lo dié. Porque es la verdad. No quería seguir ocultándolo. Bárbara sintió que el mundo se le
16:36desmoronaba. Eras mi amiga. Irene, te abrí mi corazón. Confío, ¿sí? ¿Y me pagas así? ¿Cómo pudiste
16:47traicionarme de esta manera, Irene? Con lágrimas contenidas. Replicó, no fue mi intención herirte.
16:57Nunca quise interponerme entre ustedes, pero no puedo negar lo que siento. Y si Amanda me vio como
17:04candidata para esposa de Leonardo, no fue porque yo lo buscara, sino porque ella lo decidió. La
17:13conversación pronto se transformó en un duelo de reproches. Bárbara acusaba a Irene de haber
17:20manipulado a Amanda de haberse aprovechado de su posición humilde para mostrarse como la esposa
17:27ideal. A Irene, en cambio, le devolvía las palabras con crudeza. ¿Tu carácter? ¿Tisarónk? Tu falta de
17:40humildad fueron esas cosas las que te hicieron perder la confianza de Amanda. No yo. El enfrentamiento
17:48atrajo la atención de varios criados que se detuvieron a escuchar desde la distancia. Jamás
17:54habían visto a Bárbara tan fuera de sí, ni a Irene tan dispuesta a defenderse. El ambiente
18:01estaba cargado de tensión, como si en cualquier momento una chispa pudiera provocar una tragedia
18:08mayor. Bárbaro, con lágrimas en los ojos, alzó la voz. Eres una ingrata. Todo lo que compartimos,
18:20todo lo que vivimos desde niñas, lo destruiste con tus ambiciones. Irene, temblando, respondió,
18:29lo destruimos las dos. Bárbaro, tú con tus celos, yo con mi silencio. Tal vez nuestra amistad estaba
18:41condenada desde el principio. La discusión terminó con un portazo. Cuando Bárbara se marchó con el
18:48rostro desencajado y el corazón hecho trizas, Irene, en soledad, se derrumbó en llanto, consciente de que lo
18:59que había confesado era una verdad imposible de ocultar. En los pasillos, los murmullos se
19:07multiplicaron. Unos defendían a Bárbara, otros a Irene, pero todos coincidían en que la amistad de
19:16las dos estaba rota para siempre. Leonardo, all in tears, intentó consolar a Bárbara, recordándole que su
19:27amor por ella no estaba en duda. Pero las palabras no bastaban. La sombra de Irene se interponía ahora en cada
19:36gesto, en cada promesa, el vínculo entre ambas mujeres, antes inseparable. Se había convertido en
19:47una herida abierta e imposible de cerrar. Victoria no había superado la humillación sufrida tras la
19:55bofetada de Matilde. Cada vez que se miraba al espejo y recordaba el golpe, el odio se le acumulaba
20:02como veneno en las venas. Rosé Luis, en su fría indiferencia, no le había dado la satisfacción de
20:13castigar a la joven y eso la enfurecía aún más. Decidida a no quedarse de brazos cruzados, la duquesa
20:23comenzó a maquinar su propia venganza. En los pasillos, detuvo a Matilde con gesto altivo.
20:31«Creíste que podías burlarte de mí», dijo con voz venenosa. «Pero te juro que pagarás caro cada
20:38insolencia. Nadie se atreve a alzar la mano contra mí y queda impune». Matilde, harta de sus amenazas.
20:48«In tanto humor, Georgia». Pero Victoria la sujetó del brazo. «¿No te confíes?», continuó. «José Luis
20:58terminará por escucharse a mí. Y cuando eso ocurra, no tendrás dónde esconderte». Lo que Victoria no
21:08esperaba era que Matilde, con el rostro encendido de ira, le respondiera sin titubeos. «Tú no tienes
21:17autoridad sobre mí. Puedes gritar todo lo que quieras. Pero sé demasiado. Victoria, y si me obligas a
21:27hablar, todos sabrán la verdad sobre Gaspar». La mención de ese nombre hizo palidecer a la duquesa.
