Cada día, cientos de kilogramos son transportados a través de la frontera hacia Estados Unidos por policías corruptos y traficantes pagados por los cárteles que dominan este lucrativo mercado, La Línea y Sinaloa.
La última parada en la larga ruta que recorre la cocaína desde Colombia hasta Nueva York es Ciudad Juárez, estratégicamente ubicada cerca de la frontera con Estados Unidos. El cartel de La Línea, una de las organizaciones criminales más peligrosas del mundo, fue infiltrado por un periodista australiano, que documentó el rastro de cadáveres que deja la droga. Un largo viaje que comienza en Ciudad Juárez donde el policía encubierto de voz distorsionada, Miguel, lo introduce en el turbio mundo de las drogas blancas.