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#capítulo255 #públicamente
Avance ‘Valle Salvaje’: «Azotarla públicamente» en el capítulo 255 (16 de septiembre)
La tensión en ‘Valle Salvaje’ alcanza un nuevo nivel en el capítulo 255 del martes 16 de septiembre. Tras el duro enfrentamiento entre Victoria y Matilde, la duquesa exige un castigo ejemplar que podría cambiarlo todo en la Casa Grande.
El sol de la tarde del dieciséis de septiembre caía sobre Valle Salvaje con una languidez engañosa, tiñendo de oro y ámbar los campos que se extendían hasta donde la vista se pe ...
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#‘ValleSalvaje’, #capítulo255’«Azotarla, #públicamente»
Transcript
00:00Avens, Valle Salvaje, Azotarua Publicamente, NL Capitulo 255, 16 de septembr.
00:15Latencion en Valle Salvaje, Alcanza a Nuevo Nivel NL Capitulo 255 del Mart 16 de septembr.
00:23Tras el duro enfrentamiento entre Victoria y Matilde, la duca exige un castigo ejemplar que podría cambiarlo todo en la casa grande.
00:40El sol de la tarde el 16 de septembr caía sobre Valle Salvaje con una languidez ingenosa, teniendo de oro y ámbar los campos que se extendían hasta donde la vista se perdía.
00:53Era una belleza serena, una paz que contrastaba Brutalmont con la tempestad que se había desatado entre los muros centenarios de la casa grande.
01:05El her, que afuera olea a tierra humeda y a las últimas flores del estio, adentro estaba vichado, cargado de un silencio denso, casi sulido, un silencio que era el preludio de un grito que aún no se había proferido.
01:23En el gran salón, donde los retratos de los duques de Antano observaban desde sus marcos dorados con una indiferencia perpetua, el eco de las últimas palabras aún vibraba en el ambiente.
01:39Matilde estaba de pie, con el pejo subiendo y vallando en una respiración agitada, las manos empunadas a los costados y una furia yusta ardiendo en sus ojos.
01:54Frente a ella, Victoria, la duca viuda, se recompone con una teatralidad estudiada, levándose una mano al pejo como si un dolor insoportable la estuviera atravesando.
02:09Su rostro, habitualmente una máscara de control y desde, estaba contorsionado en una mucca de ofensa y victimismo.
02:25El enfrentamiento había sido inevitable, una colisión de dos mundos que llevaban meses en Rambo de Hoek.
02:32Había comenzado, como tantas otras veces, con una pula venenosa de Victoria, una crítica velada a los orígenes humildes de Matilde, a su manera de gestionar los asuntos de la finca, a su creciente influencia sobre José Luis.
02:51Pero es atar, algo se había roto en Matilde.
02:59Quizás fue la acumulación de humilaciones, el peso de las mentiras y las intrigas, o simplemente la mirada de superioridad con la que Victoria la había medido, como si fuera un insecto insignificante en su impoluto salón.
03:13No se atreva a hablar así nunca más, había si seado Matilde, su voz, normalmente suave, cargada de una dureza insospchada.
03:30No en mi casa, Victoria había soltado una risa que sonó como cristales rotos.
03:36Tu casa, querida, te equivocas.
03:39Era una simple invitada con infulas de cenora.
03:46Esta casa, este ducado, esta sangre.
03:52Nunca serán tuyos.
03:54Era un accidente, una mancha que el tiempo, con suerte, borara.
04:02Y entonces Matilde había avanzado en paso, en único paso que cerró la distancia entre ellas.
04:09No la tozu, no la empujió, pero su presencia, ergaida y desafiante, fue una agresión en sí misma para una mujer como Victoria, acostumbrada a la sumisión y al temor.
04:24Se equivoca usted, duca, replicio Matilde, su voz ahora en su sera peligroso.
04:35La mancha es el odio que usted destila.
04:37La mancha es la amargura que la consume.
04:44Y si soy un accidente, soy el accidente que le ha recordado a su hijo que tiene un corazón, algo que usted parece haber olvidado hace mucho tiempo.
04:54Fiu en ese preciso instante, con la tensión vibrando como la cuerda de un violín a punto de rompers, cuando Atanasho, el lacayo de confianza y espía personal de la duca, había aparecido en el umbral.
05:12No vio el inicio, no esquiújo las provocaciones.