21:36Se quedó petrificada. Con la boca entreabierta, como si le hubieran arrancado el aire de los pulmones,
21:44Matilde lo notó y aprovechó el instante. «Sí, lo sé todo. Gaspar no es quien tú dices que es. ¿Quieres
21:56que se entere José Luis? ¿Quieres que lo sepa todo el valle?». Victoria intentó recuperar la compostura,
22:04pero el temblor en sus manos la delataba. «¿No sabes de lo que hablas?», murmuró.
22:11Aunque su voz carecía de firmeza, Matilde se inclinó hacia ella y susurró. «Sé lo suficiente. Así que deja de
22:23amenazarme, porque la próxima vez no callaré». La duquesa retrocedió, con el orgullo herido y el miedo
22:32latiendo en cada fibra de su cuerpo, por primera vez. Sentía que alguien tenía en sus manos un arma
22:40capaz de destruirla. El secreto de Gaspar era su talón de Aquiles. Y Matilde lo blandía ahora como
22:49un escudo contra sus ataques. Cuando Mercedes se enteró de lo ocurrido, advirtió a Victoria con serenidad.
22:56«Ya no puedes intimidarnos. Victoria, el miedo que usabas como arma se volvió contra ti. Matilde no
23:06está sola. Y yo tampoco». La duquesa, incapaz de replicar, se encerró en sus aposentos,
23:18mascando la rabia y la humillación. En su soledad, juró que encontraría otra manera de recuperar el
23:26control. Pero la verdad era que la herida estaba abierta. Matilde había encontrado el punto débil
23:33que la podía derribar. Y aunque Victoria seguía mostrándose altiva ante todos, en lo profundo de
23:40su corazón sentía que la derrota estaba más cerca que nunca. Francisco llevaba días inquieto desde que
23:48Martín le confesó su intención de abandonar el valle. No podía aceptar que su amigo de toda la vida
23:55lo dejara atrás, menos aún por un conflicto del corazón. Caminaba de un lado a otro en el patio,
24:03cuando finalmente lo encontró. Con las maletas, a medio preparar y la mirada perdida en el horizonte,
24:11«¿De verdad vas a hacerlo?», le preguntó Francisco con voz grave. Martín asintió. Aunque sus ojos reflejaban
24:21tristeza, no tengo otra salida, quedarme aquí es vivir con un dolor que no me deja respirar. Ver a Pepa
24:30cada día, sabiendo que no puedo tenerla, me está matando por dentro y no quiero convertirme en una sombra
24:39en tu vida, ni en la de ella. Francisco apretó los puños. Siempre hemos sido hermanos. Martín,
24:49hemos compartido todo desde niños. ¿Y ahora piensas abandonarlo todo por un amor imposible? Martín bajó la
24:57cabeza. A veces el corazón no entiende de razones. Tú y yo sabemos que Pepa no puede dividirse entre los
25:06dos y si alguien debe ceder. Se rilló. Lo que ninguno de los dos esperaba era la intervención
25:15de Pepa. La joven los encontró en plena discusión y, sin pensarlo dos veces, se acercó a Martín con
25:25lágrimas en los ojos. Lo tomó del rostro y lo besó con desesperación. Francisco se quedó helado,
25:34incapaz de reaccionar. El silencio posterior fue más elocuente que cualquier palabra. Pepa,
25:42temblando, susurró. No quiero que te vayas. Martín, ese beso no fue un error. Es lo que siento. Aunque
25:56me duela decirlo delante de ti, Francisco. La confesión cayó como un rayo. Francisco dio un
26:04paso atrás, con el corazón desgarrado. Así que es cierto, dijo con voz rota. ¿Prefieres a él? Pepa
26:15intentó explicarse. Pero las palabras se le atoraron en la garganta. Martín, conmovido y confundido.
26:25La obra de su suavemente. No lo digas ahora. No tomes una decisión precipitada. Pero si ese beso
26:34significa algo, entonces quizás mi marcha ya no tenga sentido. Francisco, con los ojos llenos de
26:44lágrimas, se alejó sin decir más. La traición de sus sentimientos era demasiado dolorosa para
26:52soportar. El triángulo que los unía desde hacía meses acababa de romperse con un gesto que lo
27:00cambiaba todo. Los criados, al enterarse de lo ocurrido, comenzaron a murmurar en voz baja. Algunos
27:10aseguraban que Pepa siempre había mostrado una inclinación por Martín, aunque tratara de ocultarlo.
