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#LaPromesa #boda #DESENMASCARA
¡JANA ESTÁ VIVA! 😱 Interrumpe la boda y DESENMASCARA a Lorenzo FRENTE a TODOS
Atrapada en una red de secretos y culpas, Leocadia está a punto de sacrificar a su propia hija para enterrar el crimen que la consume: la noche en que, convencida por la marquesa Cruz, cree haber asesinado a Jana. Ahora, el capitán Lorenzo la tiene en sus manos. Con la soga del verdugo como amenaza, le exige un pago macabro por su silencio: la mano de la inocente Ángela en matrimonio.

Mientras los preparativos de la ...
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#LaPromesa¡JANAESTÁVIVA😱Interrumpe, #boda, #DESENMASCARA, #LorenzoFRENTE, #TODOS
Transcript
00:00Yana está viva. Cara atemorizada interrumpe la boda y desenmascara a Lorenzo frente a todos.
00:16Atrapada en una red de secretos y culpas, Leocadia está a punto de sacrificar a su
00:21propia hija para enterrar el crimen que la consume. La noche en que, convencida por la
00:26marquesa Cruz, cree haber asesinado a Yana. Ahora, el capitán Lorenzo la tiene en sus
00:35manos. Con la soga del verdugo como amenaza, le exige un pago macabro por su silencio, la
00:41mano de la inocente Ángela en matrimonio. Mientras los preparativos de la boda avanzan
00:50como una marcha fúnebre, convirtiendo la promesa en el escenario de una farsa, no todos aceptan
00:56la versión oficial.
01:01Curro y Pía, movidos por la intuición y los cabos sueltos de aquella noche fatal, inician
01:06una peligrosa investigación. Un disparo que nadie puede explicar, un médico desaparecido
01:15misteriosamente y el recuerdo de un sirviente despedido son las únicas pistas que los guían
01:20a través de un laberinto de mentiras diseñado por Cruz y Lorenzo.
01:27La ceremonia es inminente y la tensión puede cortarse con un cuchillo. ¿Es Leocadia una
01:33asesina a sangre fría o la víctima de una conspiración diabólica? ¿Podrá la verdad
01:38salir a la luz antes de que Ángela sea condenada a una vida de miseria? En la promesa, la justicia
01:44y la venganza están a punto de encontrarse frente al altar, y la explosión que se avecina
01:49cambiará el destino de todos para siempre.
01:55El aire en la promesa se había vuelto denso, casi irrespirable, cargado con el peso de secretos
02:00tan antiguos como los muros de piedra que los contenían.
02:08Cada pasillo susurraba un eco de tragedia, cada sombra parecía ocultar una daga. Para
02:13Leocadia, la señora de Figueroa, ese aire era veneno. Lo inhalaba con cada respiración
02:24y sentía como la ahogaba desde dentro, congelando su sangre y paralizando su alma.
02:33La promesa ya no era un hogar, era su tumba, y el capitán Lorenzo, su verdugo sonriente.
02:43La exigencia del capitán era una sentencia de muerte envuelta en un lazo de seda, la
02:48mano de su hija Ángela a cambio de su silencio.
02:55Hablando sobre un crimen que Leocadia sentía grabado a fuego en el reverso de sus párpados.
03:04La noche en que Yana murió. La noche en que ella, Leocadia, se convirtió en un monstruo.
03:14La memoria era una tortura implacable, una película que se repetía sin cesar en la
03:19oscuridad de su mente. Se veía a sí misma, con el corazón martilleando contra sus costillas
03:28como un pájaro enjaulado, subiendo la escalera de servicio.
03:36El metal frío de la pistola que Cruz le había entregado pesaba en su mano, un ancla que la
03:41arrastraba hacia el infierno. Es por el bien de todos, Leocadia, le había
03:49siseado la marquesa, sus ojos brillando con una convicción febril.
03:57Esa muchacha es una serpiente. Ha venido a destruirnos. Si Manuel se fuga con ella, será
04:02la ruina de los Luján. Debes asustarla, hacer que se marche para siempre, asustarla, solo
04:13asustarla. Pero el recuerdo se volvía borroso en el punto crítico, como una acuarela manchada
04:18por las lágrimas. La puerta de la habitación de Yana entreabierta. La silueta de la doncella
04:28recortada contra la luz de la luna.