05:20Solo vio a Matilde, con el rostro encendido por la ira, a escasos centímetros de una Victoria que, con una habilidad digna de la mejor actriz, se tambaleó jacha atrás, tropezando deliberadamente con la alfombra y soltando a un gemido ahogado.
05:36Me ha agredido, exclamo Victoria, con los ojos fíos en Atanasho, converciéndolo en el testigo que necesitaba.
05:51Esta mujeruela ha osado poner sus manos sobre mí. Atanasho, lo has visto. Ha intentado ha cermdano.
05:59El lacayo, pálido y confundido, solo pudo asentir, atrapado en la red de su ama. Matilde se quedó paralizada, la ira transformándose en un frío estupor.
06:17Vio la trampa cerrar sobre ella con una precisión diabolica. No importaba la verdad, solo importaba la versión de Victoria, ahora corroborada por un testigo.
06:29La ligada de José Luis, alertado por los gritos, completó la escena. Encontró a su madre en el suelo, ayudada por Atanasho, y a Matilde, de pai, sola, con una expreión de incredulidad y desesperación.
06:46¿Qué significa esto? ¿Qué ha ocurrido aquí? Priganto el duque, su voz grave resonando en el salón.
06:57Significa, hijo mío, dijo Victoria, poniéndose en pai con una falsa fragilidad, que tu esposa, la mujer que has metido en esta casa, ha olvidado su lugar.
07:11Me ha insultado y, no contenta con eso, me ha agredido físicamente, José Luis miró a Matilde, buscando una negación, una explicación.
07:25Pero ella estaba muda, atrapada en la injusticia de la situación. ¿Qué podía desear? ¿Su madre miente? ¿Es una trampa? Sus palabras sonarían a excusas desesperadas frente a la calculada actuación de la duca.
07:43Y ahora, una hora después, el veneno de esa mensura se había extendido por toda la casa grande.
07:58Victoria no se conformaba con una simple disculpa o un castigo privado. Había subido la apusta a un nivel aterrador.
08:06¿Esto no puede quedar así? José Luis, sentencio, una vez que estuvo a solas con su hijo Y. Anseilente Atanasho, caía presencia era una daga en la espalda de Matilde.
08:26No es una simple falta de respeto. Es una agresión a la matriarza de esta familia.
08:32Es un desafío a tu autoridad y a todo lo que representamos.
08:40Si se corre la voz de que una risa y ligada puede levantar la mano a la duca viuda y salayer impune, nuestro nombre quedará por los suelos.
08:49Seremos el jazmereir de toda la nobleza, José Luis pasaba las manos por su queibello, sintiendo una migrana panzante detrás de los ojos.
09:06Madre, por favor, Matilde no es violenta. Debió ser un malentendido, un arrebato.
09:12¿Han arrebato que casi me cuesta un disgusto fatal? Le interrumpió, con la voz afilada.
09:26Y. Atanasho lo vio todo. Su testimonio es irrefutable. Podría alvar este asunto ante la Santa Sede.
09:33Una acusación de agresión a una superior, a la madre de su esposo. ¿Sabes lo que eso significaría para ella? ¿Para ti?
09:49El duque palidechu. La amenaza era real. Un escándalo de esa magnitud podría tener consecuencias devastadoras.
09:57¿Qué es lo que quiere, madre? ¿Qué propone? Priganto, con la voz teñida de un cansancio infinito.
10:10Victoria sonrió. Era una sonrisa desprovista de alegría, una curva gelada en sus labios.
10:16Se acercó a la ventana y miró hacia los jardines, donde el templo de mármol blanco brillaba bajo el sol poniente.
10:32Aquel pecueno pabellón, construido para recitales de poesía y encuentros románticos, se iba a convertir en el escenario de su venganza.
10:41No quiero un castigo formal que nos envuelva en meses de burocracia y greg chismorío eclesiastaicos.
10:55Quiero algo más, ejemplar, algo que todo el mundo en Val le salvaje vea y recuerde.
11:01Quiero que entiendan, de una vez por todas, ¿cuál es el lugar de cada uno?
11:10Hizo una pausa, seiberiando el poder del momento.
11:17José Luis la miraba con una creciente sensación de pavor, quiero que ordenes que sea azotada.
11:23Públicamente, en el templo, al amanecer, quiero que cada sirvayent, cada jornalero, cada persona que viva en estas tierras vea lo que le oquer a quien desafía a la duca de Val le salvaje.
11:43Quiero que esa humilación la marque para siempre, que le arranque de raíz esa soberbia plebeya con la que se pase por mis dominios.
