La joven, de 19 años, y su pretendiente, un desconocido de 33 años, se habían casado en agosto en Marruecos. La única vez que lo vio y desde entonces sólo había hablado con él por teléfono. Accedió a casarse bajo la amenaza de sus padres. El siguiente paso era una segunda boda en España, que debía celebrarse el pasado sábado en Vilanova i la Geltrú. Tras las nupcias, la chica, nacida en Marruecos pero de nacionalidad española, se habría visto obligada a irse a Francia a vivir con su esposo. Pero antes de contraer matrimonio, escapó con la ayuda de su hermana. La joven se encuentra ahora en una casa de acogida y la Generalitat ha asumido la tutela de sus hermanos menores. El juez ha decretado una orden de alejamiento de un kilómetro para sus padres.
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