MI CUERPO ES MÍO
  • hace 15 años
Buenos Aires.- Las arrugas que enmarcan su sonrisa delatan que Claudia ya no es una jovencita. Es extrovertida, parlanchina, risueña y hace tiempo que dejó atrás sus complejos. Además, la naturaleza la dotó con un cuerpo lo suficientemente atractivo como para captar la atención de los clientes que quieran comprar sus servicios sexuales a sus 49 años. Claudia trabaja con sus genitales y tras 18 años de ejercicio, está orgullosa de ello. "¡Si ahora volviera atrás, lo repetiría todo! He probado otros trabajos, como limpiar por horas o cocinar en un restaurante, y no me gustan, trabajas muchas horas, te partes la espalda y ganas poco. En cambio, con mi trabajo se gana más plata y te organizas el tiempo como tú quieres".
Recomendada