as llamadas al boicot, a «cortar las calles» y a «impedir que los ciclistas lleguen» a la meta se toparon con un dispositivo policial sin precedentes recientes en la Vuelta a España. Valladolid amaneció blindada, con un recorrido urbano reducido a 12,2 kilómetros, quince menos de lo previsto inicialmente, y con numerosas vallas y cortes de tráfico en calles adyacentes.
El secretario de organización de Podemos, Pablo Fernández, denunció en redes sociales que la policía estaba impidiendo acercarse «a la zona de salida de la contrarreloj si lleva banderas o distintivos palestinos».
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