11:53El silencio que sigaio a sus palabras fue más profundo y aterrador que cualquier grito.
12:06José Luis la miró como si no la reconocera.
12:09La crueldad de la petición era tan monstruosa, tan medieval, que por un momento pensó que había entendido mal.
12:16Azotarua, repicio, su voz apenas en su sera.
12:24¿Habla en serio?
12:25Es mi esposa, es una insolent que debe aprender la lección, replicio victoria, su voz ahora ante el pano de cielo.
12:33El duque, tienes el poder, y el deber, de impartir justicia en tus tierras.
12:43O lo heces tú, o te juro por la memoria de tu padre que le ver esto hasta las últimas consecuencias, y el escándalo nos arrastrará a todos al fango.
12:53La elección es tuya, José Luis.
13:00Demuestra si er el hombre que esta casa necesita o el taitir de una campesina.
13:05Salió del salón, dejando a su hijo solo con una decisión imposible.
13:15¿Permitiría se me un barbarie?
13:16¿Condenaría a la mujer que amaba a una humilación tan indelible?
13:21¿O se enfrentaría a su madre, erayizgándose a un escándalo que podría destruir su reputación y la paz de su familia?
13:29El peso del ducado nunca le había parecido tan insoportable.
13:36Mientras tanto, lejos de la opresiva atmósfera de la casa grande, la tensión tomaba otras formas, más sútiles pero igualmente corocivas.
13:49Rafael, el hijo del duque, sentía una furia impotente que le quemaba por dentro.
13:55Acababa de tener una durísima conversación con su padre, no sobre Matilde, sino sobre Adriana.
14:05La revelación de Francisco sobre el acuerdo que José Luis le había ofrecido a la joven lo había dejado consternado.
14:16Encontró a su padre en el despacho, justo antes de que la descaión con Victoria tuviera lugar.
14:22El duque parecía agotado, la sombra de sus responsabilidades grabada en su rostro.
14:32¿Es cierto lo que he oído?
14:38Priganto Rafael sin preámbulos, su voz tensa.
14:42Lejas ofrecido a Adriana las Tierra del Sur a cambio de
14:45¿De qué exactamente, padre?
14:51A cambio de que acepte ser tuya, José Luis levantó la vista de unos papeles que no estaba leyendo.
15:01Su mirada era cansada.
15:03Rafael, no son asuntos en los que debas miterte.
15:07Son temas complejos.
15:08Complejos, es un soborno, es un pacto envenenado, exclamó Rafael, dando un golpe en la mesa.
15:23Estás usando tu poder y tu riqueza para comprar el afecto de una mujer.
15:29Para comprar su vida, ¿no te das cuenta de la belleza de ese acto?
15:33¿Le estás pidiendo que renuncie a su libertad, a su futuro, a cambio de un trozo de tierra?
15:43Le estoy ofreciendo una seguridad que nunca ha tenido, replició José Luis, levantando la voz.
15:53Le estoy ofreciendo un futuro para él y para el hijo que podría alvar en su vientre.
16:00Un hijo que podría ser mío.
16:03Intento reparar andano, Rafael, no se repara andano cometiendo otro mayor, dijo un Rafael con amargura.
16:16El amor no se compra.
16:18La libertad no se exige a cambio de hectorías.
16:21La estás acorrelando, padre.
16:23La estás obligando a elegir entre la miseria y la sumisión.
16:32¿Eso es lo que quiere?
16:33¿Una esposa que te mire con gratitud y resentimiento a partes iguales por el resto de su vida?
16:39El duque se quedó sin palabras.
16:46La verdad en la acusación de su hijo era afilada y dolorosa.
16:50Se sentía anhipucraita, lucando internamente por proteger a Matilde de la tiranía de su madre mientras él mismo ejercia una forma de tiranía, más sutil pero igualmente perversa, sobre Adriana.
17:07La conversación se vio interrapida por los gritos que ligaban del salón, el preludio del drama de Victoria, y Greg Rafael se marjo, dejando a su padre con otra brasa ardiendo en su conciencia.
17:22La preocupación por Adriana lo llevó a buscarla, pero no la encontró.
17:32En su lugar, su mente, incuieta y grec analítica, volvió a otro asunto que no lo dejaba dormir, la muerte de Julio.
17:43Las palabras de Francisco, acusando a Ana de haber estado implicada, se caen resonando en su cabeza.
17:52A pesar de las negaciones de la donchela, la duda se había instalado en él como una astila viola una.