04:34Un movimiento, un sobresalto. El estruendo ensordecedor de la detonación. Un sonido que
04:40desgarró el silencio sepulcral del palacio. Y luego, la visión que la perseguiría hasta
04:48el fin de sus días. El cuerpo de Yana desplomándose. Un muñeco de trapo al que le hubieran cortado
04:54los hilos, cayendo al suelo con un golpe sordo y definitivo.
05:02El silencio que siguió fue peor que el disparo. Un silencio de muerte. Leocadia había huido,
05:08con el alma desgarrada, convencida de que la sangre de Yana manchaba sus manos para la
05:13eternidad. Ahora, Lorenzo la tenía atrapada en esa misma culpa. Yo sé lo que hiciste,
05:22Leocadia. Le había dicho, su voz un susurro venenoso.
05:30Yo lo vi todo. Una palabra mía y acabarás tus días en un garrote. Pero si Ángela se convierte
05:35en mi esposa, tu secreto morirá conmigo. Desesperada, rota, Leocadia aceptó. Anunció
05:46el compromiso como si estuviera leyendo su propia esquela. La boda se celebraría en la
05:53promesa, una farsa macabra para sellar su condena y la de su hija. Dos crímenes y una
06:03boda para taparlos. El de Yana, y el que estaban a punto de cometer con el futuro de Ángela.
06:13Mientras tanto, en otra ala del palacio, Cruz observaba el tablero de ajedrez con una sonrisa
06:18satisfecha. Había sacrificado un peón, Leocadia, para proteger a su rey y a su reina. Le confió a
06:29su marido, Alonso, una versión cuidadosamente distorsionada de la verdad.
06:38Fue Leocadia, dijo, fingiendo una profunda aflicción. Estaba fuera de sí. Culpaba a Dolores
06:45de la muerte de su marido, y a Yana de corromper a Manuel.
06:48Ordenó la muerte de la madre y luego ejecutó a la hija. Incluso el robo de Curro fue parte de su
06:57venganza demencial contra nosotros. Alonso, devastado por la aparente traición, no supo qué creer. La red
07:09de mentiras de su esposa era tan experta que la verdad se había vuelto irreconocible.
07:18Pero no todos estaban dispuestos a aceptar la versión oficial. Curro sentía que una espina
07:23de hielo se le clavaba en el corazón cada vez que miraba a Lorenzo.
07:30La desaparición de Ángela y su reaparición en un estado de shock y debilidad no encajaban con un
07:35secuestro común. Había algo más, una crueldad calculada que llevaba la firma del capitán. La
07:45desconfianza de Curro era un fuego lento que crecía con cada hora que pasaba. Se reunió en secreto con
07:54Pía, la única persona en quien confiaba plenamente para desentrañar los nudos más oscuros.
07:59No tiene sentido, Pía, susurró Curro en la penumbra del despacho. Leocadia adoraba a Yana.
08:14Podía estar en desacuerdo con su relación con Manuel, pero hasta el punto de matarla a sangre fría. Y lo
08:20de mi madre. No cuadra. Pía, cuyo rostro reflejaba la sabiduría del sufrimiento, asintió lentamente.