27:18Otros se lamentaban por Francisco, que siempre había sido leal y generoso. Lo cierto era que el
27:26valle entero se agitaba con la noticia de un nuevo romance que prometía traer más tormentas.
27:33Martín, en soledad, reflexionaba sobre lo sucedido. El beso había despertado en él una
27:42esperanza que había intentado enterrar con la decisión de marcharse. Ahora ya no estaba tan seguro de
27:48poder irse. Pepa, por su parte, se sentía desgarrada. Había seguido su corazón, pero sabía que había herido
28:00profundamente a Francisco y éste, en su rincón, se debatía entre el dolor de la pérdida y la lealtad
28:10hacia un amigo que siempre había considerado un hermano. El valle, testigo silencioso, contenía la
28:19respiración ante el nacimiento de un amor que podía convertirse en tragedia. Adriana había pasado
28:27semanas entre la duda y el dolor, convencida de que su hijo ya no vivía. El recuerdo de la amenaza de
28:36José Luis y las noches de llanto la habían debilitado, pero una chispa de esperanza seguía
28:42encendida en su interior. Con el apoyo de Mercedes y Bárbara, llamó nuevamente al galeno para una
28:50revisión que pudiera aclarar la verdad de una vez por todas. El médico llegó temprano en la mañana. Con
28:59su maletín en mano y semblante profesional, Adriana lo recibió con nerviosismo, mientras Rafael la
29:07sostenía por la cintura, tratando de transmitirle calma. Sea lo que sea, lo enfrentaremos juntos.
29:18Le susurró él al oído. Ella asintió, pero sus ojos delataban un miedo profundo. El silencio en la
29:27habitación era sepulcral mientras el galeno realizaba la exploración. Cada gesto suyo era
29:34observado con ansiedad. Finalmente, tras unos minutos que parecieron eternos, levantó la mirada
29:44y habló con voz firme. Puedo confirmar que el embarazo sigue adelante. Su hijo vida. Las palabras
29:53desataron un torrente de emociones. Adriana rompió en llanto, cubriéndose el rostro con las manos.
30:03Mientras Rafael la abrazaba con fuerza, sonriendo por primera vez en mucho tiempo, Mercedes, que estaba
30:12presente, suspiró con alivio y Bárbara no pudo contener las lágrimas. La esperanza que tanto habían
30:22anhelado se hacía realidad. Una nueva vida crecía en medio de tanto dolor. Rafael besó la frente de
30:29Adriana y le prometió que nada ni nadie le arrebataría a su hijo. Este niño será nuestra
30:36victoria sobre todo el mal que nos rodea. José Luis no podrá con nosotros. Úrsula no podrá con
30:44nosotros. Nadie podrá destruir lo que sentimos. Adriana lo miró con los ojos brillantes, aferrándose
30:53a sus palabras como a un salvavidas. Los rumores de la noticia no tardaron en recorrer la hacienda.
31:02Algunos criados lo celebraron en secreto, convencidos de que aquel niño sería un símbolo de esperanza.
31:09Otros, más prudentes, murmuraban que José Luis y Úrsula no permitirían que el bebé naciera sin
31:19intentar algo en su contra, pero lo cierto era que el valle entero vibraba con la certeza de que la vida
31:26se abría paso entre las sombras. Mientras tanto, Victoria se enteró de la confirmación y su furia se
31:35desató. Encerrada en sus aposentos, golpeó muebles y lanzó objetos contra las paredes.
31:43«No puede ser», gritaba. «Ese niño será mi ruina». Para ella, el embarazo de Adriana representaba no
31:52solo la consolidación del amor con Rafael, sino también la derrota de sus propios planes. El espejo
32:01roto frente a ella reflejaba a una mujer consumida por la desesperación. En contraste, la casa pequeña
32:10se llenó de alegría. Mercedes acariciaba el vientre de Adriana con ternura, recordándole que debía
32:18cuidarse más que nunca. Bárbaro, emocionada, prometió ser como una segunda madre para el niño.
