La presidencia federal de Izquierda Unida ha descartado emprender sanciones contra la federación extremeña por haber decidido abstenerse en la sesión de investidura del presidente de la Junta, lo que permitiría un gobierno del PP en Extremadura.Tras una reunión de urgencia que se prolongó más de cuatro horas, la presidencia de Izquierda Unida exige a sus diputados extremeños que voten en contra, para que José Antonio Monago, candidato del PP, no gobierne. Dicen que aún está todo abierto hasta la votación de investidura del nuevo presidente de la Junta de Extremadura.
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