Mentían y siguen mintiendo pero ya no cuele: viene un hachazo fiscal de padre y muy señor mío.
Los ciudadanos españoles ya están acostumbrados a las trapacerías del Gobierno de PSOE y Podemos, después de más de un año de nefasta gestión de la pandemia.
Sin embargo, no porque no sea novedoso hay que dejar de subrayar la falta de respeto de Pedro Sánchez 'Pinocho' y sus ministros a sus propios compromisos.
Aunque lo lleve negando muchos meses y persevere en la mentira, el Gobierno PSOE-Podemos se ha marcado como objetivo aumentar la recaudación en cerca de 70.000 millones de euros al año para acercar la presión fiscal de España a la media comunitaria sin tener en cuenta que esa diferencia se debe a un mayor peso de la economía sumergida, una tasa de paro mucho más alta y una menor renta per cápita.
Que lo haga, además, en plena crisis económica y sanitaria, cuando el resto de grandes potencias europeas apuestan por bajar los impuestos para impulsar la recuperación, da buena cuenta de la profunda incompetencia y sectarismo que, por desgracia, posee la izquierda española.
El plan ya está en marcha e irá a peor. Las alzas fiscales aprobadas en 2021, que recaen especialmente sobre las rentas medias y bajas, prevén recaudar unos 6.000 millones adicionales, pero esto es sólo el principio.
El Gobierno ha aprovechado el envío a Bruselas de su particular Plan de Recuperación para avanzar el gran sablazo fiscal que asestará al conjunto de los españoles en los próximos años, con la excusa de modernizar el sistema tributario.
Los ciudadanos españoles ya están acostumbrados a las trapacerías del Gobierno de PSOE y Podemos, después de más de un año de nefasta gestión de la pandemia.
Sin embargo, no porque no sea novedoso hay que dejar de subrayar la falta de respeto de Pedro Sánchez 'Pinocho' y sus ministros a sus propios compromisos.
Aunque lo lleve negando muchos meses y persevere en la mentira, el Gobierno PSOE-Podemos se ha marcado como objetivo aumentar la recaudación en cerca de 70.000 millones de euros al año para acercar la presión fiscal de España a la media comunitaria sin tener en cuenta que esa diferencia se debe a un mayor peso de la economía sumergida, una tasa de paro mucho más alta y una menor renta per cápita.
Que lo haga, además, en plena crisis económica y sanitaria, cuando el resto de grandes potencias europeas apuestan por bajar los impuestos para impulsar la recuperación, da buena cuenta de la profunda incompetencia y sectarismo que, por desgracia, posee la izquierda española.
El plan ya está en marcha e irá a peor. Las alzas fiscales aprobadas en 2021, que recaen especialmente sobre las rentas medias y bajas, prevén recaudar unos 6.000 millones adicionales, pero esto es sólo el principio.
El Gobierno ha aprovechado el envío a Bruselas de su particular Plan de Recuperación para avanzar el gran sablazo fiscal que asestará al conjunto de los españoles en los próximos años, con la excusa de modernizar el sistema tributario.
Categoría
🗞
Noticias