32:28Incluso los criados, que solían vivir bajo la tensión de las intrigas, se permitieron sonreír al
32:36pensar en el futuro que llegaba. Adriana, recostada en la cama al final del día, repasaba cada palabra
32:46del médico. Cerró los ojos y, con las manos sobre su vientre, susurró, resiste. «Hijo mío,
32:58serás la luz que nos devuelva la paz». Rafael, sentado a su lado, la observaba con devoción,
33:08dispuesto a cumplir la promesa de protegerla contra viento y marea. Victoria no podía soportar
33:15más la sensación de derrota. Desde que Matilde la había abofeteado, su mundo se tambaleaba y el
33:24silencio de José Luis ante sus súplicas había aumentado su furia. Decidió enfrentar directamente
33:31a la joven, convencida de que podría intimidarla con amenazas. Se plantó frente a ella en el pasillo.
33:39Con el rostro endurecido y la voz cargada de veneno, creíste que podías humillarme y quedar
33:47impune, escupió. «Pero no sabes con quién te metes. ¿Yo puedo hacer que desaparezcas de esta casa en un
33:55abrir y cerrar de ojos?» Matilde, que al principio se tensó, decidió no retroceder ni un paso. La miró
34:05fijamente y replicó con firmeza. «Ya no me asustas». «Victoria, tus palabras están vacías. Sé lo suficiente
34:16como para que nunca te atrevas a ponerme una mano encima». La duquesa arqueó una ceja. «Intrigada. ¿De qué
34:25hablas? ¿Qué crees saber?» Matilde respiró hondo y dio un paso hacia adelante. «Gaspar, sé quién es en realidad
34:35y sé que si abro la boca, todo tu castillo de mentiras se derrumbará». El nombre cayó como un rayo en medio
34:45de la conversación. «Victoria se quedó helada, con los labios entreabiertos y la sangre abandonando su
34:54rostro. No, tú no, tartamudeo». Pero Matilde la interrumpió con firmeza. «Sí, lo sé. Y si vuelves a
35:06amenazarme, si intentas hacerme daño, lo diré todo. No me importa a quién se lo tenga que contar.
35:15Pero tu secreto ya no está a salvo». Victoria retrocedió. Presa de un miedo que rara vez había
35:24mostrado en público, intentó recomponerse, pero el temblor en sus manos la delataba. «Eres una
35:33insolente», murmuró. Aunque su voz carecía de fuerza, Matilde, por primera vez, sintió que tenía
35:44ventaja. «Tal vez lo sea, pero ya no viviré bajo tu sombra. Puedes gritar lo que quieras, pero sabes que no podrás
35:55tocarme». La confrontación fue presenciada a medias por algunos criados, que notaron el nerviosismo inusual
36:04de la duquesa. El rumor se esparció rápidamente. Matilde sabe algo sobre Gaspar. Nadie conocía los
36:12detalles, pero bastaba con que el nombre del muchacho se mencionara junto a Victoria para
36:19despertar sospechas. Mercedes. Comprendió la magnitud de lo sucedido. Reunió a Matilde en la casa pequeña y la
36:31reprendió suavemente. «Has hecho bien en detenerla, pero ahora corres más peligro que nunca. Ese secreto es su
36:41punto débil. Y si siente que lo tienes en tus manos, hará lo que sea para destruirte». Matilde asintió.
36:52Con lágrimas en los ojos, no quería usarlo. Mercedes. Pero no me dejó opción. No podía seguir soportando
37:03sus amenazas. Esa noche, Victoria se encerró en su cuarto, caminando de un lado a otro como un animal
37:12enjaulado. El nombre de Gaspar resonaba en su cabeza como un eco maldito. Matilde había tocado la herida
37:21más profunda. Y la duquesa sabía que, si la verdad salía a la luz, todo lo que había construido se vendría
37:31abajo. Golpeó el espejo, rompiéndolo en pedazos. Y juró entre sollozos que encontraría la manera de
37:41silenciarla.
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