18:05La encontró en la Galeria Treisera, mientras recogía unas sabanas que se habían secado al viento.
18:11El sol poniente le daba en la zara, y Greg Rafael pudo ver el miedo en sus ojos antes incluso de abrir la boca.
18:26Ana, dijo, su voz más suave de lo que pretendía. Necesito hablar contigo de nuevo.
18:33La mujer dio un respingo y casi se le quie el cesto.
18:41Señorito Rafael, yo ya le dije todo lo que sabía.
18:48Lo sé, pero piénsalo bien, por favor.
18:52Cualquier detalle, por pecueno que sí, podría ser importante.
18:55La tarde que Julio murió. Francisco insiste en que fuiste tú quien sirvaió la merenda en el pabellón de casa.
19:10El té, las pastas. Estás completamente segura de que no fuiste tú, Ana negó con la cabeza, pero esta vez su negación fue menos firme.
19:19Sus ojos se movieron de un lado a otro, como si buscara una ruta de escape.
19:29Apretó las sabanas contra su pejo como un escudo.
19:36No, no, cenorito. Yo ese día, creo que estaba en la cochina, ayudando a Peppa.
19:43Sí, eso es.
19:44Estuve toda la tarde en la cochina. Peppa se lo puede desayar, habler con ella, dijo Rafael, estudiándola con atención.
19:59Pero tu rostro me dais otra cosa, Ana. Te veo asustada.
20:04Si sabes algo, si viste algo, o si al galle te obligo a heiser algo que no querias.
20:09Tienes que desayármelo. Te prometo que te proteges, el labio inferior de Ana temblaba.
20:23Las lágrimas asomaron a sus ojos. Parecía a punto de derambars, de confesar algo que la atomontaba.
20:30Pero entonces, una sombra de terror aún mayor cruzó su rostro.
20:39Miro por encima del hombro de Rafael, jacha las ventanas de la casa, como si temiera que al galle los estuviera observando.
20:50No sé nada, cenorito, su cero, con la voz rota.
20:55Por favor, déjenme en paz. No sé nada.
21:00Y sin desayar más, se escabiuló, corriendo jacha, el interior de la casa, dejando a Rafael solo con sus sospejas, ahora más fuerte y amargas que nunca.
21:16La donchela Mencia, estaba aterrorizada, pero Mencia. ¿A quién estaba protegiendo? ¿Y por qué?
21:23En la calidez de la casa pecuena, allenos al drama palaciego y a las intrigas de la muerte, se desarrollaba otro tipo de tormenta, una de corazones rotos y sacrificios no decedos.
21:38Francisco acababa de ligar con una noticia que le pesaba en el alma.
21:48Encontró a Pepa rimuviendo un gaiso en el fogón, el aroma a hierbas y a jogar lenando la pecuena estancha.
21:59La miró un instante, admirando su fuella, la bondad que emanaba de cada uno de sus gestos.
22:05La amaba tanto que la idea de causar el cualque tipo de dolor le resultaba físicamente insoportable.
22:19Y sin embargo, tenía que hacerlo, Pepa, comenzó, y él a seguiró al instante, su rostro iluminándose con una sonrisa que se desfaneció al ver la gravedad en los ojos de él.
22:35¿Qué oker, Francisco? Tienes maua zara, él tomó sus manos. Estaban calientes y olían a cebolla y a trabajo.
22:44He hablado con Martín, Pepa contuvo la respiración. Y bien, se marcha, Pepa.
22:54Ha decidido marcarse de valle salvaje.
22:56La noticia cayó como una piedra en un pozo. Pepa se soltó de sus manos y se apoyó en la mesa, como si las piernas le hubieran fallado.
23:10¿Qué se marcha? ¿Por qué? A tú, dais que es lo mejor para todos, explico Francisco, con la voz ronca.
23:20Creí que su presencia aquí es un obstáculo para nosotros. Se va, para que tú y yo podamos vivir nuestra relación sin sombras, sin que él se sienta en estorbo.
23:35Las lágrimas brotaron en los ojos de Pepa, lágrimas de frustración y de An Profanducarino.
23:45Pero qué estúpides, Martín no es un obstáculo. Es nuestro amigo. Es parte de nuestra vida. ¿Cómo ha podido pensar algo así?
23:58Tiene el corazón roto, Pepa. Y un hombre con el corazón roto a veces toma decisiones equivocadas, creyendo que hace lo correcto, dijo Francisco, y cercándose a él a y abrazándola por los hombros.
