En la entrada de la Iglesia Santa Librada de Las Tablas reposa la primera imagen de la venerada santa que llegó a esta ciudad santeña.
La figura, custodiada por décadas de tradición, se prepara para recibir a miles de peregrinos que arribarán desde todos los rincones de Panamá y el mundo para participar en una de las celebraciones religiosas más importantes del país.