08:34Las cosas no siempre son como parecen en este lugar, Curro. Investigamos la muerte de Yana en su
08:40momento. Había cabos sueltos, detalles que nunca encajaron. Revisaron viejas notas, recuerdos
08:51fragmentados. Pía recordó algo, el disparo, el informe del médico, el que nos mostraron de manera tan
09:01apresurada. Hablaba de una herida en el pecho. Pero recuerdo a un lacayo, uno que fue despedido
09:11poco después, que juraba haber oído dos sonidos esa noche. Uno fuerte, como un portazo, y otro más
09:22agudo, casi un silbido. Y los oyó desde el ala oeste, no desde la zona de servicio donde estaba
09:28Leocadia. Era una pequeña grieta en el muro de la mentira, pero suficiente para que Curro y Pía
09:37empezaran a excavar. Mientras ellos buscaban la verdad, Manuel luchaba su propia batalla. Su
09:47decisión de abandonar la empresa familiar y fundar la suya propia no era solo un acto de rebeldía
09:52profesional. Era una huida, una huida de la atmósfera asfixiante de la promesa, de los
10:01recuerdos de Yana que lo asaltaban en cada esquina. Leocadia lo enfrentó, su voz temblando de ira y
10:11dolor. Nos abandonas en el peor momento. Le espetó. Pero Manuel vio más allá de su rabia. Vio un miedo
10:21profundo, una desesperación que no cuadraba con la de una asesina a sangre fría. Su instinto, esa parte
10:31de él que todavía pertenecía a Yana, le decía que algo estaba terriblemente mal. La tensión en
10:41el palacio se podía cortar con un cuchillo. La audaz venganza de Catalina contra el varón de
10:45Valladares, llevándole estiércol a su palacio. Había pasado de ser una anécdota a una crisis en
10:51toda regla. El varón, un hombre cuyo orgullo era tan grande como su crueldad, no se detendría ante
11:01nada. Irrumpió en la promesa hecho una furia, sus amenazas resonando en el gran salón. Pagarán
11:11por esta humillación. Haré que los Luján se arrastren por el fango. Gritó, con el rostro
11:17congestionado. La publicación de la noticia en un periódico nacional, señalando a Catalina como
11:25instigadora de revueltas, echó más leña al fuego. Adriano temblaba, pero Catalina, con la fuerza
11:36que le daba la razón, se mantuvo firme. En el corazón de la servidumbre, los dramas personales
11:46reflejaban la tormenta de los señores. Vera y Lope, incapaces de superar sus diferencias,
11:55rompieron su relación, dejando un rastro de amargura. María Fernández, ahogando su amor
12:05imposible por Samuel en alcohol, protagonizó una noche bochornosa en la verbena de Luján,
12:10para luego despertar sin recuerdos y con una profunda vergüenza.
12:14Petra, en su afán de servilismo hacia Cristóbal, sufrió un accidente en los jardines y exigió
12:24represalias, recrudeciendo su tóxica relación. Y Cristóbal, el gerente déspota, disfrutaba de su
12:34pequeño reino de terror, humillando a Pía y Ricardo a la menor oportunidad, recordándoles cínicamente
12:41que la puerta siempre estaba abierta si no soportaban su tiranía.
12:48Fue la reaparición de Ángela lo que aceleró el curso de los acontecimientos. Volvió desorientada,
12:54débil, con la mirada perdida. Leocadia la abrazó con la ferocidad de una leona,
13:03y luego se volvió hacia Lorenzo, su dolor transformado en una furia helada.
13:11Tú eres el responsable de esto. Siseo, Lorenzo, con su calma exasperante, simplemente arqueó una ceja.
13:23Cuidado, Leocadia, recuerda nuestro acuerdo. Pero Curro no se dejó intimidar. Se llevó a Ángela a un
13:30lugar seguro y, con paciencia y ternura, la ayudó a reconstruir los fragmentos de su cautiverio.
13:36Su relato era confuso, pero ciertas palabras se repetían. Un sótano húmedo, el olor a tabaco de
13:47puro, una voz que me recordaba a la del capitán. No eran pruebas, pero eran suficientes para Curro.
13:57Desesperado, decidió ir a la Guardia Civil, dispuesto a denunciar a Lorenzo ante el sargento
14:03Burdina, sin importarle las consecuencias. Mientras Curro se dirigía a Luján, Pía siguió tirando del hilo
14:13de su recuerdo. Los dos sonidos. El lacayo despedido, decidió buscarlo. Con la ayuda de Rómulo, que conocía
14:24a los entresijos del pueblo como la palma de su mano, lo encontraron trabajando en una finca a las
14:30afueras. El hombre, llamado Mateo, al principio se mostró reacio a hablar. Me advirtieron que
14:40mantuviera la boca cerrada si apreciaba mi empleo.
14:43Y mi vida, murmuró. ¿Quién te advirtió, Mateo? Presionó Pía con suavidad. El capitán Lorenzo.
14:54Y el día después de la muerte de la doncella, vi algo más. Vi al capitán hablando en voz baja con
15:05la marquesa en los jardines. Parecían conspiradores, y luego vi al doctor Abel salir del palacio con el
15:14rostro pálido como un muerto. Nunca volvió. El doctor Abel, Pía y Curro, que ya había regresado
15:25frustrado de su encuentro con un sargento escéptico, se miraron. Abel había sido el médico que certificó
15:35la muerte de Yana. Había desaparecido misteriosamente poco después. La pieza encajaba. Si podían encontrar
15:45a Abel, podrían descubrir la verdad. Emprendieron una búsqueda frenética, utilizando los contactos
15:51de Manuel, quien, al ser informado de sus sospechas, se unió a la causa sin dudarlo.