24:20No, no lo vamos a permitir, declaró Pepa con una resolución férus, secándose las lágrimas con el dorso de la mano.
24:28No voy a construir mi felicidad sobre el sacrificio de un buen hombre. Ni hablar.
24:42Si él se va, una parte de nosotros se va con él, Francisco sintió una oleada de alivio y de amor.
24:53Era la respuesta que había esperado, la que conoce en el fondo de su corazón.
24:59Pienso exactamente lo mismo.
25:04No estamos dispuestos a aceptarlo. Tenemos que encontrarlo. Tenemos que hacerle entender que su lugar está aquí, con nosotros.
25:13Se miraron a los ojos, una determinación compartida naciendo entre ellos. Su amor no era excluyente, era un refugio, un hogar con las puertas abiertas.
25:28Y en ese hogar, había un lugar para Martin. Su misión ahora era convencerlo de él lo antes de que fuera demasiado tarde.
25:41Mientras tanto, en otra ala de la casa grande, un drama de celos y sospejas alcanzaba su punto al guido.
25:51Bárbara, con el corazón envenenado por la inseguridad y la rabia, había estado observando a Irene y a Leonardo.
26:03Veía sus miradas, sus conversaciones en voz valla, la cerzaña que existía entre ellos, y cada gesto era una punalada en su orgullo.
26:17Irene, por su parte, sentía la hostilidad de Bárbara como una corriente de ergelado cada vez que se cruzaba con ella.
26:33Consciente del dolor que su amistad con Leonardo le estaba causando, había intentado tomar distancia.
26:39Buscó al pintor en el jardín, donde él retocaba uno de sus paisajes, Leonardo, creyó que.
26:53Creyó que por un tiempo deberíamos de ir de vernos tanto, dijo, con la voz entrecortada.
27:03Él dejó el pinche y se volvió hacha ella, con el ceno fruncido.
27:09¿Distensarnos? ¿Por qué? ¿Jejejo algo que te haya molestado, Irene?
27:17No, no, tú no has jejonada. Es por Bárbara, con feo, mirando a su alrededor con nerviosismo.
27:28Está sufriendo. Y me odia. Piensa que entre nosotros hay algo más que una amistad, y no quiero ser la causa de su infelicidad.
27:38Leonardo suspiró, una mezcla de frustración e impaciencia en su gesto.
27:47Bárbara ve fantasmas donde no los hay.
27:49Nuestra amistad es sincera y limpia. No voy a renunciar a ella por sus celos infundados.
28:00Él la única persona en esta casa con la que puedo hablar de verdad, Irene. No te pido que renancis a eso.
28:11Pero le hacemos dano, Leonardo. Y yo no quiero gererla, el dano se lo hace ella misma con sus sospejas, insistió él, tomando su mano.
28:24Por favor, no dejes que esto nos separe, en ese momento, la voz de Bárbara, cargada de sarcasmo y furia, resonó a sus espaldas.
28:37¿Qué escena tan conmovedora? El artista y su musa. La amistad sincera y limpia.
28:48¿De verdad pensé que soy idiota? Se acercó a ellos, con los ojos llameando. Leonardo soltó la mano de Irene instintivamente.
29:00Bárbara, tranquilizad. Estábamos simplemente hablando, dijo él, pero Bárbara no lo miraba a él.
29:15Toda su ira estaba concentrada en Irene, tú, Siseo, señalándola con un dedo tembloroso.
29:21Er una manipuladora. Siempre lo has sido. Con tu zara de santa, tu voz suave. Pero er una serpient.
29:36Ahora lo veo todo con claridad, Irene retrocillo, desconcerteida. ¿De qué estás hablando?
29:46De Amanda, es que payo Bárbara, y el nombre pareció envenenar el er.
29:52La manipulaste, le lenaste la cabeza de inseguridad, la convenciste de que no era lo suficientemente buena para Leonardo, de que su amor era una carga para él.
30:06Lo hiciste todo para apartarla de su camino y quedarte tú con él. Te hiciste pasar por la amiga comprensiva mientras le clavabas el punal por la espalda.
30:17Querías ser la esposa ideal, la compañera perfecta para el gran artista.
30:22La acusación era tan monstruosa, tan retorcida, que Irene se quedó sin aliento.
30:33Miro a Leonardo, esperando que él la defendiera, pero él también parecía sorprendido, procesando la virulencia de las palabras de su esposa.
