Manuel Jabois reflexiona sobre la amonestación a un médico de paliativos por acompañar a una niña fuera de su horario
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00:00Jalois, buenas noches. ¿Qué tal Aymar? Buenas noches. ¿Qué has sentido tú al escuchar esta noticia hoy?
00:09He recordado, primero he recordado el podcast de Asistoria. Muy buen podcast aquel. Que feliciten a los que lo hicieron.
00:18Efectivamente, de Víctor, hola Zalitu. En septiembre del año pasado, recordé una declaración que me había llamado mucho la atención,
00:28creo que era de un médico, que decía que la mayoría de estudiantes de medicina, cuando empiezan a estudiar esa carrera, quieren salvar vidas.
00:35No están pensando en acompañar a alguien a la muerte, quieren dar remedios. Pero ese trabajo, el de los cuidados paliativos,
00:41desde luego no es tan ingrato como puede parecer. Y desde luego es imprescindible para irte sin sufrir más de lo necesario.
00:49Multiplica ahora exponencialmente todo esto si hablamos de una niña de cuatro años con cáncer desde los siete meses.
00:55Los niños que se están muriendo, cuya muerte ya es inminente, tienen un problema que comparten con los adultos.
01:05No hay horarios labuales. No le puedes decir a la enfermedad que actúe de ocho a tres de la tarde.
01:10No le puedes decir al cáncer que hoy es festivo. Lo que ha hecho ese equipo fuera de su horario laboral,
01:15lo que viene haciendo además desde hace años, merece desde luego algo más que una amonestación,
01:19algo más que un apercibimiento, merece que se replantee la relación de la sanidad pública,
01:24al menos en muchas de las comunidades en las que hay estos problemas con los cuidados paliativos,
01:29de asistencia domiciliaria, de empatía del sistema, de saber que cuando una familia pide que su niña muera en casa,
01:36no está pidiendo que los dejen en paz, sino que le ayuden a morir en paz.
01:40Un beso, Javois.
01:41Un beso.