15:57El recuerdo de Yana y la injusticia que se cernía sobre Leocadia le dieron un propósito que había
16:06perdido. Descubrieron que Abel se había trasladado a un pequeño pueblo de Córdoba,
16:15viviendo bajo otro nombre. Manuel, utilizando la excusa de un viaje de negocios para su nueva
16:25empresa, fue a buscarlo. Lo que Manuel encontró fue un hombre roto por la culpa. Abel, entre sollozos,
16:36confesó la verdad. La noche del crimen, fue llamado a la promesa por cruz. Cuando llegó,
16:46Yana yacía en el suelo, sangrando, pero viva.
16:49La bala le había atravesado el hombro, una herida grave pero no mortal. Leocadia ya había huido.
17:02La marquesa y el capitán Lorenzo estaban allí, relató Abel, con la voz temblorosa.
17:08Me amenazaron. Me dijeron que si no firmaba un certificado de defunción y les ayudaba a sacar
17:18a Yana del palacio, mi familia sufriría las consecuencias.
17:26Lorenzo había sido quien le disparó de verdad, desde el pasillo. La pistola de Leocadia, según me
17:32confesó Cruz entre risas, estaba cargada con fogueo. Solo querían incriminarla, tenerla bajo
17:42su control para siempre. El plan era diabólico en su simplicidad.
17:51Lorenzo quería el control sobre los Figueroa y su fortuna a través de Ángela. Cruz quería a
17:56Leocadia como una marioneta leal y culpable, y a Yana fuera del camino de Manuel para siempre.
18:05¿Y Yana? ¿Qué pasó con ella? Preguntó Manuel, con el corazón en un puño. La sacamos del palacio
18:13esa misma noche, inconsciente. Lorenzo se la llevó. Me dijo que se encargaría
18:21de ella. Creí que la iba a matar. He vivido con ese tormento cada día de mi vida, confesó el médico.
18:31Manuel sintió una mezcla de horror y una extraña, salvaje esperanza.
18:40¿Y si Lorenzo no la había matado? ¿Y si la mantenía prisionera en algún lugar? El capitán
18:45era arrogante. Podría haberla mantenido viva como un trofeo, como una última carta en su manga. Con la
18:54confesión de Abel en la mano, Manuel regresó a la promesa la víspera de la boda. El palacio era un
19:04hervidero de actividad. Flores, música, invitados. Una celebración grotesca sobre un lecho de mentiras.
19:15Reunió a Curro, Pía, Alonso y Catalina. Les contó toda la historia. Alonso palideció,
19:21la traición de su esposa finalmente revelada en toda su monstruosa dimensión.
19:29La ira que sintió fue volcánica, pero Manuel lo contuvo. Aún no. No tenemos a Yana.
19:36Si nos enfrentamos a ellos ahora, la matarán. Debemos jugar su juego. La boda debe continuar.
19:49Pero tenderemos nuestra propia trampa. El plan era arriesgado, pero era el único que tenían.
19:54Utilizarían la boda como escenario para la confrontación final. Curro, con la ayuda de
20:04Rómulo y el resto del servicio leal, se encargó de buscar discretamente en todas las propiedades
20:09conocidas de Lorenzo. Sabían que el tiempo se agotaba. El día de la boda amaneció con un cielo
20:19plomizo, como si la naturaleza misma estuviera de luto. Ángela, pálida como un fantasma, fue vestida
20:30de novia. Leocadia, a su lado, parecía haber envejecido diez años en una noche.
20:39En la capilla improvisada en el gran salón, Lorenzo esperaba en el altar,
20:44su sonrisa de triunfo más repulsiva que nunca. Cruz observaba desde la primera fila,
20:53la perfecta imagen de la marquesa satisfecha.
20:59La ceremonia comenzó. El sacerdote pronunció las palabras rituales. Cuando llegó el momento
21:05de los votos, la voz de Ángela fue apenas un susurro inaudible.
21:09Lorenzo, impaciente, la agarró del brazo. Di que sí, siseo. Esperen. La voz de Manuel resonó
21:21en la capilla, firme y clara. Todos los ojos se volvieron hacia él. Caminó hacia el altar,
21:30seguido por Alonso, Curro y Pía. Esta boda es una farsa, declaró Manuel, su mirada fija en Lorenzo.