30:41Eso no es verdad, murmuró Irene, pero su voz zonaba débil, incluso para sus propios oídos.
30:52Claro que es verdad, grito Bárbara, con el rostro descompuesto por el dolor y la rabia.
31:01Y ahora estás jachando lo mismo conmigo. Intentas alejarme de mi marido, sucerándole al oído, jachándote la indispensable.
31:14Pero no te va a funcionar. No esta vez, sin esperar respuesta, Bárbara se dio media vuelta y se marju, dejando tras de sí en silencio espeso y una duda ponzonosa flotando en el aire.
31:31Irene se quedó allí, temblando, sintiendo como la calumnia se adhiría a ella como una segunda piel, sucia y pegayosa.
31:47Leonardo la miraba con una expression indesfortable, y por primera vez, Irene sintió que su amistad, aquel refugio que tanto valoraba, se había fracturado, quizás para siempre.
32:01Y. Mientras el odio, la sospeja y la desesperación tejían sus redes en torno a los habitantes de Valle Salvaje, en un rincón apartado, una pecuena semila de esperanza comenzaba a germinar en el más absoluto secreto.
32:21Adriana caminaba por la orilla del río, lejos de la casa, lejos de las miradas y de las presiones.
32:31El ofrecimiento del duque pesaba sobre ella como una losa. Tierra, seguridad, en futuro.
32:42A cambio de su libertad, de su corazón. Se sentía atrapada, sin una salida honorable.
32:48Amaba a Rafael, pero su amor parecía condenado al fracaso por las barreras insalvebles que los separaban.
32:59El duque le ofrecía un puerto seguro, pero un puerto en el que se sentiría una prisionera dorada.
33:09El sol se hundía en el horizonte, pintando el cielo de narañas y gregpúrpuras.
33:19El agua del río murmuraba a su paso, contándole historias de tiempos inmemoriales.
33:25Adriana se sentó sobre una roca lisa, abrazándose las rodillas, sintiendo una profunda soledad.
33:35Todo parecía perdido. Su vida era un nudo de decisiones imposibles, de caminos que solo conducían al dolor.
33:46Cerro los ojos, intentando encontrar un rímenso de paz en su interior.
33:56Y entonces, lo sentió.
34:02No fue un movimiento brusco ni un dolor.
34:04Fui algo mucho más sutil.
34:06Una vibración, un aleteo minúsculo, casi imperéptible, en lo más profundo de su vientre.
34:16Como el batallero de alas de una mariposa atrapada, abrió los ojos de golpe, con el corazón martileándole en el pejo.
34:29Se elevó una mano al abdomen, con la respiración contenida, esperando.
34:34Y allí estaba de nuevo.
34:40Un live, le vaísimo estremecimiento.
34:42Una senal, una vida, una vida que cría perdida.
34:46La vida que el médico había dicho que ya no existía.
34:53La esperanza a la que se había visto follada a renunciar.
35:00Las lágrimas comenzaron a rodar por sus medillas, pero esta vez no eran de tristeza ni de desesperación.
35:07Eran lágrimas de asombro, de incredulidad, de una alegría tan inmensa y grecabrumadora que la dejó sin aliento.
35:19En medio de la oscuridad, cuando todo parecía abocado al desastre, un milagro silencioso se había abierto paso.
35:31Aún no sabía qué significaría, cómo cambiaría las cosas, si las cambiaría para bien o para mal.
35:41Pero en ese instante, en la soledad del crepusculo, aferrada a ese secreto que solo ella conocia,
35:51Adriana sintió por primera vez en mucho tiempo que no todo estaba perdido.
35:56Quizás, solo quizás, aún existía una esperanza.
36:04Una pecuena y fragile esperanza que ahora latía, contra todo pronóstico, dentro de ella.
36:09Y. Mientras la noche comenzaba a extender su manto sobre Valle Salvaje, la pregunta más terrible de todas seguía suspendida en el hervichado de la Casa Grande.
36:27En el despacho, José Luis, duque de Valle Salvaje, se enfrentaba a la pluma y el papel.
36:34En sus manos estaba el poder de firmar una orden que destruiría a Matilde o de deatar una guerra contra su propia madre.
36:49El templo de mármol esperaba, silente, valló la luz de la luna, ignorante del terrible propósito para el que había sido elegido.
36:58Y. El amanecer, con su promesa de un nuevo día, se acercaba inexorable, amenazando con traer consigo la más oscura de las sentencias.
37:12El templo de las sentencias.
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