El equilibrio

  • hace 15 años
En la evolución de las especies, el hombre ha adquirido junto con algunos primates superiores algunas características que lo diferencian de otras, una de ellas es la de marchar erguido sobre las piernas, es decir la bipedestación.

El encargado de lograr la bipedestación es el cerebro y específicamente el centro del equilibrio ubicado en el tronco cerebral, cuya posición dentro del cráneo es aproximadamente a la altura de la nuca.

El centro del equilibrio necesita recibir información del medio ambiente para conocer cual es la posición que debe adoptar el cuerpo. Para tal fin utiliza las informaciones de:
Ojos: Informaciones visuales
Oídos: Informaciones Vestibulares y Auditivas
Articulaciones: Informaciones Propioceptivas
Los ojos indican la posición del horizonte visual, es decir la relación del cuerpo con el piso. Permiten reconocer si se trata de un plano inclinado, del vacío, etc.
Los oídos en su porción vestibular, captan las diferentes aceleraciones y desaceleraciones lineales o rotatorias, a las que está expuesto diariamente el individuo. En su porción auditiva captan un sonido para adoptar la posición adecuada de acuerdo al origen del mismo.
Las articulaciones perciben sensaciones tactiles profundas de acuerdo a la posición en que ellas se encuentren.
Los ojos, oídos y articulaciones (órganos sensoriales periféricos) envían sus informaciones al centro del equilibrio, quien las elabora y responde con una respuesta armónica o de equilibrio perfecto.

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