Un grupo de delincuentes irrumpió en un salón de fiestas, reventó las puertas y se llevó una caja fuerte con una suma importante de dinero destinada a pagos. La dueña del local expresó su indignación y aseguró que los ladrones tenían todo estudiado, ya que fueron directamente a la oficina donde se encontraba el dinero. A pesar de que la alarma sonó, regresaron minutos después para completar el robo. Cámaras de seguridad registraron toda la secuencia y la caja fuerte apareció abandonada.