Marruecos aprovechó el partido de su selección para inaugurar una de las sedes para el Mundial 2030. En Rabat, el estadio Moulay Abdellah abrió sus puertas tras un tiempo siendo remodelado. Con capacidad para casi 70.000 espectadores, este recinto oposita para albergar una de las semifinales... porque Marruecos quiere que la final se celebre en el Gran Estadio Hassan II (Casablanca, 115.000 espectadores).
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