21:42Está construida sobre un crimen. Sobre dos crímenes. Lorenzo se echó a reír. ¿De qué hablas,
21:52muchacho? ¿Celos de última hora? Hablo del asesinato de Llana, dijo Manuel. Y luego,
22:01mirando a Cruz, añadió. Y del intento de asesinato de su reputación y la libertad de Leocadia.
22:11Cruz se levantó de un salto. Insolente, has perdido el juicio. Al contrario, intervino Alonso,
22:18su voz resonando con una autoridad que había permanecido dormida durante mucho tiempo.
22:27Por primera vez en años, el juicio ha vuelto a esta casa. Sabemos lo que hicisteis.
22:36Los dos. El pánico asomó brevemente en los ojos de Lorenzo. Agarró a Ángela con más fuerza,
22:43usándola como escudo.
22:48No sabéis nada. Son delirios. Sabemos de la pistola de fogueo, marquesa, dijo Pía,
22:56dando un paso al frente.
23:01Sabemos del disparo real desde el pasillo, capitán. Y sabemos del doctor Abel y su confesión.
23:06La fachada de Cruz se desmoronó. Lorenzo, al verse perdido, desveló su verdadera naturaleza.
23:21Sacó una pequeña pistola de su chaqueta y la apretó contra la sien de Ángela.
23:25Nadie se mueva, gritó.
23:31Saldré de aquí con mi prometida, o morirá aquí mismo.
23:35Leocadia ahogó un grito de terror.
23:36El caos se apoderó de la sala. Los invitados gritaban, retrocediendo.
23:46Fue en ese preciso instante cuando las grandes puertas de la capilla se abrieron de golpe.
23:50Un silencio atónito cayó sobre la estancia. En el umbral, recortada contra la luz del exterior, había una figura.
24:06Una mujer. Llevaba un vestido sencillo, su cabello estaba más corto, y una fina cicatriz blanca se dibujaba cerca de su clavícula, visible por el escote del vestido.
24:20Pero sus ojos. Sus ojos eran los mismos. Llenos de fuego, de dolor y de una fuerza inquebrantable.
24:30Era Yana. Manuel sintió que el mundo se detenía. El aire abandonó sus pulmones. Yana.
24:41Susurró su nombre como una oración. Yana caminó lentamente hacia el altar, su mirada nunca abandonando a un Lorenzo paralizado por el shock.
24:50Me extrañaste, capitán. Dijo. Su voz tranquila pero cortante como el acero. La aparición de la mujer que todos creían muerta fue el golpe de gracia.
25:04La mente de Lorenzo, incapaz de procesar lo imposible, se quebró. Por un segundo, su agarre sobre Ángela se aflojó.
25:15Fue todo lo que curro necesito. Se abalanzó sobre él como un rayo, desviando el arma y apartando a Ángela del peligro.
25:27Manuel y Rómulo se unieron a la refriega, inmovilizando al capitán. Yana se detuvo frente a Cruz, cuya cara era una máscara de horror e incredulidad.
25:40Tu plan era casi perfecto, marquesa. Pero subestimaste una cosa. Mi voluntad de vivir.
25:49Y mi deseo de justicia. Resultó que Lorenzo, en su arrogancia, no la había matado.
25:59La había mantenido prisionera en una remota casa de campo, planeando usarla en el futuro contra los Luján si fuera necesario.
26:14Pero Yana, paciente y astuta, había planeado su fuga durante meses. Había seducido a un guardia joven e ingenuo, convenciéndolo de su inocencia y de la crueldad del capitán.
26:29La noche anterior, finalmente, habían escapado juntos. Había llegado a la promesa justo a tiempo, guiada por la providencia y un deseo de venganza que la había mantenido con vida.
26:44Con Lorenzo y Cruz expuestos, el resto del castillo de Naipes se derrumbó. El varón de Valladares, viendo a sus aliados caer, intentó escabullirse,
26:54pero fue interceptado por Catalina y un grupo de trabajadores del campo leales a ella, que habían acudido al palacio al enterarse de los problemas.
27:07Cristóbal, al ser interrogado, confesó su complicidad en el encubrimiento a cambio de una sentencia reducida.
27:13Su tiranía había terminado. La guardia civil, alertada por el sargento Burdina, a quien Curro finalmente había convencido con las nuevas pruebas, llegó para llevarse a los culpables.
