El gobierno libertario jaqueado por las coimas en la Agencia de Discapacidad puso a su jefe de Gabinete en la primera línea de fuego. Guillermo Francos llegó a Diputados para hacer control de daños, con un discurso que buscó despegar al presidente, a Karina Milei y a los Menem de lo que definió como una “operación política”. A pesar de los cruces y las chicanas, Francos permaneció casi seis horas ante el pleno. Su última visita en el Senado había terminado de manera intempestiva, cuando decidió retirarse molesto con la oposición. Durante la sesión informativa en Diputados, la exiliada de las filas oficialistas Marcela Pagano volvió a enfrentarse con Lilia Lemoine. Hubo insultos, amenazas y escenas de descontrol en pleno recinto que pusieron en riesgo la sesión.