27:29Lorenzo, Cruz, el varón, Cristóbal. Todos fueron arrestados. Mientras se llevaban a Cruz, ésta lanzó una última mirada de odio a Alonso y a sus hijos.
27:43¿Me habéis destruido, Siseo? No, respondió Alonso con una calma gélida. Te has destruido a ti misma con tus propias mentiras.
27:59Cuando el polvo se asentó, un nuevo amanecer comenzó para la promesa. Un amanecer de verdad y de esperanza.
28:05El palacio, liberado de sus tiranos y secretos, pareció respirar de nuevo. Lo que siguió no fue una boda, sino una celebración de la vida.
28:22Leocadia, libre de la culpa que la había atormentado, abrazó a su hija Ángela, ambas llorando lágrimas de alivio.
28:29Su vínculo, puesto a prueba por el fuego, era ahora más fuerte que nunca. Vio a Curro tomar la mano de Ángela, y en sus ojos vio un futuro de amor verdadero y honesto.
28:47Pía y Ricardo, liberados del yugo de Cristóbal, por fin pudieron hacer planes.
28:52Con Dieguito jugando a sus pies en los jardines ahora pacíficos, soñaron con un futuro juntos, un futuro donde el miedo ya no tenía cabida.
29:05Ricardo se arrodilló y, con una sencillez conmovedora, le pidió a Pía que se casara con él.
29:15Ella aceptó entre lágrimas de felicidad. Catalina se ganó el respeto incondicional de su padre y de todos en la comarca.
29:22Se había demostrado a sí misma y al mundo que no era solo la hija del marqués, sino una líder por derecho propio.
29:36Alonso le entregó más responsabilidades en la gestión de la promesa, y ella las aceptó con orgullo.
29:41Al ver el amor florecer a su alrededor, Vera y López se encontraron en la cocina, el lugar donde todo había comenzado.
29:53Las discusiones y los malentendidos del pasado parecían triviales ahora.
30:01He sido un tonto, admitió López.
30:07Tu pasado no importa, solo importa nuestro futuro.
30:10Vera sonrió, una sonrisa genuina que iluminó su rostro, y lo besó, sellando su reconciliación.
30:16María Fernández, inspirada por la valentía de Llana, finalmente dejó de huir de sus sentimientos.
30:31Encontró a Samuel en la biblioteca y, sin más preámbulos, le confesó su amor.
30:36Samuel, que la había amado en silencio durante tanto tiempo, la tomó en sus brazos, prometiéndole un amor paciente y verdadero.
30:46Toño, con el corazón rebosante de alegría por la reconciliación con Simona y el nuevo comienzo de todos, encontró a Enora junto a la fuente.
31:00Se arrodilló y le ofreció un anillo hecho con una flor silvestre.
31:05No tengo mucho que ofrecer, Enora, pero te ofrezco todo lo que soy.
31:09Cásate conmigo.
31:14Esta vez, Enora no pidió tiempo.
31:16Sí, susurró.
31:18Sí, me casaré contigo.
31:23Y en el centro de todo, estaban Manuel y Llana.
31:27Se encontraron en el acantilado donde tantas veces habían soñado juntos.
31:31El sol se ponía, tiñendo el cielo de naranja y púrpura.
31:39Durante mucho tiempo, no dijeron nada.
31:45Simplemente se miraron, comunicándose con los ojos todo el dolor de la separación, toda la alegría del reencuentro.
31:51Creí que te había perdido para siempre, dijo finalmente Manuel, su voz rota por la emoción.
32:05Nunca me perdiste, respondió Llana, tomando su mano.
32:10Incluso en la más profunda oscuridad, tu recuerdo era mi única luz.
32:13Se besaron, no fue un beso de pasión desesperada, sino un beso de paz, de certeza.
32:27Un beso que prometía no un cuento de hadas, sino una vida real, con sus desafíos y sus alegrías, pero una vida que enfrentarían juntos.
32:36La promesa había sobrevivido a su noche más oscura.
32:44Las sombras habían sido expulsadas por la luz de la verdad.
32:50Y en los pasillos donde antes reinaban el miedo y la mentira, ahora resonaba la risa, la música y la promesa de un futuro brillante.
32:58La justicia había llegado, no como un final, sino como un nuevo y maravilloso comienzo.
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